Harry Potter y el Prisionero de Azkaban
Enviado por hmlp_0000 • 3 de Abril de 2014 • 1.305 Palabras (6 Páginas) • 479 Visitas
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban
El tercer año en la formación de Harry, pero en esta ocasión los problemas continúan: Sirius Black, un prisionero peligroso, ha escapado de la fortaleza de Azcaban –la prisión de los magos- y todo indica que está tras los pasos de Harry, quien deberá aprender a lidiar con Dementores al tiempo que se adentra en los elementos poco conocidos de su origen.
Sabe perfectamente cómo dirigir a una Princesita y de sobra conoce la intensidad de dos jóvenes lejos de su hogar, de su entorno, y de su Mamá también. El director mexicano, Alfonso Cuarón, brilla guiando a Emma Watson en el rol de la sabihonda Hermione y a Rupert Grin y Daniel Radcliffe como Ron y Harry, dos chicos que no lo son más, pues sus cuerpos y actitudes los han convertido en claros adolescentes.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban es un festín visual, un renacimiento de la saga, el brinco inevitable de la infancia a la pubertad y el puente sin regreso que abandona el mundo de la magia inocua, para adentrarse en la fantástica esfera del horror y lo desconocido.
Habrá sin duda quien haya gustado más del trabajo de Columbus en las dos realizaciones anteriores, pero hay que decir, sin riesgo a equivocarse, que el talento de Cuarón es innegable y está soldado con magia en cada una de las escenas de esta nueva entrega que resulta apabullante a la vista y definitivamente mucho más pletórica.
Hogwarts no es más la escuelita-castillo; hay un cambio abrumador, se ha transformado en un sitio más rico, con nuevos ángulos, locaciones, pendientes, lagos, explanadas, túneles y aulas; sin embargo es también un sitio mucho más oscuro; aún en los días soleados, los nubarrones opacan el cielo inglés; incluso el quiditch se juega bajo tormenta. La penumbra no es sólo para el paisaje, los diálogos se han vuelto más duros, las rivalidades más intensas, los personajes más siniestros, la atmósfera más mística. Cuarón ha cambiado el aire que se respiraba en la escuela de hechicería, pintándolo con su pincel preciosista e inyectándole mayor drama e intensidad.
La historia abre, (siendo redundante para con los fans), cuando Harry hace a un lado su personalidad de niño dulce para darle paso al mago incontrolable; la tía Marge, hermana de Vernon paga las consecuencias de provocarle. Desde allí, la cinta es trepidante, con muy pocos espacios para tomar aire. Harry es prácticamente rescatado por el autobús noctámbulo, conducido hábilmente por un bárbaro del volante; allí se entera que un criminal ha escapado de Azkaban, Sirius Black, más tarde sabrá que Black le está buscando con insistencia. La llegada a Hogwarts es acompañada por la introducción de los temibles dementores, seres que roban la alegría y son capaces de arrebatar el alma con un beso; un nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras ha llegado, Remus Lupin, quien compartirá al lado de sus alumnos, una vivencia sombría bajo la luz plata de la luna llena.
Los chicos están mucho más maduros en esta película, y no hablo sólo de su talento histriónico, sino de los cambios físicos que son cada vez más notorios; tal vez sólo puedan interpretar un filme más antes de verse completamente desfasados. No obstante, el trío es divertido, encantador, adictivo. Hermione es irritantemente perfecta, Ron, colosalmente divertido y Harry… Harry sigue siendo en el fondo, el niño mago del que el mundo se enamoró, pero en su superficie es ya el adolescente rebelde pero noble, que tarde o temprano habrá de enfrentar a Voldemort.
Continuando con el cast, David Thewlis (Lupin) es una figura sobresaliente en la película, actuando en un vaivén de profesor y amigo de Harry, (muy al estilo Mr. Keating en Dead Poets Society), quien ha de convertirse, después de Dumbledore, en la figura más clara de un mentor que el joven Potter llegue a tener. (Como dato, Ewan McGregor
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