Herencia Colonia de América Latina

ECONOMIA: 6301
16 / FEBRERO / 2017
MANRIQUE CASTELLANOS LINA MARIA
HERENCIA COLONIAL EN AMERICA LATINA
STANLEY J. Y BARBARA H.

FUENTES: Los autores acudieron a información primaria por lo cual el texto cuenta con una gran credibilidad y validez para sustentar su hipótesis con autores de la época. Entre los cuales cabe destacar:

Las dos ciudades gemelas de Lisboa y Oporto pueden con justicia ser consideradas como los dos ojos de Portugal pues aquí se concentran todas las riquezas del país y todo su comercio con las otras naciones, y sus propias posesiones en Brasil; de este último depende en particular su existencia como pueblo y el apoyo inmediato del trono.
ARTHUR W. COSTIGAN, Shetches of society and Manners in Portugal, 1787

El autor consulta esta fuente y se confirma que Portugal  era una dependencia económica pues a Portugal vía Lisboa, fluían cereales, productos metalúrgicos, prendas de lana y pescado salado del norte de Europa en buques de los países bajos, y de Lisboa se enviaba sal de Setúbal y oro africano. Y como más adelante consideran el descubrimiento de Brasil y consolidar el control de Brasil y la producción azucarera.

Se comenzaron a poblar estas minas a mucha prisa, y fueron los primeros pobladores los soldados que más cerca de este sitio se hallaron y justamente comenzaron a venir al reclame de la plata mucha gente de México y entre ellos mercaderes con mercadurias.
ALONSO DE LA MOTA Y ESCOBAR, Descripción de los reinos de la Nueva Galicia, alrededor de 1602.

Se hace esta cita porque los españoles se centraron en el sector colonial minero  y entre los años 1545-1565 se llevaron a cabo los principales descubrimientos mineros en México y en el Perú.

CAP 1. EUROPA Y LAS ESTRUCTURAS DE DEPENDENCIA, 1500-1700

Portugal y España en 1492 eran dependencias económicas de Europa, a pesar del surgimiento de su imperio submarino y del control de regiones seguían siendo una dependencia de Europa.
          Con la muerte de Carlos II se da inicio a una competencia por el control de España y sus dominios en Europa y América.
         Para 1492 España era una dependencia económica de Europa que exportaba vino, lana, mineral de hierro y otros productos primarios. La producción nacional crece como respuesta a la demanda colonial de alimentos, vestido y herrajes a  mitad del siglo XVI, pero este crecimiento es nulificado por la gran diferencia de precios entre las manufacturas peninsulares y las del resto de Europa occidental
        Se vio el surgimiento a mediados del siglo XVII de dos intereses mercantiles que comerciaban con el imperio español: los que llevaban mercancías a España para su reexportación o la venta interior y los que además comerciaban con Indias Orientales, desde donde las mercancías penetraban en los dominios españoles.  

Para 1700, en Inglaterra hay una transformación de su economía donde la aristocracia, terratenientes, comerciantes, prestigio y autoridad conceden a los poderosos intereses comerciales, expansión marina real, mano de obra para la ampliación del comercio y la industria del transporte, y es por ello que Gran Bretaña explora potencias comerciales en Europa y los imperios coloniales de España y Portugal donde se encontraba la materia prima, los lingotes de oro y plata y mercados de consumo. En ese mismo año la economía inglesa, ibérica e iberoamericana estaban entrelazadas.
        Francia, otro país que también compitió por el control del comercio con el mundo Ibérico, pero a pesar de su buena dotación agrícola y tener gran población, su geografía le imponía obstáculos para el desarrollo como estado moderno y su desarrollo estaba por debajo del ingles. Bajo Colbert los franceses emprendieron la modernización de su estructura económica, mediante la reforma impositiva, protección de la industria y el establecimiento que dio el Estado de normas de producción, debido a que estaba surgiendo un rival mucho más poderoso que Holanda llamado Inglaterra.
        Antes de 1700, el gobierno francés alienta a fabricantes y comerciantes a ingresar a la región comercial ibérica. Francia era quién mayor cantidad de productos importados proporcionaba a España y en 1697 España acepto la dominación francesa sobre la  española oriental, o también llamado Santo Domingo.
        Para la elite burocrática del reinado de Luis XIV una reforma guiada por los franceses prometía eliminar una gran debilidad del sistema colonial español como eran el contrabando con la competencia francesa, los ingleses en Jamaica y los holandeses en Curazao. La alianza contra Inglaterra habría de acarrear una alianza “natural” de los borbones franceses y españoles durante el siglo XVIII.
        A pesar de las Leyes de Indias, los extranjeros participaron en el comercio americano y el contrabando en el puerto junto a la colusión en las aduanas contribuyeron a llevar a su nadir al comercio colonial español a fines del siglo XVII.
        Doscientos años más tarde Portugal era virtualmente una dependencia inglesa de acuerdo al Tratado de Methuen el cual vinculó las economías metropolitanas y colonial americana portuguesas a la economía inglesa, llevando esto a Portugal y a su colonia en Brasil a una red de imperialismo económico cuyo centro era Inglaterra.
        Durante la primera mitad del siglo XVI los portugueses consideran el descubrimiento de Brasil y los esfuerzos por consolidar el control de la costa de lo que hoy se conoce como Brasil, entre los actuales puertos Santos y Recife, fueron una acción para impedir que Francia e Inglaterra establecieran enclaves costeros competidores en la manufactura de prendas de lana en Inglaterra y los países bajos. El desarrollo costero de haciendas azucareras en Recife y Salvador suscito los actos de empresarios portugueses esclavizando a los ameri ndios para que trabajasen en sus plantaciones, emprendiendo el primer reclutamiento de mano de obra desde los puertos africanos a las plantaciones brasileras de azúcar y tabaco, siendo esto la migración forzosa de esclavos mediante la trata de negros.
        En el siglo XVI los holandeses controlaban el 66% de los embarques entre Brasil y Portugal, eran poseedores de una gran parte del azúcar exportado y Ámsterdam tenía alrededor de 25 refinerías que utilizaban azúcar brasileña semielaborada. Durante los primeros cincuenta años del siglo XVII, los holandeses obligan a los portugueses a la reducción de sus operaciones en Asia y Brasil apoderándose de Recife controlando así el comercio del azúcar, si no su cultivo  entre los años 1630 y 1654. Y aunque los portugueses recuperan Recife en 1654 el monopolio azucarero ya había sido roto por el desarrollo de plantaciones holandesas e inglesas en el Caribe.

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