HÁBITOS PARA LOGRAR LA EFECTIVIDAD

HÁBITOS PARA LOGRAR LA EFECTIVIDAD

Para Covey, el autor del libro de los siete hábitos de la gente altamente efectiva, narra en contexto que los buenos hábitos son factores de índole relevante para nuestra existencia, analizando nuestro interior, nuestra conciencia y sentido común. Los hábitos son factores poderosos dato que se trata de pautas consistentes, a menudo inconscientes que expresan nuestro carácter y genera efectividad o inefectividad. Nuestros hábitos forman nuestras vidas como buenos, malos, irrelevantes y dañinos. Por lo general tomamos decisiones inconscientes sin preguntar por qué tomamos estas posturas fuera de reflexionar sobre ellos. Sin duda, para cimentar la felicidad y el éxito duradero hay que poner en marcha estos principios fundamentales de la efectividad humana. Este libro es un instrumento capaz de aportar herramientas precisas para aprender a llevar a cabalidad nuestra vida de forma efectiva, mediante procesos continuos de crecimiento personal e interpersonal como nuestros cambios de paradigmas, percepciones, comprensión, carácter, actitudes y aptitudes para poner en marcha en nuestra vida diaria.

Covey argumenta que es significativo el cambio de paradigmas, quiere decir que deben ser llevadas de adentro hacia fuera. Luego empezamos a comprender que debemos cambiarnos a nosotros mismos de manera efectiva, y así cambiar nuestras percepciones. Nuestra imagen de nosotros mismos y nuestro rol interpersonal influye de cómo nos ve el mundo y una supuesta visión de nuestro sentido de la vida. Un paradigma es el modo en que percibimos e interpretamos el mundo. A través de mapas mentales actuamos y pensamos de manera determinada sin tomar en cuenta que no todos los pensamientos y opiniones son correctas y por lo tanto una percepción es una interpretación de un mundo diferente. Hay que tener un pensamiento lateral, ya que es un método de pensamiento que puede ser empleado como técnica para la resolución de problemas de manera imaginativa. Toda percepción afecta nuestros paradigmas. Las influencias que forjan nuestras vidas tienen un efecto silencioso e inconsciente que influyen nuestros mapas mentales. Por ello, se demuestra que tales paradigmas sencillamente influyen en nuestras actitudes y conductas. Prácticamente es inútil cambiar esas posturas si no cambiamos desde afuera hacia adentro. Cabe decir que nuestro modelo de vida; correctos o incorrectos, son fuentes de nuestras actitudes y conductas y en última instancia de nuestra relación interpersonal con la sociedad. Cada persona experimenta situaciones de vida que hace cambiar su pensamiento lógico frente a percepciones vívidas para cambiar su conducta, e incluso se hace difícil tomar dediciones sobre el fenómeno de cambio que se produce espontáneamente del modo que vemos las cosas. 

Aunque llegáramos a conocernos muchísimo más, nunca alcanzaremos el fondo. Seguiríamos siendo un enigma para nosotros mismos, y nuestros semejantes seguirán siéndolo para nosotros. La única forma de alcanzar el conocimiento total consiste en el acto de amar: ese acto trasciende el pensamiento, trasciende las palabras. (Fromm, 2007, pág. 24)

Con referencia a lo citado, el autor relaciona a profundidad el potencial transformador de ese sentimiento para poder conocernos. Hoy en día deberíamos trascender para poder crecer y desarrollarnos, liberar potencial y talento con principios colectivos racionales. Para relacionarnos efectivamente con nuestro alrededor, hay que saber escuchar con paciencia, estar abiertos y desear comprender que ayuda a dar consejos de alto nivel. Para llegar a conocernos a nosotros mismos, es un proceso continuo de renovación, como un feedback basado en el desarrollo y en el progreso humano. En relación a lo expuesto, al momento de poner en práctica los hábitos que vamos a aplicar, tal vez nos va a sorprender el cambio de nuestras percepciones negativas y en nuestras relaciones interpersonales nos verán como una persona que cambia y evoluciona dispuestos a brindarnos ayuda, apoyo y sinergia. 

Para comenzar analizar el primer hábito hay que tomar en cuenta factores de nuestra visión personal. Nuestra autoconciencia es nuestra aptitud para pensar en procesos de pensamiento. La proactividad es el primer hábito importante, ya que no significa sólo tomar la iniciativa, significa que nosotros somos responsables de que hacemos con nuestras vidas y decisiones. El autor habla de que tenemos que aplicar un modelo proactivo; estas personas se mueven por valores, se influyen por estímulos externos como físicos, sociales o psicológicos. Por esto un modelo proactivo sigue condiciones básicas como un estímulo, luego la libertad interior de elegir tomando en cuenta la autoconciencia, voluntad independiente, imaginación, conciencia moral, y por último elegimos la respuesta. 

Al tomar la iniciativa significa que debemos reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan. Cabe decir que un espíritu de responsabilidad, nos facilita a elegir respuestas positivas. Las personas proactivas centran esfuerzos en el círculo de influencia, quiere decir que toman en cuenta a las cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo a diferencia de los círculos de preocupación con energía negativa. Por esto, solo cuando ponemos en práctica nuestro círculo de influencia, nos centramos en nuestros propios paradigmas y empezamos a crear una energía positiva, lateral con enfoque proactivo.

El segundo hábito nos habla que las personas siempre tienen que empezar con un fin en mente, ahora, pensamos profundamente. ¿Qué significa? A mi criterio interpreto que comenzamos con una clara comprensión de destino. Significa saber a donde estamos yendo, y dar siempre los pasos adecuados para ir en dirección correcta. El principio básico de poner un fin en mente es primero hacer una creación mental, y luego finalizar con una creación física. 

Para (Tolle, 2014, pág. 14) “la mente es esencialmente una máquina de supervivencia. Ataque y defensa con otras mentes, recoger, almacenar y analizar información, eso es en lo que es buena, pero no es creativa en lo absoluto”, por medio de la imaginación podemos visualizar que hay en nuestro interior y que queremos hacer. Los factores que resaltan para poner un fin en mente son la seguridad, guía, sabiduría y poder. Cuando estos factores trabajan en armonía dan origen a la fuerza de personalidad equilibrada, noble e íntegra y así tomar la decisión de nuestros centros alternativos; quiere decir que nos permite percibir en qué estamos centrados y hacia dónde vamos como en la familia, el dinero y en el trabajo.

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