Humanismo, sociedad y ética mgdp cohorte ix 2021-2

HUMANISMO, SOCIEDAD Y ÉTICA MGDP COHORTE IX 2021-2

Articulo académico

Consumo de cannabis

Autora: Luz Marina Carreño Moreno

Según la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC, 2018) “el cannabis es la sustancia ilegal más consumida por la humanidad con 192 millones de usuarios y su consumo va en aumento llegando a establecerse su uso, aun en las sociedades regidas bajo normas prohibicionistas”. Estos hechos y la historia de la política prohibicionista del consumo del cannabis que data del año 1937 en Estados Unidos evidencian el fracaso de esta restricción que también se ha vivido en Colombia, colocando sobre la mesa el debate de permitir el consumo de esta con fines no solo medicinales como hoy lo permite la Ley Colombiana, sino también recreativos.

Estos hechos recuerdan lo vivido con la prohibición del consumo del alcohol mediante Ley Seca en Estados Unidos (García, LF, (2021)), que no impidió su incremental consumo, enriquecimiento de las bandas que los distribuían y el daño a la salud de muchos consumidores que quedaron ciegos, o perdieron su vida por la adicción y consumo de licores mal procesados. Esto aunado con la corrupción y la delincuencia, llevo a levantar la prohibición y a establecer una política regulación, que es lo que ahora investigadores, científicos, políticos, productores con sus propios intereses y consumidores proponen se haga en Colombia para el consumo del cannabis.

El control de la siembra, producción, comercialización y consumo del cannabis requiere del estado un esfuerzo de recursos importantes, que de permitirse el consumo se pueden invertir de mejor manera,

Adicionalmente, al ser un consumo que se propone regule el estado, se pueden recibir unos ingresos tributarios que se pueden invertir en hacer pedagogía preventiva, en procesos de acompañamiento y de visibilizar los riesgos en su consumo, interviniendo de manera temprana en los jóvenes a fin de evitar que se inicie el consumo de esta desde edades tempranas. De hecho, los científicos y las propuestas para el consumo tienen unas restricciones que son importantes incorporar si avanza la posibilidad de la regulación del consumo con fines recreativos.

Hay investigaciones que refieren como el cannabis causa menos daño que otros productos cuyo consumo no es restringido, como es el caso del tabaco y el licor. No obstante, su prohibición ha estado vigente según ellos, por la existencia de escasas investigaciones que dieran el sustento científico. Las investigaciones sobre este producto presentaron muchas restricciones por la prohibición en su siembra y producción, que dificultaba el acceso a la misma. La comunidad científica pide apoyo para investigar sobre los efectos del cannabis y como potenciar sus beneficios, que los tiene y son usados en muchos países del mundo con fines medicinales.

En ese contexto vamos a analizar ¿cuáles serían los beneficios y las desventajas en una política regulatoria del consumo?

Colombia dio un gran paso en la regulación del consumo de cannabis con fines medicinales en el año 2016, sin embargo, esa regulación ha generado debates jurídicos y problemas judiciales dado que en muchos casos los expendedores se amparan en temas de salud para justificar su porte y lo mismo los consumidores de drogas, dejando sin bases jurídicas al estado para judicializar casos que están en la política prohibicionista.

En ese marco la política prohibicionista, enfoca sus recursos judiciales y económicos a controlar la producción y el suministro del cannabis, esto facilito la corrupción en las autoridades y la violencia en las zonas de conflicto, aumentando la inseguridad.

Con una política regulatoria el estado maneja y se beneficia del comercio del cannabis y cambia su objetivo a captar los beneficios económicos, lo cual daña el expendio del cannabis como negocio criminal. Además, en temas de seguridad para la población es importante que el gobierno haga esfuerzos por educar a las comunidades a fin de que se prevenga de manera adecuada el inicio de consumo de menores de edad.

En la actual regulación los expendedores mezclan el cannabis con otras sustancias que lo hacen más adictivo, adulterarlo genera un gran riesgo a la salud de los consumidores, que podría ser controlada si se permitiera el consumo regulado y además no generaría un negocio lucrativo para los expendedores. Es claro que con la actual regulación que permite el consumo con fines medicinales se aceptan sus beneficios para la salud, no obstante, sigue siendo llamativo para quienes no lo pueden adquirir bajo este argumento, muchos lo consumen por curiosidad o rebeldía.

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