Hackdron

Historia de hacker que se roba un banco

Las cosas no siempre salen como nosotros las planeamos o pensamos, pero de una u otra manera vamos improvisando un poco y las acomodamos.

Esta historia es una prueba de que eso es cierto.

Diego: No puedo creer que ya casi no tengo clientela, enserio, ¿qué es lo que hago mal?, digo no soy tan malo, bueno no importa de todas formas tendré que hacer algo para no tener que cerrar.

En eso entra un señor muy preocupado por algo que le había sucedido...

Sergio: No puedo creerlo, de verdad que no puedo creerlo, es que ¿Cómo pudo haberme pasado eso?

Al escucharlo, Diego le pregunta que es lo que sucedía y si lo podía ayudar en algo...

Diego: ¿Algún problema señor, lo puedo ayudar en algo?

Sergio: no creo – se da la vuelta para retirarse pero se regresa- bueno la verdad sí.

Diego: Usted dirá.

Sergio: Lo que sucede es que hace unos días hice una transacción de una cuenta a otra desde mi laptop, pero me la robaron.

Diego: ¿su laptop?

Sergio: Si mi laptop, pero eso no es lo malo, en mi laptop tenia todos mis datos personales, de mis cuentas de banco y mi trabajo, ahora no puedo retirar de mi cuenta de ahorros.

Diego: Pues la verdad no sé cómo puedo ayudarle.

En eso el ayudante de Diego, _________ dice.

_________: (bromeando) Pues puedes entrar al sistema del banco, sacar su contraseña y recuperar su cuenta jaja.

Sergio muy emocionado pregunta.

Sergio: ¿Puede hacer eso?

Diego: (preocupado) pues si podría hacerlo pero pues digamos que no es muy legal.

Sergio: Está bien yo entiendo- da la media vuelta y se retira-.

Diego: (ansioso) Espere, ¿Qué tan importante es para usted recuperar su cuenta de banco?

Sergio: Muy importante, de eso depende mi familia.

Diego al no querer perder más clientela decide aceptar y junto con Azucena ponen en marcha un plan para poder entrar al sistema del banco y recuperar la contraseña de Sergio, saben que es arriesgado y que no es correcto pero aun así lo harán.

Pasan un par de semanas y logran recuperar la dichosa contraseña, pero ahora como localizarán a Sergio, pues él no había dejado un número de teléfono, una dirección o una identificación siquiera. Al día siguiente Sergio se presenta ante Diego y...

Sergio: (agitado) No puedo explicártelo pero te tengo que pedir un favor, no preguntes porque ni para qué.

Diego: (Sacado de onda) Está bien.

Sergio: Tienes que ir al banco y retirar todo lo que hay en mi cuenta personal, todo, escuchaste, todo.

Diego sin hacer preguntas va al banco y retira todo lo que hay en esa cuenta. Ya en el banco...

Soraida: Buenos días señor en que puedo ayudarlo, ¿señor?

Diego: (Distraído) ¿Perdón qué?

Soraida: En que puedo ayudarle.

Diego: vengo a retirar todo lo que está en esta cuenta por favor.

Soraida: (checa la computadora y pregunta) ¿Está seguro de que quiere retirar todo señor?

Diego: Si ¿Por qué, hay algún problema?

Soraida: Claro que no, permítame un momento.

Soraida se retira de su lugar y al poco rato regresa con una maleta la cual entrega a Diego.

Diego: ¿Qué es esto?

Soraida: Su dinero señor, una cantidad tan grande no se puede entregar así nada más, ahora solo necesito que me firme aquí y podrá llevárselo.

Diego: (pensativo) Si está bien.

Termina de firmar y se retira del banco, llega a su negocio y sin decir nada se sienta y pone la maleta a un lado suyo.

Sergio: ¿Lo retiraste, lo retiraste todo?

Diego: (muy serio) Si lo retire, pero antes de que te lo entregue tienes que decirme lo que pasa.

Sergio: jaja no pasa nada, no me hagas reír.

Diego: Bueno si no pasa nada entonces no hay problema si me quedo unos días con el dinero verdad.

Sergio: (Burlándose) Bien, ya, te diré. Lo que pasa amigo es que acabas de robar un banco.

Diego al principio no le creyó pero luego recordó la manera tan misteriosa en la que Sergio había llegado a su local, el que casualmente le hubieran robado su laptop, que no hubiera ido al banco para reportar el robo de su cuenta y que lo mandara a retirar TODO el dinero a él.

Diego: ¿Que tu hiciste qué?, hijo de......y por qué no me dijiste antes de ir por el dinero.

Sergio: Pues porque si te lo hubiera dicho no hubieras ido, y a mí me pueden reconocer, entonces ¿cuánto dinero quieres ganar por tu trabajo?

Diego: Nada, no quiero nada de tu dinero robado.

Sergio: ¿Estás seguro?

Diego: Si, ahora vete y no te atrevas a regresar.

Sergio: Está bien, pero si cambias de opinión, -le entrega su tarjeta- llámame.

Sergio sale del lugar, pero deja muy pensativo a Diego.

Después de unos días Diego le pregunta a Azucena...

Diego: ¿Tú crees que debería llamarlo?

Azucena: Pues la verdad sí.

Diego lo mira fijamente como esperando escuchar un no.

Azucena: ¿Qué? Cada vez tenemos menos clientes y una lanita no te caería nada mal.

Diego se queda muy pensativo y al día siguiente...Muy temprano toma el teléfono y le marca a Sergio.

Diego: Esta bien quiero el 10% de lo que robaste.

Sergio: Te veo a las 10:00 en punto.

A las 10 de la mañana se ven como lo habían acordado. Sergio llega con una pequeña maleta y se la entrega a Diego.

Sergio: (burlón) Es un poco menos de lo que te debería de dar pero pues en el banco te descontaron el precio de la maleta, pero aun así es muy buen dinero.

Diego: Bien, no importa.

Sergio: En una semana vendré a darte los datos de la siguiente cuenta.

Diego: ¿Cómo que de la siguiente cuenta? Yo ya no pienso hacer esto.

Sergio: ¿No has entendido verdad? No es que tú quieras o no, tú vas hacer lo que yo te diga, y lo que yo te digo es que vas a entrar al sistema del banco cuantas veces yo quiera.

Se da media

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