Esquema de inteligencia. La mente es un sistema de comunicación y control entre a persona misma y su entorno

Esquema de inteligencia.

La mente es un sistema de comunicación y control entre a persona misma y su entorno.

Utilizamos la mente para planear y resolver todo tipo de problemas o circunstancias que suceden día con día, es quien controla nuestras emociones, nuestras acciones, nuestras reacciones y cualquier instrucción de nuestro cuerpo.

La mente se divide en dos partes, la primera es la parte analítica y la segunda es la parte reactiva.

La parte de la mente analítica es la parte que controla la parte racional, analiza cualquier situación en la que nos encontramos.

En su contraparte, el área de la mente reactiva es aquella en la que se accionan todas las respuestas a esos problemas o situaciones que se analizan aunque en muchas ocasiones no se pueda tener un control total sobre estos estímulos.

Es por ello que el pensamiento crítico es un área de oportunidad para crecer como personas o seres humanos que somos, el lograr analizar cada una de las situaciones que llevamos cada día para superarnos y mejorar, deben ser respuestas inmediatas y conscientes, para ello se debe trabajar para mejorar en cada situación a la que nos enfrentamos.

Muchas veces la respuesta que nuestra mente nos brinda no es la correcta, debemos analizar y explorar varias respuestas a un problema específico, en muchas ocasiones tal vez no podemos hacerlo solos y es recomendable pedir ayuda sin embargo existen situaciones diarias donde nuestro análisis será la parte determinante en la resolución de muchos problemas.

Como ejemplo mencionaré dos situaciones en las cuales el pensamiento crítico ha sido parte de mi vida, dos situaciones que tuvieron que ser analizadas para lograr salir adelante y sobretodo aprender a reaccionar de manera diferente si llegamos a pasar por estas mismas situaciones.

Una de las situaciones más difíciles en la vida fue perder a mi abuela,  si bien no llevaba una gran relación con ella al faltar me di cuenta que si me importaba y mucho, durante algún tiempo estuve en depresión, las emociones tomaron control sobre mi vida, pues dejé que me gobernaran, en lugar de tomar control sobre ellas.

Durante unos meses mi inteligencia emocional no era la adecuada, mis emociones eran como una manada de caballos salvajes y desbocados, dejé que estas emociones también afectaran mi trabajo, no ponía la atención adecuada, cometía errores, me enojaba con cualquier cosa, no controlaba el enojo y en realidad no buscaba quien me la hizo sino quien me la pagara, aunque nadie tenía la culpa, de pronto sentía que podía haber hecho mas, aunque tampoco no estudié medicina y contra el tiempo tampoco se puede actuar.

Estas emociones también me afectaron físicamente, las somaticé sufría de dolores de cabeza constantes, fumaba sin parar por lo que también me enfermaba constantemente de las vías respiratorias, sobre todo de la garganta, pareciera que mi cuerpo supiera que quería gritar y yo lo callaba.

Un día supe que no podía seguir así por lo que decidí buscar ayuda, necesitaba con urgencia recobrar el equilibrio entre mente, espíritu y cuerpo, por ello busque terapia, tuve que reaprender como controlar mis emociones, entender que mi mente es como el domador que controla a los caballos volviéndolos dóciles y amigables, un trabajo que día a día sigo practicando pues de vez en cuando vuelven a salirse de control sobre todo ese que se llama mal genio, ese que es el que cuesta más trabajo amaestrar.

Después de analizar durante mucho tiempo esta situación entendí que no podía regresar el tiempo pero sobretodo entendí que no importaba el tiempo que no pude pasar a su lado, entendí que lo más importante era recordar el buen tiempo que pasamos que no fue mucho pero si considero que fue de calidad, que siempre le di cariño y esperar que después de mucho tiempo ella, una viejita hermosa fue, es y será siempre una guía de perseverancia, de amor incondicional y uno de los seres más importantes que he tenido en mi vida.

No tengo la certeza de la edad de mi abuela, pero si tengo la certeza de que estuvo conmigo durante 32 años de mi vida, que fue un ser que necesitaba descansar de una larga vida ya que creemos tenía más de cien años de edad, 6 hijos, enterrar a uno, trece nietos, 4 bisnietos y una gran fila de familiares más.

Después de entender y analizar esta situación pude entender que era ya su tiempo y más que reclamarle a la vida ha sido agradecer primero por el tiempo a su lado, cada experiencia vivida es un tesoro para mí y después entender que aún nos queda su querido viejo, que con el tiempo se ganó un lugar muy grande en mi corazón y hoy prefiero pasar tiempo a su lado y no arrepentirme de cuantas ocasiones tuve para estar a su lado, disfruto mucho de su compañía, de sus experiencias y su alegría por vivir, una alegría que hoy lleva 102 años de vida y lo que falta, ya que él se sigue cuidando para poder llegar a viejo.

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