Estado De Derecho Y Democracia

ESTADO DE DERECHO Y DEMOCRACIA

Sin Estado de derecho no existe democracia. En el Estado de derecho prevalece el gobierno de las leyes sobre el arbitrio de los hombres, al tiempo que se reconocen y garantizan las libertades de los ciudadanos. El Estado de derecho democrático está abierto al pluralismo, a la tolerancia y al cambio social, y puede considerarse como una conquista civilizatoria del pensamiento y la acción políticos. Tanto como los fundamentos del Estado de derecho como las relaciones que crea entre los ciudadanos dependen de la “obligación política”.

I. La ley y la política.

1.- LA NOCIÓN DE LEY. La palabra “derecho” etimológicamente (del latín directus), significa lo recto, lo rígido, lo adecuado. El término “derecho” se utiliza para designar cosas precisas como: el conjunto de leyes de una sociedad o de una parte de ella, etc… Sus usos integran el sentido del derecho como ley (del latín ius) y otorgan al término una dimensión social compartida por todos los hombres de todas las sociedades. El término ley puede ser empleado en varios sentidos. Por ejemplo las leyes de las ciencias naturales no admiten excepciones, su necesidad las pone al margen de la voluntad de los hombres. Por el contrario las leyes humanas o sociales permiten variaciones, aunque comparten con la noción de la ley natural su vinculación a un orden, a una regularidad, a lo previsible. Y sus principales diferencias radica en que, no obstante su magnitud y generalidad, las leyes sociales son producto de la acción de los hombres y, por más firmemente establecidas que estén, pueden ser transformadas por la propia acción humana. Las leyes humanas se deben de distinguir de las leyes sociales, estas son las que describen el comportamiento de los colectivos sociales. Así podemos considerar el derecho como un conjunto de normas que rigen la actividad humana en sociedad y cuya inobservancia amerita algún tipo de sanción. Las normas del derecho tienen la función de organizar la vida colectiva, garantizando el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones que la sociedad impone a sus miembros. Otra cosa es que el derecho como sistema jurídico es, un fenómeno de carácter universal, las leyes no solo se expresan bajo la forma “codificada”, sino que también se manifiestan por medio de la costumbre y la vigilancia de la comunidad. Tal es el caso del Common Law (derecho común) ingles, cuyos principios provenientes de las costumbres de la nación y de sus experiencias históricas plasmadas en la denominada “jurisprudencia” funcionan como criterios de orientación para la decisión de los jueces. El derecho no pude limitarse a expresar el marco social que lo circunda, tiene que construir un elemento ordenador de ese marco social, tiene que corregir los elementos negativos de la vida comunitaria y alentar el desarrollo de sus elementos positivos. Las leyes son normas, o sea, principios generales que señalan cuales deben ser las conductas autorizadas o legítimas. Se les dice normas jurídicas, distinguiéndolas de otros tipos de normas (morales, prácticas), porque su cumplimiento es obligatorio y porque suponen la existencia de un poder coercitivo que castiga su inobservancia. Las leyes que pertenecen a un sistema jurídico pero no tienen posibilidades de aplicación o de castigo a quien las transgreda son llamadas “leyes imperfectas”, pues carecen de una definición precisa que las haga aplicables, de la posibilidad de ser garantizadas mediante la fuerza y el castigo. Las normas morales o practicas pueden “convertirse” en leyes.

2.- LA LEY EN LOS REGÍMENES POLÍTICOS. Las leyes son normas cuyo objetivo fundamental es regular el espacio público de la sociedad, es decir, las leyes son los principios que permiten y promueven la convivencia de los hombres no como individuos aislados, sino como miembros de una colectividad. Las normas estrictamente individuales pueden ser morales o prácticas, pero no legales. El derecho solo existe porque permite establecer una vinculación social específica entre distintos individuos, porque los iguala como sujetos de derechos y obligaciones bajo un poder común. La vigilancia de las leyes como normas públicas requiere la existencia de un poder político que las haga valer mediante la coerción.

Como dice Norberto Bobbio: las relaciones entre derecho y política se hace tan estrecha, que el derecho se considera como el principal instrumento mediante el cual las fuerzas políticas que detentan el poder dominante en una determinada sociedad ejercen su dominio. Por lo tanto, la relación entre el derecho y la política es vital para comprender los distintos modelos jurídicos y la lógica de sus transformaciones. Las leyes son recursos estatales o gubernamentales para mantener el orden y propiciar el logro de las metas sociales compartidas. No todas las relaciones de poder en una sociedad son normas jurídicas.

II. La formación del concepto de Estado de derecho.

3.- LA JUSTIFICACIÓN DE LA LEY Y LA SOBERANÍA MODERNA. Toda sociedad posee un sistema de normas legales que permite la convivencia ordenada de sus miembros. En la Antigüedad Clásica (culturas griega y romana) la fuente del poder siempre osciló entre la afirmación de un origen divino de las leyes y la de los acuerdos de los hombres, Platón y Aristóteles hablaron de las leyes como principios provenientes del raciocino humano. Por otra parte, los filósofos “estoicos” propusieron que las leyes no tenían otro antecedente que el de un acuerdo contractual entre los hombre que luego los obedecerían; los “sofistas” propusieron que toda verdad política surgía de una retórica cuyo objeto ultimo era conseguir el consentimiento de los ciudadanos. A pesar de las diferencias, todos ellos coincidieron en sostener “el dominio de la ley frente al ideal despótico, es decir, la supremacía del “gobierno de leyes” sobre el “gobierno de los hombres”. Los griegos dieron una gran importancia a la función de la ley en su vida colectiva. En la época de la democracia (siglo V a. C) ya existía el derecho de libre expresión para participar en la discusión de los asuntos comunes de la polis, sus leyes solo privilegiaban

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