Finlandia: Un Espejo Que Refleja Nuestra Pobreza Educativa
Enviado por suarezh • 16 de Febrero de 2014 • 877 Palabras (4 Páginas) • 273 Visitas
Finlandia: un espejo que refleja nuestra pobreza educativa
Hernán Suárez
Asesor Editorial, Licenciado en Historia
En materia de educación los ojos del mundo están puestos en Finlandia. Todos quieren saber cómo lo hace. Sus resultados suscitan la envidia y apenan a la mayoría de países. En Colombia también está de moda.
Cientos de expertos y misiones gubernamentales acuden al país nórdico en busca de la cura para los males de la educación de sus países de origen. Cientos de artículos, decenas de libros se ocupan de explicar las razones del éxito, incluido un portal titulado Aprender de Finlandia. http://goo.gl/3u6Gw
El modelo finlandés es un espejo que nos permite ver de cuerpo entero nuestra pobreza educativa, nuestro atraso, los ingredientes del desastre que hemos producido. No hay manera de comparar nuestro trópico caliente y violento con la fría y disciplinada Finlandia. Y la razón es simple: los factores asociados a la calidad de la educación y los indicadores socioeducativo no admiten comparación.
La fórmula empleada por los finlandeses, construida durante treinta años continuos, es muy elemental: una educación pública ciento por ciento gratuita, una buena gestión de los recursos, los mejores profesores y la equidad en materia de exigencia y oportunidades de acceso a la enseñanza para todos. http://goo.gl/Az7f5
En Finlandia toda la educación es pública y gratuita, desde el preescolar hasta la universidad, solo existen 90 colegios privados y todas las universidades son públicas, en Colombia el 34% de la educación es privada y el 66% pública. En Bogotá este porcentaje de privados llega al 45%.
Mientras allí “no importa el dinero que ganen los padres para que tengan una buena formación”, “queremos que todos los alumnos se suban en el mismo tren”, y existe una alta exigencia de calidad por parte de las familias, en nuestro país las demandas educativas de los pobres son muy elementales, muy “primarias”. Consideran un gran logro tener un cupo y si es gratuito mucho mejor. La calidad y pertinencia de la educación que reciben sus hijos en los colegios públicos no forman parte de sus preocupaciones. Por eso el Estado se puede declarar satisfecho ofreciendo una educación pobre para pobres.
El interés por tener más y mejor educación es una preocupación propia de las clases medias y altas, pero para lograrlo deben pagar un alto precio. Lo que gastan en educación están muy por encima de sus ingresos. Familias de estrato 3 y 4 realizan ingentes esfuerzos para enviar a sus hijos a colegios y universidades de estrato 5 y 6. Pero lo más doloroso es constatar que en los estratos 2 y 3, pese a existir gratuidad y cupos públicos, muchos prefieren enviar sus hijos a colegios privados de barrio de dudosa calidad. En Bogotá, 111.719 niños de estrato 1, 2 y 3 se educan actualmente en colegios privados, pagados con dineros
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