Herencia y medio social
Enviado por ellirde • 9 de Mayo de 2011 • 5.033 Palabras (21 Páginas) • 2.175 Visitas
MONOGRAFIA SOBRE LA HERENCIA Y MEDIO SOCIAL
En el presente trabajo analizaremos las "Influencias biológicas y ambientales sobre la agresión" con la intención e interés de comprender las causas básicas de este comportamiento en particular.
A pesar de los muchos tratados, ideas, corrientes y teorías, a la fecha, los entendidos en la materia no se ponen de acuerdo al respecto, sin embargo muy a pesar de ello y, quizás precisamente por esto tenemos la obligación de formarnos nuestra propia opinión o como hacemos ahora inclinarnos hacia una de las corrientes.
De todos los problemas de la humanidad, la agresividad es con certeza uno de los más urgentes, pues sabemos que si no aprendemos a comprender y a dominar nuestra agresividad, no estaremos aquí por mucho tiempo.
Instintos, capacidades biológicas, herencia, medio ambiente, sistema cerebral, normas sociales, aprendizaje, frustraciones, maltratos, etc., etc., es lo que analizaremos como aspectos influyentes en la conducta agresiva.
En años recientes un grupo de bien conocidos escritores afirmaron que "los seres humanos son inevitablemente asesinos: que por su herencia animal son genéticamente e instintivamente agresivos y no puede ser de otro modo"…
Qué tan cierta puede ser esta afirmación, lo veremos en las próximas páginas.
METODOLOGIA
La metodología utilizada para la elaboración de este trabajo fue la investigación bibliográfica. Consultamos diferentes fuentes de información donde quiera que la encontramos: en libros, revistas, exposiciones de psicólogos, la internet, entre otros.
El tema es abundantemente estudiado, lo que nos podría sugerir la importancia que actualmente las ciencias biológicas y sociales le atribuyen.
Finalmente, éste es el producto de esa investigación.
CONTROVERSIA
AGRESIVIDAD:
Carácter agresivo. Desequilibrio psicológico que provoca la hostilidad de una persona a las otras que lo rodean. Definición del Pequeño Larousse Ilustrado, 1987.
¿Qué se entiende exactamente por agresión y/o conducta agresiva? Decimos que existe agresividad cuando provocamos daño a una persona u objeto (acción de agredir). Este daño puede ser físico o psíquico.
Es muy fácil agrupar gran número de acciones humanas bajo la rúbrica de agresión pero lo cierto es que para estudiar y comprender este tipo de conducta humana lo que hace falta es justo lo opuesto: intentar separar los diferentes hilos que constituyen esa conducta que denominamos agresiva.
En su libro La anatomía de la destructividad humana, Erich Fromm contempla dos tipos de agresión: describe uno como biológicamente adaptativo y al servicio de la vida; un tipo de agresión, según él, filogenéticamente programado y, común tanto a los animales como a los hombres. Ejemplo de ello, de acuerdo con Fromm, es el impulso a atacar o a huir cuando se encuentran amenazados intereses vitales. El otro tipo, la agresión maligna, como son la destructividad y la crueldad, no es biológicamente adaptativa. Este tipo de agresión se observa específicamente en la conducta de hombres como Hitler, Himmler, Goebbels y otros semejantes; es común únicamente a los hombres y brota de las condiciones de la existencia humana.
La popularidad de los escritos de quienes nos cuentan que el hombre es instintivamente agresivo, por herencia de sus ancestros prehistóricos y animales, proviene de que la mayoría de nosotros deseamos una explicación categórica de la "bestialidad" humana, capaz de relacionarla con nosotros mismos y con la conducta de los demás. Difícilmente podría haber una razón mejor para buscar explicación semejante.
La guerra es lo primero que viene a la mente cuando pensamos en la violencia. Como horror institucionalizado, racionalizado y sancionado estatalmente, la guerra es la forma final de la violencia a gran escala.
Incluso en tiempos de paz oficial, la violencia nos rodea.
El ataque a seres humanos por sus propios congéneres no es nada nuevo. Testimonios de violencia entre personas los hay tan antiguos como el hombre mismo. Uno de los actos iniciales de una de nuestras mitologías mayores es el asesinato de un hermano. Era tras era, siglo tras siglo, hasta la actual versión del periódico de esta mañana, la realización humana se ha visto casi siempre acompañada por la violencia humana.
Entonces ¿a qué tomarse el trabajo de preguntar, por qué hemos sobrevivido hasta ahora? Hemos recorrido una larga distancia como especie ¿por qué no seguir sencillamente como hasta ahora, viviendo nuestras vidas y protegiéndonos cada cual como mejor pueda? ¿Por qué preocuparse?
Hay dos razones. Una es que, como especie, queremos comprender. Una de las cualidades de los seres humanos en general es su ansia de comprender
llámese curiosidad, mente inquisitiva, sed de conocimiento o lo que fuere-, comparable solo con su voluntad de hacer un esfuerzo notable con ese fin, aún cuando en ese momento no sea clara su futura utilidad práctica.
La otra razón para intentar comprender nuestra agresividad es que ha llegado el momento de hacerlo. Tras 5 ó 6 millones de años de existencia humana sobre este planeta, la violencia de los hombres amenaza con arrebatar las riendas al espíritu cooperador e inventivo y conducirnos a la extinción. Hasta ahora nos hemos equilibrado bastante bien como especie, y de hecho no hemos dejado de crecer y desarrollarnos. Pero hoy, trabajando nuestro ingenio a toda máquina, hemos creado modos de borrarnos con una velocidad y un rigor antes desconocidos. Si queremos que este agradable planeta lo habite alguno de nuestros descendientes, no hay otra elección que la de conseguir una mejor comprensión de nuestras naturalezas.
Algunos deploran nuestra huida de Dios y predican al resto que la fe traerá la paz al mundo y a cada uno en particular. Otros ven la violencia como expresión de inadecuaciones psicológicas individuales. Otros culpan de ese hecho al crecimiento de la permisividad, al declive de la educación clásica, a la existencia del impuesto progresivo sobre la renta, a la desaparición de las diferencias de clase, a las iniquidades del sistema social, etc., etc.
Algunas ideas nos informan que la agresividad es un instinto heredado de nuestros ancestros prehumanos remotos; que está profundamente metida en nuestros genes y que, por eso mismo, es imposible de erradicar. Que nosotros por nuestra naturaleza fundamental, somos criaturas violentas; somos asesinos por naturaleza.
Los escritores más importantes que han adoptado
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