Gestión de la diversidad

Gestión de la diversidad

A lo largo de los años el tema de la diversidad cultural ha ido cambiando, comenzó como un requisito impuesto, como una medida para proteger las garantías individuales de las personas y mitigar la desigualdad respecto al acceso a las mismas oportunidades.

Desafortunadamente estamos habituados a ver la diversidad como algo no tan conveniente para el desarrollo de una organización, desaprovechando la riqueza y oportunidades que esta representa, es común que al ingresar a una organización se espera que el nuevo elemento se mimetice con el entorno y aunque esto podría ser lo deseado para la mayoría de las empresas; se está desaprovechando la riqueza de las diferencias, y la posibilidad de establecer una relación ganar-ganar, no solo para la compañía y colaboradores, sino para la sociedad en general.

La diversidad como en la mayoría de los ámbitos, nos permite tener una visión más rica y completa del todo, nos ayuda a entender el cómo  y por qué de las cosas, y por tanto comprender los cambios que ocurren en el entorno y que tendrán inferencia dentro de la organización, pues recordemos la composición  social de las organizaciones se está transformando, y por tanto debe ver esta transformación como una oportunidad para aprovechar la riqueza de la diversidad, de puntos de vista, de formación, de género, de culturas, en beneficio de la organización y formar una nueva cultura donde prevalezca el respeto y la cooperación. Es por ello que resulta vita que sea la dirección quien lo promueva no solo con discursos, sino con acciones.

Es momento de que las organizaciones vean más allá de sus necesidades económicas, y comiencen a crear valor compartido, a partir de la diversidad y una cultura de responsabilidad social. Pues debemos comprender que toda acción u omisión tiene un efecto en la sociedad y cada cambio de esta se reflejará al interior de la organización; es decir, existe una relación de interdependencia. Es por ello que debemos encontrar alternativas para incorporar a todo su equipo de trabajo en la sinergia de colaboración y cooperación, promover el actuar en beneficio de la comunidad, lo cual puede lograrse incorporando a los empleados en estas acciones; uno de los métodos más útiles son los voluntariados; pues es una manera de fortalecer los valores. Es sustancial reconocer que lo importante no es comenzar con grandes acciones, sino comenzar a hacerlo desde cada una de nuestras trincheras, involucrarnos y no ser solo espectadores. Las pequeñas acciones con un propósito firme pueden tener grandes resultados. No se requiere gran cantidad de recursos económicos para crear un gran cambio, se requiere interés, disposición y por supuesto acción.

Como lo menciona Montse Ventosa García-Morato, “Humanidad se refiere a lo que como seres humanos tenemos en común, y Cultura a lo que nos hace diferentes”; pero hasta qué punto en nuestra realidad son toleradas estas diferencias, a pesar de que la UNESCO ha establecido recomendaciones, aún existe renuencia a la incorporación y respeto en la sociedad; que es vital para el desarrollo sostenible. Aunque la gestión de la diversidad ha recorrido un largo camino, la realidad es que desafortunadamente el tema de la discriminación sigue presente en nuestros días, y en muchas de las ocasiones ocultos en formas de pensar no cuestionadas, porque en el entorno es “normal”; esta situación no solo merma las relaciones de respeto, sino que también violenta los derechos y garantías individuales.

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