Historia de la iglesia primitiva. Barcelona: Editorial Herder.

Historia de la iglesia primitiva

Brox, Norbert. (1986). Historia de la iglesia primitiva. Barcelona: Editorial Herder.

Según el autor Norbert Brox, la iglesia tuvo sus comienzos en los pequeños grupos de amigos, parientes y seguidores de Jesús de Nazaret,  continuaron en Galilea y en Jerusalén, después de su muerte de Jesús se formaron grupos, llamados comunidades. Estos grupos antes de la muerte de Jesús, no se disolvieron ante su ejecución, sino a lo contrario desarrollaron una intensa vida comunitaria. Así mismo, las fuentes del conocimiento sobre los primeros tiempos cristianos son los escritos del nuevo testamento, es decir una serie de autotestimonios de aquellas comunidades cristianas. Los primitivos escritos cristianos han de examinarse en cada caso según los métodos adecuados por lo que se refiere a su contenido de noticias históricas, ya que su tendencia primordial se mueve en el terreno de la confesión.

Desde ahí, sepamos relativamente sobre los contenidos de la fe y sobre las teologías que se formaron en las primeras comunidades. En cambio, hay otros datos geográficos del nuevo testamento que documenta que no se debe presentar el cristianismo primitivo desde el comienzo como la única comunidad originaria de la ciudad de Jerusalén, sino que es una pluralidad de comunidades dispersas geográficamente, que poseían sus recuerdos y sus relatos acerca de Jesús.  Asimismo, el autor afirma que el sentimiento fundamental del cristianismo primitivo fue la entusiasta vivencia de una novedad, en ella se veía la llegada de los últimos días, porque según a concepción judía el fin del mundo significa que Dios interviene y crea la nueva tierra.

Asimismo, afirma el autor que las comunidades primitivas, estaba conformada por pequeños grupos sin normativas institucionales, es decir sin una solicitud relevante por las estructuras de un ordenamiento y las competencias ministeriales, sin las instituciones de una asociación religiosa organizada, porque durante largo tiempo no se sintió la necesidad de unas instituciones. Sin embargo, para las comunidades lo necesario era la transformación efectiva de la vida precedente, el apartarse de los demonios (ídolos). Para ellos, el bautismo era como liberación del pecado que lleva la muerte, y con ello la pertenencia a la comunidad en donde se celebra el banquete y el memorial escatológico.

 En el cristianismo primitivo del judaísmo, las comunidades representaban una agrupación dentro del judaísmo, que constaba de diferentes de distintas religiones. Esto constaba de diferentes partidos religiosos, por lo que una nueva corriente (intrajudia) no provocaba ninguna sensación ni alboroto alguno. De esta manera, los cristianos seguían creyendo en el Dios Israel, su biblia de ellos era la biblia de los judíos, aunque tenía distinta interpretación.

En cambio, los demás vivían según la enseñanza del Judío Jesús, que era su único maestro. Desde el comienzo practicaban el bautismo como rito de incorporación a la comunidad. Es decir, que eran una verdadera comunidad independiente. También, celebraban en sus casas el banquete eucarístico como un servicio litúrgico. Por ello, todo esto en su conjunto forma un signo claro de la autonomía y vida propia del grupo dentro del judaísmo, en cambio no de una separación del judaísmo. De esta manera, el cristianismo primitivo se entendía como un Israel nuevo, es decir que debía promover el camino de Jesús y llegar a la fe en él.

Las agrupaciones y corrientes en el cristianismo primitivo, no solo se presentaba una dispersión geográfica ni es su situación religiosa principalmente y en su praxis (práctica) era un fenómeno unitario. Por otra parte, los miembros de la comunidad primitiva cristiana de Jerusalén procedían de ambos grupos, de modo que repitió la misma división, de esta manera en los Hechos de los apóstoles ambos grupos de cristianismo se dominaban hebreos y helenistas.

Desde allí, la historia de la iglesia tuvo gran importancia, en donde los cristianos Helenistas tuvieran un grave conflicto con la sinagoga grecoparlante de la ciudad. Por ello, los dos grupos de la comunidad primitiva se separaban por los sucesos ocurridos. Puesto que los Helenistas deben abandonar Jerusalén, mientras que los hebreos continuaron en Jerusalén.  Asimismo, los Helenistas se consideraron eliminada por Jesús la obligatoriedad del culto y de la ley, por eso camino avanzaron sin volver atrás.  En cambio, los hebreos continuaron relacionando su fe en Jesús con su observancia judía, siguieron siendo permitidos en el ámbito del Judaísmo y allí tuvieron un futuro limitado en un relativo aislamiento respecto de la historia eclesiástica. De este modo, los Helenistas expulsados practicaron y predicaron el cristianismo sin conexiones judías en su misión entre los gentiles fuera de palestina, es decir, sin la ley ni la circuncisión.

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