Experiencia Etnográfica

Jose Miguel Restrepo Gallego
Antropología de la muerte
Departamento de Antropología. FCSH
Universidad de Antioquia
2017-1

Experiencia Etnográfica

El rock como cronista de la muerte en la ciudad de Medellín:

Introducción

Este texto es el resultado de un proceso etnográfico que aparece con la incertidumbre como la muerte y como esta hace parte de nuestra cotidianidad, y la música como el motor de mi realidad, buscando relacionar estos dos aspectos, me di a la tarea de buscar dos propuestas musicales del ámbito local y trate de indagar con los miembros de estas bandas en su proceso creativo. Fullsher y Jester la Juste dos agrupaciones musicales de la ciudad de Medellín, una tan opuesta a la otra desde lo musical y desde lo ideológico, ambas pertenecen a un mismo meta género musical: el rock, pero que se pierden en las subdivisiones del mismo: una desde el rápido y agresivo Thrash metal y la otra desde el pesado y oscuro Post Punk, pero que desde su propia experiencia viven la muerte y la expresan musicalmente a su manera.

La muerte vista desde el Thrash Metal - Fullsher

Fullsher nace de la idea de dos amigos de colegio (Miguel Gil y David Hoyos) que se juntan con la motivación de hacer la música que desde pequeños les ha movido las pasiones. En el año 2013 logran materializar su idea, ambos con conocimiento empírico totalmente empiezan a tocar guitarras y logran componer su primera canción a la par que buscan un bajista y un baterista para compartir su idea y llevarla a cabo. Los otros dos miembros (Diego Ramírez y Jose Restrepo) entran este mismo año y empiezan a ensayar en las salas de estudio de ciudad frecuencia, ubicados en Castilla en el bulevar de la 68 por motivos de facilidades económicas, ya que la mayoría de miembros de la banda viven en esa comuna.  A medida que va pasando el tiempo y los ensayos, aparece la necesidad de componer música propia y letras propias que reflejen los pensamientos de los miembros de la banda y así empiezan a aparecer las sesiones de composición donde cada uno de los cuatro miembros aporta sus ideas y su granito de arena para el proceso creativo. Musicalmente la propuesta de Fullsher es hacer Thrash metal clásico con el sonido exportado por diferentes bandas estadounidenses de la Bahía de San Francisco a finales de los 70 y principios de los 80, a la vez que mezclan sonidos propios de la ciudad de Medellín como el particular Ultra Metal creado por bandas locales como Parabellum, Reencarnacion o Sacrilegio también en la década del 80, creando así un sonido fuerte, contundente y propio. La liricidad no puede desligarse de la propuesta musical por lo que sus letras también están cargadas de un contenido fuerte, principalmente referenciando a guerras internas que se han vivido en la ciudad y en sus barrios. Líricamente la composición recae casi en su totalidad en Miguel Ángel Gil, el vocalista, un joven de 22 años de la ciudad de Medellín que busca narrar como la muerte y la violencia en la ciudad le ha acompañado de cerca toda su vida. Esto lo refleja siempre que escribe algo para Fullsher y los títulos de las canciones son una pequeña prueba de esto: “Sangre y Plomo”, “A los brazos de la guerra”, “Holocausto”. Toda su vida vio como sus amigos y familiares caían víctimas de las balas en las calles de su barrio (doce de octubre) por lo que, como el mismo dice, su música es la causante de no haber corrido esa misma suerte, por eso a través de esta expresa la frustración y la rabia que le produce su realidad.

PostPunk y Muerte – Jester la Juste

Jester La Juste surge a comienzos del año 2012 en medio de las ideas caóticas de dos individuos que, cansados del panorama musical que ofrece esta ciudad, deciden manifestar su hastío ideando una burla a la misma realidad. Podría decirse que Jester La Juste no es una elección simple y libre, sino más bien una conclusión necesaria de toda la carga que conlleva la individualidad cuando se la concibe en su forma más cruda y desoladora, pues Santiago Franco (vocalista) y Manuel Rodríguez (guitarrista), se encontraron en un punto de sus vidas que sentían ya habían vivido demasiado, aun siendo tan jóvenes. Cansados de los hospitales mentales, de las interminables torres de pastillas supuestamente pensadas para hacerlos más estables y funcionales, entendieron de una manera agresiva cómo el mundo, aunque alegue tolerancia y aceptación, sigue martirizando aquello que se muestra diferente, tanto así que tener una extrema sensibilidad y un pensamiento atento y analítico, solo puede concluir en las cercanías de la locura, o al menos en tentativas de serlo. Medellín (Y Colombia en general) por esos tiempos estaba sufriendo un cambio un poco inadvertido, ya llevábamos  años sin sentir que la música ofreciera algo parecido al Goth clásico, derivado del Post-Punk, del New Wave y el Dark Wave, con toques de Deathrock, que en tiempos pasados adornó el panorama musical con bandas icónicas para los enterados del género, tales como CO2 Y Céfiro Nocte; Bandas que partieron sin dejar herederos, o alguien que continuara con un legado que, irónicamente, siendo tan diverso en sonoridad, fuese tan escaso en este país. Así que ya en las sombras comenzaba a hablarse de renacer este tipo de sonido, de crear proyectos que aludan a la creación y a la formación de bandas más experimentales, que rescataran géneros hace tanto tiempo olvidados, casi respondiendo a este llamado, Jester La Juste se gesta entre ebriedad y decadencia, ideas un tanto suicidas, promesas incumplidas y sus conclusiones pragmáticas y posmodernas, erigiéndose como una carcajada que, sin respetar nada, muestra todos los males de la realidad, su desgraciado patetismo y sus ansias de nada.

Como mencioné en la parte anterior, Jester La Juste nace por una parte, entre promesas suicidas, en donde los dos miembros fundadores Santiago Franco y Manuel Rodríguez se encontraban en un momento de sus vidas en que se nos presentó una decisión, o acabar con todo o crear algo que les atara a la realidad, cansados y agotados de ser ellos mismos, la muerte se les presentaba siempre como una tentadora incógnita, como un símbolo de lo que no podía ser peor que toda la desolada realidad que les aturdía. Pero toman la decisión de tomar la inspiración en vez de solo desolación y deciden juntar su sentir, logrando manifestar sus ansias por dejar este mundo en una burla, una catarsis perfecta en la que entonan la desesperación con letras y estilos musicales antiguos. El proceso creativo desde el inicio ha estado teñido de los tonos opacos de la muerte, incluso se nota como en muchas de sus letras el personaje principal está tomando la decisión de vivir o morir-igual que los miembros de Jester la Juste- o intentando entender qué significa realmente mantenerse en pie y si realmente vale la pena. Como ellos mismos proclaman, sus canciones están inmersas en un entorno de ensoñación, delirios y alucinaciones plagan el absurdo imaginario que retocan y trazan con desquicios y desvaríos. Su primer álbum: “De Ensoñaciones y Realidades Etéreas” cuenta la historia de un hombre que está viviendo terrores nocturnos en medio de una parálisis del sueño, en la que sombras alargadas lo llevan entre maquinaciones desquiciadas y le muestran toda la demencia que plaga su propio imaginario, al final del álbum y como conclusión y paso al siguiente trabajo, el personaje protagónico muere, plasmado esto como tal en su canción “Bineural”, pero esta muerte adolece de tragedia en el estricto sentido de la palabra, tal vez conserve ciertos rasgos característicos de la muerte, como son el duelo de dejar la vida. Las letras de Bineural plasman una perspectiva en la que la muerte no solo es cuestión de alivio, sino que es el comienzo de una historia totalmente diferente, el preludio a un viaje interdimensional e introspectivo, como dice literalmente “Déjame liberar este cuerpo que vive en soledad, volaré hacia mí en lo profundo de mi eternidad. Tengo de los genios la completa extinción mental, sabiendo que en este plano todo sucumbirá, la mentira, la ilusión y rasgo el velo para luego ver el cielo donde duermo, saber qué hace tanto espero, miro entre hemisferios un vehículo piramidal y navego otros planos como todo un inmortal”. A la final las letras reflejan una concepción de la inmortalidad de la consciencia, que, tras variadas permutaciones, siempre “es”, y la muerte se presenta entonces como un alivio a la linealidad que marca nuestra memoria, a la interminable espiral de acontecimientos que se vuelven exageradamente tortuosos al concebirse y encerrarse todos en un tenue recipiente que es la personalidad. La muerte aparece esporádicamente en varias canciones tales como Vorágine “Hoy moriré, la verdad flotará, en sueños perturbados, viajaré a otro plano”. En otros temas se hace alusión a una de las rutas más inequívocas hacia la muerte: La locura, en palabras de Edgar Allan Poe, en absurdo imaginario se recita un fragmento de su cuento, “La Caída de la Casa Usher” que dice: “Moriré, tengo que morir de esta deplorable locura, así, así y no de otro modo me perderé, temo a los acontecimientos del futuro, no por sí mismos, sino por su resultado. Me estremezco pensando en cualquier incidente, aún el más trivial, que pueda acontecer sobre esta intolerable agitación, no aborrezco el peligro, como no sea por su efecto absoluto: El terror. En este desaliento, en esta lamentable condición, siento que tarde o temprano tendré que abandonar vida y razón a un tiempo, en alguna lucha con el torvo fantasma: El miedo.”

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