Estacionalidad Del Turismo
Enviado por bielkasanchez • 2 de Diciembre de 2013 • 2.088 Palabras (9 Páginas) • 1.107 Visitas
INTRODUCCION
El turismo, en la Republica Dominicana, y en la mayoría de los países sub- desarrollados, es la actividad económica más importante. La misma es la principal fuente de desarrollo, empleo, remesas… Es por esto, que llevar un buen manejo de él, a través del conocimiento, es primordial.
El objetivo de este trabajo es saber cómo afecta la estacionalidad de los flujos turísticos al sector turístico de la comunidad andaluza. Saber que es un fenómeno que repercuta sobre numerosas actividades económicas, pero que incide de manera especial sobre el sector turístico, provocando desajustes temporales entre oferta y demanda turística, lo que trae consigo la creación de empleos inestables, problemas de rentabilidad, masificación o baja utilización, etc. Todo esto ha colocado a la desestacionalización como uno de los principales objetivos de la política turística de las diferentes Administraciones…
En este trabajo, vamos a proyectar los principales conceptos de la estacionalidad, sus causas y consecuencias, y algunas ventajas y desventajas de la misma. Se presenta el fenómeno de la estacionalidad en el turismo dominicano, y como afecta al mismo…
Esperemos que le guste…
Conceptos de Estacionalidad turística.
Es la mayor o menor afluencia de personas, en un área geográfica en una misma época del año.Son producidas gracias a las estaciones del año o del clima de los países emisores y receptores.
La estacionalidad expresa la variación de la demanda a través de las estaciones del año. Dicha característica en el comportamiento de la misma, se concreta en la existencia de períodos de tiempo de Baja turística y otros de mayor demanda, conocidos como de Alta.
La mayoría de la literatura académica, especialmente tratada desde una perspectiva económica, sugiere que la estacionalidad de la demanda, debe ser considerada como un inconveniente significativo al que hay que dar prioridad.
El carácter estacional del turismo se ha convertido en un problema que afecta tanto a los destinos como a los productos y por tanto a las instalaciones y se convierte en una cuestión relevante tanto para los gestores turísticos como para los planificadores de políticas en el sector.
En concreto, (Lanquar, 2001:103-4) sostiene que la estacionalidad es una preocupación constante de los responsables del marketing de los destinos turísticos, que buscan programas específicos para mantenerla dentro de unos límites. En este sentido, hacer frente a la estacionalidad es una de las aspiraciones y objetivos más comunes de los planes de desarrollo turístico. Es una característica del fenómeno turístico que genera lo que se ha llamado saturación y sobre demanda en alta estación. Es uno de los mayores inconvenientes que sufre la actividad turística en los Centros Turísticos.
El fenómeno de la estacionalidad en la actividad turística ha surgido a partir del desarrollo del turismo de masas en la década de los años sesenta del siglo XX. No cabe duda que esta característica es una de las más destacadas dentro del sector turístico. Sin embargo, como señala Allcock (1994), su aceptación generalizada como un rasgo inevitable dentro del sector ha ido acompañada de una clara inhibición investigadora. en este mismo sentido, Higham y Hinch (2002) precisan que la estacionalidad es una característica ampliamente extendida y conocida, pero también es una de las menos entendidas. la estacionalidad se ha convertido en un problema de larga duración que afecta a muchas actividades y a muchos destinos turísticos siendo una cuestión muy relevante a tener en consideración por los gestores turísticos.
Esto es lógico dado que el concepto de la estacionalidad está íntimamente ligado a las fluctuaciones de la demanda. De esta manera, Moore (1989) define la estacionalidad como los desplazamientos producidos en un período de tiempo durante una época del año concreta que ocurren de forma similar cada año y Allcock (1994) señala que es la tendencia de los flujos turísticos en períodos relativamente cortos del año. Pero también se pueden hallar otros conceptos que recojan, de alguna manera, unas ideas más amplias. Así, Butler (1994) concreta que la estacionalidad es el desequilibrio temporal que aparece en el turismo y que puede estar expresado en términos de número de visitantes, gasto de los turistas, tráfico en las autopistas y en otras formas de transporte, empleo y admisión de las atracciones. Del mismo modo, podemos establecer un concepto propio de la estacionalidad de la oferta turística, de manera que sería el desequilibrio temporal que surge en la actividad turística cuando la comercialización de los productos turísticos se concentra en uno o varios períodos de tiempo determinados, que se repiten cada año y que es consecuencia de los flujos turísticos.
Los factores determinantes de la estacionalidad son variados. Como apunta Allcock (1994), el trabajo seminal de Baron distingue entre estacionalidad natural y estacionalidad institucional, en función de las causas que la originan, estando relacionadas, sobre todo, con el tiempo atmosférico y con los valores culturales, respectivamente. En este sentido, Butler (1994) identifica cinco factores principales, como son: 1) la climatología; 2) las decisiones personales en el ámbito de lo social, religioso o cultural; 3) la presión social o la moda; 4) las temporadas deportivas; y 5) la inercia o la tradición.
Los efectos que provocan las variaciones estacionales también son muy diversos. se pueden citar los siguientes: 1) Efectos económicos, que se centran especialmente sobre la pérdida de rentabilidad y la ineficiencia de los recursos; 2) Efectos laborales, que constituyen una categoría independiente a la anterior ya que adquieren una gran relevancia como para ser considerados de forma autónoma; 3) Efectos ecológicos, que incluyen, por ejemplo, el deterioro de la vegetación, los trastornos en la fauna y la erosión física del territorio; 4) efectos socioculturales, que están relacionados principalmente con el impacto sobre la comunidad receptora de turismo, aunque abarcan también a los visitantes.
La regla general es considerar los efectos como aspectos negativos, aunque algunos autores señalan que hay que valorar igualmente sus ventajas. de este modo, los períodos de temporada baja favorecen, por ejemplo, la recuperación ecológica y sociocultural, o bien, el mantenimiento y la reforma de las instalaciones turística; y los períodos de temporada alta facilitan, por ejemplo, la incorporación de trabajadores discontinuos como son los estudiantes.
En cuanto a las estrategias desarrolladas para hacer frente a la estacionalidad, Andriotis (2005) señala que las tres más
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