Guía Para La Elaboración De Un Plan Efectivo De Calidad Y Seguridad Hospitalaria
Enviado por sairene • 12 de Enero de 2014 • 2.737 Palabras (11 Páginas) • 401 Visitas
Guía para la elaboración de un Plan Efectivo de Calidad y Seguridad Hospitalaria
Introducción
Modelo Conceptual de Gestión de la Seguridad
Las decisiones de alto nivel están influenciadas por factores externos
políticos y económicos. Sin embargo, y a los efectos de este análisis,
ellas representan el punto de inicio común para varios de los senderos
fallidos que veremos. Son las raíces causales que permitirán el desarrollo
hacia procesos catastróficos.
Suele tomarse como axiomático que las decisiones estratégicas ocasionarán
consecuencias negativas sobre la seguridad de algún sector del sistema.
Esto no quiere decir que todas las decisiones sean defectuosas. Pero aún
aquellas consideradas buenas, con el tiempo pueden generar debilidades en
la seguridad, particularmente cuando implican una inequitativa asignación
de recursos o cuando implican la presunción de incertidumbres futuras.
Hay que enfatizar que esto no implica trasladar la culpa del frente
operativo al frente gerencial. Más bien tiende a reconocer que, no importa
cuán duro tratemos, no podemos esperar eliminar las consecuencias
indeseables de las decisiones estratégicas. Lo importante aquí es no tanto
prevenir que estos "patógenos residentes" se implanten, sino hacer que sus
consecuencias negativas se hagan visibles a aquellos que administran y
operan el sistema.
Entre otras cosas, el vértice estratégico de la empresa es responsable de
(a) diseñar, equipar y administrar los diversos lugares donde se realiza
el trabajo, y (b) proveer defensas contra los peligros organizacionales
previsibles. Consideraremos ambos puntos ahora.
La teoría sostiene que las consecuencias negativas de las decisiones del
más alto nivel (ej. presupuesto inadecuado, planeamiento deficiente,
escaso personal, presiones de tiempo tanto en lo comercial como en lo
operativo, etc.) son transmitidos a través de varias vías organizacionales
hacia los lugares de trabajo. Allí, crean las condiciones que promueven
los actos inseguros. Muchos de estos actos inseguros serán cometidos, pero
pocos violarán las defensas para transformarse en accidentes.
La teoría sostiene que cualquier falla organizacional es capaz de crear
las condiciones necesarias tanto para los errores como para las
transgresiones. Sólo cuando buscamos secuencialmente desde las condiciones
organizacionales hasta las condiciones y defensas laborales locales,
aquellos factores condicionantes se harán evidentes y fácilmente
detectables y discriminables, aunque siempre habrá factores comunes a los
errores y las transgresiones.
Frente a esto, los dos elementos productivos más importantes de las
organizaciones de alta tecnología (energía nuclear, o plantas químicas)
son los sistemas automatizados de control y los operadores humanos. Ambos
ejercen funciones defensivas esenciales. La automación está para
incrementar la eficiencia y la seguridad de la planta al tomar funciones
que antes ejercía el operador humano, pero en forma variable y falible.
Los operarios están para restaurar la planta a un estado de seguridad en
casos de accidentes que van más allá de la tecnología inteligente o del
diseño. Lo propio es cierto -en otra escala- en los cockpits de los
modernos aviones automatizados.
Aunque la tecnología digital actual es muy inteligente, todavía no puede
pensar "por sí misma" como los humanos. De modo que se deja a los
operadores para que se ocupen de las emergencias no previstas en menos que
ideales condiciones, algo que pueden hacer mejor que las computadoras,
aunque no siempre. En algunas ocasiones los humanos aportan soluciones
originales (Sioux City, Davies-Besse, etc.), pero en otras ellos
empeoraron las cosas ya de por sí peligrosísimas (TMI, Chernobyl, etc.).
Para complicar aún más la ironía, suele ocurrir que los operadores están
atrapados en sus poco exitosos intentos por las inadecuaciones de las
defensas tanto del diseño como de los procedimientos.
Las defensas, barreras y salvaguardias pueden clasificarse según dos
dimensiones relativamente independientes: (a) las funciones que tienen y,
(b) los modos de aplicación dentro de la organización.
FUNCIONES:
• Crear conciencia y comprensión de los riesgos y peligros.
• Detectar y alertar la presencia de condiciones anormales o
inminentemente peligrosas.
• Proteger a la gente y el entorno de daños o perjuicios.
• Recobrarse de las condiciones anormales y restaurar el sistema a un
estado de seguridad.
• Contener la liberación accidental de energía o sustancias
• Permitir el escape de las potenciales víctimas de la situación de
peligro.
MODOS DE APLICACIÓN:
• Dispositivos automáticos diseñados (alarma de proximidad del terreno,
autopilot, detección automática y apagado de un reactor, etc.)
• Políticas, estándares y controles (administrativos y manageriales),
medidas todas destinadas a promover las prácticas laborales estandarizadas
y seguras.
• Procedimientos, instrucción y supervisión (medidas orientadas a proveer
know-how de las tareas locales).
• Adiestramiento, "briefings", instrucción recurrencial (para la
consolidación de habilidades técnicas, conciencia de seguridad y
conocimiento sobre seguridad).
• Equipamiento protector personal (desde botas hasta trajes espaciales).
FALLAS ACTIVAS Y LATENTES: SEGUNDO ESCALÓN
Cuando hay humanos involucrados en un sistema complejo, habrá fallas.
Las fallas pueden ocurrir en el lugar de trabajo o en relación a las
defensas. La Figura 1.3. describe el siguiente paso en el proceso de
construir esta teoría. Muestra las diversas fallas activas ocurriendo en
varios lugares de trabajo. Las fallas latentes, por otro lado, están
principalmente asociadas con debilidades o ausencias de las defensas.
... ... ... Figura 1.3. (omitida por la dificultad en el escaneo)
Las fallas activas se distinguen de las latentes de dos maneras. La
primera es el tiempo que demoran en poner
...