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Guerra De Los Supremos


Enviado por   •  19 de Mayo de 2013  •  1.031 Palabras (5 Páginas)  •  759 Visitas

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La Guerra de los Supremos: Desconocimiento político

En 1839 el presidente José Ignacio de Márquez creó una ley que estipulaba el cierre de todos los conventos cuyos miembros fueran menores a ocho personas, para que de esta forma se recaudaran fondos públicos. Este hecho tuvo gran polémica en Pasto, donde cuatro conventos se vieron afectados ante esta ley, y decidieron armar una revuelta que fue sofocada rápidamente por el gobierno. Pero no bastaron más de dos meses para que caudillos del partido liberal decidieran levantarse en armas contra el gobierno centralista, en principio con la excusa de aquella revuelta que defendía los conventos, pero que detrás de ellos estaban los interés propios que más tarde atrajeron a otras provincias a rebelarse ante el gobierno, creando una lucha interna.

Durante aquella época Colombia era un país muy joven, hace tan solo 20 años habían cesado las brutales guerras de independencia que arrastraron a miles de personas a la muerte. La nación se consideraba libre, pero carecía de una óptima organización política, que dominara de forma adecuada, tomando en cuenta los intereses de las distintas clases que lucharon a muerte en la búsqueda de una mejora de vida. Se había establecido un gobierno centralista, quien construyo una primera constitución en 1832 y otorgo a la nación el nombre de República de la Nueva Granada. Pero el federalismo no había desaparecido, reposaba en los ideales de quienes criticaban esa forma de gobierno, y que encontraron un primer golpe durante las revueltas provocadas en 1839. Las oposiciones políticas solo eran inútiles conflictos en busca del poder, ambas doctrinas eran egoístas, controladas por hombres de un alto status que deseaban dominio, encontrar la forma de administrar un país (desde el punto de vista central) o una región determinada (desde el punto de vista federal) a su conveniencia. O quizá, si se pudiera concebir un gobernante fuera de este marco de politiquería, el desconocimiento de las poblaciones más pauperizadas era enorme; para gobernar no se necesitan buenas intenciones, hacían falta acciones, políticas que favorecieran a la gente casi desvalida, a esclavos (a quienes debían su libertad desde la independencia), a campesinos y a todos los mártires de los que se oye hablar cuando se menciona la independencia.

La independencia había estimulado a la población, en quienes se podía observar aún el sentimiento de libertad. La ignorancia –termino vulgar, pero el correcto para referirse a la situación- de la mayoría de la población les mantenía lejos de establecer una adecuada posición política, lo que favoreció a los líderes de cada partido, quienes utilizaban a las masas para aumentar su poder. El federalismo que deseaba revocar el actual gobierno, utilizo aquel sentimiento de libertad que aún hervía en la sangre de la población para ponerlos en contra de los conservadores; aquella gente comenzaba a creer que aún no eran libres, estaban bajo otro gobierno igual o peor de incompetente que el anterior. Construyeron entonces el deseo de nueva lucha por una “verdadera libertad”, pensamiento que se desató en aquella revuelta del año

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