ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Etica En La Sociedad Civil


Enviado por   •  15 de Noviembre de 2012  •  2.438 Palabras (10 Páginas)  •  556 Visitas

Página 1 de 10

ETICA DE LA SOCIEDAD CIVIL

Introducción

Para reflexionar sobre la ética de la sociedad civil conviene comenzar reconstruyendo

a grandes rasgos la historia del sentido que se le da al término “sociedad civil” en

nuestros días. Esta reconstrucción mostrará inmediatamente el trasfondo ético político

del concepto y su horizonte.

Bajo este trasfondo, procederemos a describir críticamente las prácticas de las ONGs

de desarrollo, como muestra privilegiada para ilustrar los dilemas éticos que enfrenta

el complejo conjunto de instituciones que forman parte de la sociedad civil. Por otra

parte, las ONGs de desarrollo suelen responder con más prontitud a llamados de

reflexión ética como el que realizó la iniciativa SASCO-PRIL en República

Dominicana. Las tomamos como nuestro primer auditorio.

En tercer lugar, a la luz de la contraposición entre el trasfondo ético político del

concepto actual de “sociedad civil” y las críticas a las ONGs de desarrollo,

procederemos a hacer una propuesta para subsanar los déficit éticos de las prácticas

de desarrollo, recuperando la vocación pública específica de la sociedad civil.

1. Trasfondo ético-político de la emergencia de un nuevo concepto de

sociedad civil a fines del siglo XX

El concepto que manejamos de sociedad civil en nuestros días tiene un decidido

trasfondo ético-político (Cohen-Arato, 2000). Emerge a final de la década de los 80,

como una crítica a las teorías y prácticas socio-políticas que ponían al Estado en el

centro de sus análisis (Miorelli, 2001, 2). Las investigaciones históricas señalan como

su primer terreno fértil el reclamo de mayor participación ciudadana en los estados

marxistas del Este europeo; pero la idea ética que este reclamo portaba, la de

participación efectiva de la ciudadanía frente a un Estado incapaz de escuchar y

traducir los reclamos ciudadanos, hizo que el término se extendiera rápidamente como

bandera de lucha por todo el mundo, especialmente en América Latina. Salido del

ámbito socialista, y enfrentándose a prácticas capitalistas en Estados periféricos

radicalmente cuestionados por las doctrinas neoliberales, “sociedad civil” acabó

significando una acción ciudadana contestataria y reclamadora de justicia social,

llevada a cabo por actores sociales que se situaban fuera del aparato del Estado y de

las instancias que dominaban el mercado capitalista a escala global.

Existen muchas definiciones del término sociedad civil, que pueden llevar a la

confusión (Salazar, 1999). Sin embargo, queremos proponer una formulación que

resuma el aire de familia que todas esas definiciones comparten, con vistas a articular

1

Versión revisada de la ponencia en el Seminario SASCO-PRIL. “Ética y sociedad civil”, Santo

Domingo, 23 de junio de 2009. Agradezco especialmente a Juan Luis Corporán sus valiosos aportes

para estas reflexiones.2

nuestras reflexiones éticas. En buena medida, la formulación que podemos hacer a

partir del aire de familia de todas las definiciones que conocemos, corresponde al uso

que se le da actualmente al término en filosofía contemporánea (Gamio, 2005, 2). En

este campo, el término “sociedad civil” refiere al ideal republicano o cívico de

participación, y por tanto a vida democrática en ejercicio con sentido de justicia y

equidad a través de una tupida red de organizaciones cercanas a la ciudadanía; un

concepto que nos recuerda a Alexis de Tocqueville. Se distingue del sentido

hegeliano, heredado por el marxismo, que entendía la sociedad civil

2

como una esfera

intermedia entre la familia y el Estado, signada por el conflicto de intereses propio del

reino de la necesidad. En la práctica política contemporánea, se entiende por sociedad

civil, de modo idealizado, un conjunto de instituciones cívicas y asociaciones

voluntarias que median entre los individuos y el estado. La mayoría de estas

organizaciones se articulan en torno a actividades y debates relacionados con la toma

de decisiones políticas, la investigación de temas de interés público, de trabajo en

acciones por el bien común, o en la construcción religiosa de una fe con implicación

política. Instauran espacios de actuación claramente diferenciados del aparato estatal

y del mercado. Generan liderazgos emblemáticos que hablan en nombre de la

sociedad civil. Ejemplos de instituciones de la idea de sociedad civil que se maneja en

nuestros días son: los movimientos sociales, las universidades, los colegios

profesionales, las organizaciones no gubernamentales, las iglesias o comunidades

religiosas que interactúan ciudadanamente, etc…

Estas instituciones de la sociedad civil y sus portavoces procuran articular corrientes

de opinión pública, de acciones sociales o de deliberación ciudadana, buscando, sobre

todo, que se escuche las voces de la ciudadanía en las instancias gubernamentales,

reivindicando derechos y políticas públicas justas. Con su acción, las instituciones de

la sociedad civil tienen la pretensión de configurar espacios públicos de vigilancia

contra el poder abusivo en las esferas política y económica, máxime cuando ambas se

coordinan para imponer un modelo de desarrollo centrado en el mercado y la libre

competencia.

Los orígenes del trasfondo ético-político del sentido actual de “sociedad civil” pueden

rastrearse a fines del siglo XVII de la modernidad europea, en un momento filosófico

político diametralmente opuesto, a saber, el de emergencia del Estado nación como la

expresión más racional de la vida en comunidad política. En ese contexto, sociedad

civil era sinónimo simplemente de “estado” o de “estado de sociedad”. Esta “societas

civilis”, que traducía la expresión aristotélica koinonia politiké, se oponía al “estado

natural” o salvaje. Los seres humanos ganaban “civilidad”, orden social, comunión

política, gracias a un contrato racional hipotético que estaba en la base del orden

cívico necesario. Para nosotros es fácil criticar esta mitología filosófica contractualista

(Cortina, 2001), como legitimación del orden social de la nueva

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (16 Kb)
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com