Fundamentos de la evaluación Síntesis de lectura

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Fundamentos de la evaluación

Síntesis de lectura

El texto de Noemí Fernández Mojica se centra en la definición de la evaluación, ya que esta definición suele confundirse con prácticas como la medición, calificar, estimar, dar un juicio o acreditar con un número una actividad académica, ya sea un examen, un proyecto o cualquier otra tarea escolar, por parte del maestro al alumno, sin interacción, casi dictatorialmente, sin derecho de réplica o capacidad de corregir.

        Tenemos por ejemplo de una nueva estrategia educativa y evaluativa a la Universidad Veracruzana, donde ya se apela por fomentar y crear un nuevo tipo de estudiantes, alumnos listos para enfrentar el mundo globalizado, no como herramientas de repetición memorística, sino como seres humanos íntegros, dispuestos a generar un cambio en la sociedad y en sí mismos, que crecen a la par de los maestros que tienen en el aula, en el espacio que se vuelve en el centro de conocimiento del alumno, no de la exposición eterna del maestro dogmático y vuelve la cara a la escuela nueva.

        La evaluación, pues, pasa de ser una herramienta de medición arbitraria impuesta por un educador que se preocupa más en la repetición de su conocimiento que lo que su alumno realmente aprende y le interesa. Ahora nos interesamos más por el aprendizaje significativo, el profesor se interesa por evaluar el grado en que los alumnos han construido sus interpretaciones y el sentido funcional a lo que han adquirido por medio de la ayuda pedagógica y sus propios recursos cognitivos.

        Obviamente, esto se debe basar en los cuatro pilares del aprendizaje: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Estos pilares se unen para formar estudiantes que dominan y manejan nuevas tecnologías, que se apropian del conocimiento que más les es significativo que conocen sus habilidades y oportunidades, que saben de valores y los ponen en práctica cada vez que se necesiten, que se ven como seres humanos en sociedad, que proponen nuevas ideas que ayuden a los que hacen al mundo.

        El estudiante es un ser creativo, crítico y lógico, que se desarrolla en un mundo globalizado que necesita profesionales que sepan manejares entre varias áreas de trabajo, por eso también el maestro debe enfocarse en las disciplinas múltiples, en toda habilidad que les permita abordar las problemáticas que los alumnos puedan enfrentar en el futuro.

        El centro del proceso educativo ahora pasa a ser el estudiante, que tiene un papel activo, libertad de promover su creatividad Y reacción frente a un nuevo conocimiento. Así, se le permite desarrollar habilidades, actitudes y destrezas plenamente, para lograr una formación integral, para consigo como para la sociedad, todo bajo la tutela del profesor que se desarrolla como tutor, no sólo como el dictador frente al salón, sino como un miembro más de la participación del proceso de aprendizaje, que fomenta el diálogo, el debate, el crecimiento intelectual de los educandos, todo con el fin no de una calificación perfecta al final de un curso, sino por el bien común del mundo en que vivimos.

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