Formar Y Comunicar En Salud Y Seguridad Laboral Una Tarea Indispensable Para Disminuir El Alto Índice De Accidentes Y Las Enfermedades Laborales.
Enviado por osomar357 • 12 de Agosto de 2013 • 2.287 Palabras (10 Páginas) • 623 Visitas
Por: Lcdo. Ronald Marrero.
En Venezuela, a pesar de los grandes logros y avances que ha tenido la salud y la seguridad laboral con la reforma de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT) y el nacimiento del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), sigue existiendo una realidad irrefutable que nos impacta de manera cotidiana y es el desconocimiento de los trabajadores y trabajadoras, de los riesgos ocupacionales a los que están expuestos en su lugar de trabajo, así como las causas que los originan, las consecuencias que generan y sus formas de prevención y control.
Esto sucede, aunque a nivel jurídico en el país hay una amplia normativa que obliga a los empleadores (as), tanto públicos como privados a informar de los riesgos laborales y más aún a formar a los trabajadores (as) en materia de prevención, salud, seguridad y medio ambiente de trabajo. La jurisprudencia a la que hacemos referencia y que obliga a los empleadores a dar formación y notificar los riesgos a los trabajadores es la siguiente, el convenio 155 que firmó la nación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que tiene rango constitucional, además de los artículos 53, 56, 58, de la Lopcymat, sumados a los artículos 12 y 82 del Reglamento Parcial de la Lopcymat, además del capítulo 3 de la Norma Técnica 01-2008 del INPSASEL y el artículo 862 del Reglamento de las Condiciones de Higiene y Seguridad en el Trabajo.
Como se puede ver es bastante amplio el marco jurídico, que obliga a informar y a formar a los trabajadores (as) en materia de salud y seguridad laboral, sin embargo esto realmente no se cumple en los centros de trabajo a menos que los mismos sean visitados por el INPSASEL y este organismo lo exija a través de ordenamientos legales y con la amenaza de implementar la parte punitiva de la ley, si los empleadores no cumplen con los mandatos que emana la institución.
Otro de los graves problemas que enfrentan los trabajadores (as), es que una vez que las empresas se ven obligadas a cumplir con las normativas de salud, seguridad y medio ambiente de trabajo que ordena la ley, los y las empleadoras, contratan a servicios técnicos y de asesores, que muchas veces no están en capacidad de dar respuesta a las verdaderas necesidades de los trabajadores y se termina, sin informar, ni formar, realmente a quienes laboran en la empresa, mientras que en otros casos estos servicios son totalmente deficientes e inadecuados.
Ahora bien, si es cierto que esto no sucede siempre ya que hay profesionales muy capaces y muy bien formados en el área que dan lo mejor de sí, para dar un buen servicio y para salvaguardar la salud, la seguridad y la vida de los trabajadores, también es cierto que hay muchos servicios técnicos y asesores a los que sólo les interesa el dinero y profesionalmente no tienen las condiciones para ofrecer un buen trabajo en la materia.
Sin embargo, a pesar de esta realidad comentada en el párrafo anterior, es irrefutable que para poder proteger de forma eficaz la integridad física y mental de los trabajadores (as) y además garantizar unas condiciones óptimas de salud, seguridad y medio ambiente en los puestos de trabajo, es necesario la organización y generación de una serie de herramientas formativas e informativas, que permitan al trabajador (a) reconocer y determinar la existencia de los riesgos laborales, además darle una valoración adecuada a los mismos y que esa formación les permita también tomar las medidas a adoptar, para eliminar los riesgos si es posible y si no reducirlos al mínimo.
Es por este motivo, que surge la necesidad del estudio de otros aspectos en el campo de la prevención de la salud laboral, aspectos que se deben centrar por un lado en la mejora de la organización del trabajo y la buena supervisón y por otro en la participación activa y protagónica de los trabajadores en el proceso de la salud, la seguridad y el medio ambiente de trabajo para que el mismo sea más eficaz y a la vez más eficiente.
Debemos recordar que la salud laboral en Venezuela, es un problema de salud pública donde las últimas cifras publicadas en el año 2006, hablan de un promedio de 449501, accidentes laborales por año, con un saldo de 43125 personas discapacitadas de manera temporal o permanente en un año y 2344 muertes ocasionadas por accidentes y enfermedades laborales en un año. Para ratificar más lo expuesto podemos citar también los datos del anuario del año 2006 del Ministerio Popular Para La Salud, donde se informa que los accidentes laborales “constituyen la cuarta causa de muerte en el país si se ubican dentro de los accidentes en general”i. Lo que deja ver la enorme problemática a la que nos referimos en este artículo.
Ahora bien, podemos asumir que la falta de formación de los trabajadores, o simplemente el desconocimiento de la necesidad de impulsar y mantener una cultura de prevención y seguridad por parte de los empleadores, que ayude a eliminar o en su defecto minimizar los riesgos laborales, acrecenta la situación comentada arriba, situación que afecta de manera negativa, al trabajador, al empleador, al Estado y la sociedad.
Decimos que el accidente y la enfermedad laboral afectan a la sociedad en su conjunto, dado que al analizar las consecuencias de una accidente de trabajo vemos el nivel de afectación que tiene el mismo enorme, entre ellos podemos nombrar las siguientes consecuencias para el empleador, pérdidas a nivel de producción, pérdidas a nivel maquinarias y equipos, pérdida por reparación y cambio de equipos y entrenamiento del nuevo personal, pérdidas por gastos jurídicos y médicos, entre otros, como consecuencias para el trabajador podemos citar, lesión que puede ser temporal o permanente y en el peor de los casos la muerte, pérdidas económicas, desorden y estrés familiar, altos niveles de depresión, para el Estado enormes gastos a nivel médico, cobertura del seguro social, gastos por diferentes niveles de asistencia al trabajador y su familia y para la sociedad, problemas de violencia, poca producción, niveles de depresión y falta de producción por estrés psicológico, en el entorno de la persona accidentada o que posee una enfermedad laboral. ii
Toda esta problemática, puede minimizarse con un programa de formación y comunicación en el tema de prevención de riesgos en salud y seguridad laboral, que avance hacia la consolidación de una cultura de prevención de accidentes y enfermedades laborales en las empresas y centros de trabajo. Para lograr esto, se necesita formar liderazgo participativo y protagónico de los trabajadores en esta materia, a su vez deben participar e intervenir los empresarios y el estado, para lograr la implementación de esta política preventiva
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