Gobierno y políticas públicas. Democracia gobernabilidad y gobernanza

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GOBIERNO Y POLÍTICAS PÚBLICAS

DEMOCRACIA GOBERNABILIDAD Y GOBERNANZA

LUZ MARINA GÓMEZ MC LEAN

La democracia es simplemente el método más civilizatorio que ha encontrado la humanidad para procesar en paz y de manera institucional su compleja vida social, es este empeño por difundir el conocimiento y por problematizar los desafíos siempre abiertos de la vida democrática.

Se podría decir que Gobernabilidad y Gobernanza son dos conceptos que se elaboraron para entender los problemas de la democracia contemporánea y darle respuesta, se relacionan con las deficiencias y fallas más que con las virtudes del gobierno democrático que hoy no vive su mejor momento.

Como, por ejemplo, Donald Trump, puso en discusión todo el modelo de la democracia occidental y les sobran razones, se pueden enumerar ejemplos funestos en otros países, pero el proceso electoral norteamericano ha sido un eslabón sombrío de la decadencia de la democracia occidental^[1]. Es evidente que Donald Trump ilustró dolorosamente el peligroso camino emprendido por las sociedades democráticas occidentales.

No se critican ni se ponen en duda los valores y principios del régimen democrático, su superioridad humanista y política frente a los demás regímenes políticos, pero crecen las preguntas y dudas sobre la capacidad de los gobiernos democráticos legítimos para gobernar a la sociedad actual.

Además, se podría decir que hay dudas sobre el valor del proceso de votación democrático para seleccionar gobernantes idóneos con autoridad directiva o para resolver cuestiones políticas cruciales. Los cuestionamientos y dudas expresan la frustración generalizada de varios sectores sociales en numerosos países por el pobre desempeño de los gobiernos democráticos en el frente institucional y en el frente directivo, les fastidia y hasta indigna que reproduzcan los vicios públicos arcaicos que sus sociedades arrastran desde siglos como la mentira y la corrupción les impacientan los vicios del poder de su envejecida y distante clase política y no soportan las imprevisiones de sus gobiernos frente a las oportunidades riesgos y desequilibrios que la dinámica del mundo económico y social actual genera.

Un ejemplo del clima de frustración democrática es el informe Latino Barómetro del 2015^[2] (es un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 20.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 600 millones de habitantes) que comienza su reporte con la afirmación contundente de que los latinoamericanos son los más insatisfechos de la tierra con el funcionamiento y rendimiento de la democracia.

Algunos versados en este tema afirman que la democracia actual es el gobierno de los ignorantes y desinformados por lo que se requiere un voto ponderado y una epistemología o conocimiento, un gobierno de los conocedores. También hablan de una un síndrome de fatiga democrática en los países occidentales y advierte que el problema no es la democracia sino el voto. No se puede ocultar que actualmente se ignora al pueblo y se desentiende de la gente común y corriente.

La capacidad y eficacia directiva de los gobiernos democráticos de hoy en día es un asunto de preocupación vital para los ciudadanos y para el futuro de los países.

El régimen democrático cuyo eje estructurador racionalmente fundamental   son las libertades y derechos de los hombres y de los ciudadanos constitucionalmente reconocidos y protegidos, también se refieren a la capacidad directiva de los gobiernos democráticos a su capacidad de definir y realizar un proyecto común de sociedad, salvaguardar los valores de la libertad y los derechos garantizar la seguridad resolver conflictos y problemas crear condiciones sostenidas de bienestar y seguridad social; en el entendido de la condición fundamental del sustento de la capacidad directiva de los gobiernos que  es la autoridad la autoridad del gobierno, el reconocimiento social de que merece ser obedecido y ser digno de confianza por su integridad institucional.

Hay factores que al interior de los gobiernos, erosiona la capacidad directiva de un buen número de gobiernos democráticos que debilitan su autoridad, hacen perder la confianza social y los llevan a situaciones críticas de ingobernabilidad son específicamente sus fallas institucionales fallas financieras, fallas administrativas y fallas políticas que cargan sus decisiones y acciones aunque también con frecuencia son causas de los defectos de la configuración institucional electoral y gubernativa de algunos regímenes democráticos.

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