Examen Parcial de Teorías de la comunicación

Examen Parcial de Teorías de la comunicación

Curso: Teorías de la Comunicación

Alumno: Martin Arévalo

Profesora: Gabriela Núñez Murillo

Ciclo 2019-2

Comunicando “teóricamente”

Callao, 14 de marzo de 2010. Curso de Comunicación con el profesor Hernández, ese típico profesor que, en clase, era un instructor militar, tenía un cierto parecido con el Sargento Hartman en todo sentido, pero fuera de ella, un gran amigo. “Arévalo ¿Cómo se da la comunicación?”  - preguntaba el profesor mientras miraba atento y serio a su alumnado. Desde el fondo, con una voz nerviosa, respondía: ¿Emisor, receptor y mensaje? Hernández me conocía, sabía que no había estudiado para nada y que le respondí lo primero que se me vino a la mente al oír a la palabra Comunicación (y es que desde niños se nos enseña esa definición y se nos resulta familiar). Yo esperaba una llamada de atención y me alistaba para hacer planchas en el piso y, con ello, recibir la risa burlona de mis compañeros de clase, pero curiosamente me dijo *correcto*. Sin embargo, quedó en mi memoria esa duda sobre si lo que había dicho era cierto: ¿La comunicación solo se remite a ese concepto? Me quedaba claro que no, pero en sí no había una teoría fija de que era la comunicación, hasta la actualidad. Luego de varios años, leyendo un artículo en internet para un proyecto de investigación acerca del lenguaje social, me encontré que la misma definición que había dado en el colegio, estaba presente y que el autor de esta teoría era, nada más y nada menos, que el considerado, por muchos, como el padre de la comunicación, Harold Laswell. Me dejé llevar por la curiosidad sobre quien era este señor y por qué lo llaman “padre de la comunicación”, y descubrí (gracias Wikipedia) que el mencionado había identificado los elementos de la comunicación como un modelo de interpretación bajo las preguntas: ¿Quién dice que, a quien, por qué canal y con qué efecto? Mucho más fue mi sorpresa al ver que las guerras mundiales habían influido en la creación de su hipótesis ya que Laswell quería analizar el poder que tenían los medios de comunicación sobre las masas. A su vez, la difusión a gran escala de los medios comunicacionales de masas contribuyó a su investigación.

Pero bueno, saliendo de lo formal, hasta Hitler sabia del poder que tenía la comunicación y, sobretodo, en las grandes masas. Laswell también lo sabía y por ello es que su modelo explicaba lo sucedido, por ejemplo, con la propaganda política para las guerras: la visión causal de los medios hace que estos produzcan efectos inimaginables en la sociedad. ¿Inimaginables? Pues sí, actualmente ¿Quién en su sano juicio iría a morir por los intereses políticos de otro? Me dirás “Yo por mi patria lucho y muero si es posible” Venga, remitámonos a la realidad, si actualmente estallara una guerra entre Chile y Perú, la mayoría de nosotros estaríamos alistándonos, pero para salir rumbo a Europa. Sin embargo, fue tanto el poder de las comunicaciones (en ese tiempo de guerras) que influyeron, de una manera sobrenatural, en la mente de los jóvenes y los convencieron para que, simplemente, como animales de sacrificio, fueron a morir en el conflicto, todo por un afiche en la pared. Las autoridades militares de ese entonces sabían que la propaganda era más efectiva y económica que la violencia. Por ello, más que ejercer fuerza en las masas, trataron de convencerlas para que se unan a su causa política y, curiosamente, funcionó. Lo gracioso es que este método todavía persiste en la actualidad. Basta con ver por la ventana del carro, en época de elecciones, las calles de Lima inundadas por el famoso “vota por mí y solucionare tus problemas” junto a la foto del candidato dándote un like y sonriente. Pareciera broma que esto funciona, pero es así y no solo se remiten a afiches, también por videos, fotos, hasta memes en los que se ridiculizan con tal de obtener votos (¿recuerdas el famoso Thalía Challenge de la candidata de comas?). Sin embargo, a pesar de esta abundante data en la teoría de Laswell, no quedaba satisfecho con ella y procedí a encontrar más y más teorías. Así encontré que otra de las teorías del don señor Laswell es también la de la aguja hipodérmica que explicaría como los medios sociales logran inyectar ideas en el cerebro de las audiencias y lograr efectos concretos. Señores, estamos ante la ya famosa relación estimulo-respuesta que tuvo jadeando al perrito cuando Pavlov hacía sonar la campana. Hablando de perritos, ¿recuerdas al encantador de perros? Prácticamente en ese programa te enseñaban a controlar a tu mascota rabiosa y engreída en un manso ser lleno de amor, ternura y, sobretodo, OBEDIENTE. ¿Cómo lograba esto?  Mediante el condicionamiento que se obtenía por medio de técnicas que Cesar Millán había aprendido en su larga carrera como entrenador de canes. Te parecerá increíble pero los medios sociales también pueden hacer lo mismo con la masa y esto es precisamente de lo que hablaba Laswell en su investigación. Pero ya, ahora que sabes que la comunicación tiene un fuerte poder de influencia en la sociedad, te hago una pregunta: ¿la comunicación es solo causa y efecto o tiene otras vertientes que pueden explicar mejor su funcionamiento? La respuesta es que claro que por supuestamente que sí ya que esta es solo una más de las muchas teorías que existen acerca de la comunicación.

Una de las teorías preponderantes que nace desde lo dicho por Laswell sería la Teoría Funcionalista la cual entiende a los medios de comunicación como emisores de información. Algo así como un Glovo que te trae el almuerzo a la comodidad de tu hogar, pero estos tienen una peculiaridad: siempre tienen la intención de obtener un efecto en el receptor, o en palabras más técnicas, persuadir al expectante. Es decir, como si el mismo Glovo te trajera algo que no pediste y, al mismo tiempo, logra convencerte que es mejor que lo que habías elegido. Esto deja un concepto muy crudo y real de nosotros: somos pasivos ante una clara imposición de ideales sobre nuestra sociedad y esto ocurre desde la cabeza de mando en un país: el Estado.

La teoría Funcionalista señala que es el gobierno quien maneja los medios de comunicación para vigilar el entorno, controlarlo y como yapita, transmitir la herencia social que anteriormente se transmitía por medio de la educación. A través de este control, se daría el funcionamiento global del sistema y, por ende, el equilibrio social. Pero, como diría Parsons “somos seres narcotizados que actúan según el estímulo, de valores culturales interiorizados que regulan nuestra actividad” Una especie de drogados culturales que, al informarse, se considera asimismo como participante. Sin embargo, en la bonita y sagrada realidad, no hacen nada: conoce los problemas, pero no actúa para resolverlos (¿te suena el caso del incendio en Amazonas o el atentado en Francia?) En síntesis, esta teoría señala que los medios de comunicación juegan un papel importante dentro de las sociedades y causan efectos en las audiencias. Efectos que podrían ser influidos por el gobierno para controlar a la sociedad como un ente pasivo al cual se le puede manipular para que reaccione ante estímulos sociales que el controlador les da. Esto sería a lo que se refería Laswell anteriormente: un impulso a la sociedad para obtener efectos “mágicos”. Lazarsfeld, por su parte, con otra teoría, afirma que estos efectos son limitados porque los seres humanos tienen filtros para recibir e interpretar los mensajes. ¿Filtros? Larzasfeld se refería con filtros a sus circunstancias humanas, por ejemplo, su situación socioeconómica, su religión, su ubicación geográfica y la más actual, la influencia de las redes sociales. ¿Recuerdas que te hable sobre las elecciones? Pues Lazarsfeld baso su teoría en lo mismo, el voto electoral es un claro ejemplo de cuáles son los factores que pueden influyen en el voto de una persona y lo que más destaco en esta teoría fue QUÉ les llevo a decidir su voto. Aquí Lazarsfeld pone énfasis en las redes sociales, los grupos primarios y líderes de opinión que, para elección del autor, son los que tienen más influencia en la persona. Claramente el proceso comunicativo está presente y se demuestra que somos parte de ese experimento que funciona si queremos explicar el porqué de nuestras decisiones. No vas a negar que hubo varios candidatos que, a tus ojos, parecían tener buenas propuestas e intenciones y que eran los ideales para tomar las riendas del país que necesitaba urgente, perdón, necesita urgente un líder capaz, pero que un día, por una noticia en la mañana, cambio toda tu perspectiva sobre él (¿Recuerdas a Barnechea y el famoso chicharrón?).

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