GARAY, Luis. Crisis, exclusión social y democratización en Colombia

​GARAY, Luis.

Crisis, exclusión social y democratización en Colombia.

(2003).

26 páginas.

Reseña

El autor nos explica que Colombia es un país con una profunda problemática de exclusión social, dándonos a entender que esto se puede superar aplicando políticas que sean idóneas para nuestra población, que oriente y reestructure todo el sistema, el poder económico y político. Es esencial que se genere una gran inversión de forma organizada en diferentes aspectos para que sea notorio el progreso, por medio de una transformación social que sea real. El autor nos muestra desde su perspectiva la realidad de nuestro país, con ese sinnúmero de carencia y de vacíos, de asegurar esa inclusión social y hacer que sea algo legítimo de verdadera funcionalidad a nuestra población, que se creen una institucionalización adecuada y unas normas de juego claras.

Resumen

Colombia es un país que se encuentra sumido en una gran cantidad de problemas que generan pobreza y desigualdad haciendo que el tejido social y las políticas de inclusión se vean fragmentadas y poco efectivas. La inclusión social es un propósito que el Estado no debería dejar de lado sino por el contrario hacer políticas que sean efectivas, estables y perdurables, mediante instrumentos que mejoren su aplicabilidad. Haciendo que la población no se vea estancada en la pobreza, sino que contribuya al desarrollo de sus habilidades, potenciando sus capacidades y dándole valor a su vida. Pero es lógico que para llegar hasta este punto de beneficio para la sociedad hay que empezar a superar diferentes barreras y obstáculos que nos impide el desarrollo de esta inclusión, como lo es la falta de educación, de productividad, de servicios, la recuperación de una politica aportante y la eliminación de las malas prácticas políticas y es ahí donde la problemática social colombiana se muestra en los diferentes campos, primero se destaca la exclusión social donde se puede observar la igualdad de oportunidades y la posibilidad de potencializar las capacidades de los individuos, se alimentar sus conocimientos. Segundo, la subordinación de lo público, lo que hace que los privilegiados sean unos pocos en los que recae el poder económico, político y social haciendo que se cree un bloqueo en el beneficio de la población que más lo requiere y que los propósitos públicos y económicos queden de lado y desechados. Tercero, tenemos la precariedad del estado pues tiene una notable debilidad en cuanto al establecimiento de instituciones que garanticen el respeto de los Derecho Humanos, la preservación del orden público y la integridad tanto de los individuos como del territorio. Cuarto, la fragilidad de la convivencia ciudadana y aquí tiene protagonismo la fuerza, la coacción y la violencia de unos grupos sobre otros grupos, buscando sus propios fines, o “ayudando” alcanzar los fines individualistas de ciertas personas que van en contra de los beneficios para la población y de los derechos de ésta. Quinto, la producción de prácticas de ilegalidad, y esto se debe a la consolidación de un pasado que hace bulla en nuestro presente y futuro, el narcotráfico en un ente que siempre ha desestabilizado y agrandado toda la problemática colombiana, trayendo consigo pobreza, muerte, desigualdad y precariedad. Sexto, la tendencia hacia la desactivación productiva, pues se ha visto la poca participación de las actividades tanto agropecuarias como industriales en el PIB.

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