IMPLEMENTACION DEL MANTENIMIENTO PRODUCTIVO TOTAL Y DEL MANTEMIENTO CENTRADO EN CONFIABILIDAD

IMPLEMENTACION DEL MANTENIMIENTO PRODUCTIVO TOTAL Y DEL MANTEMIENTO CENTRADO EN CONFIABILIDAD

Jesús Jiménez Ossa

Jesús Rodríguez Hernández

Dadas las condiciones actuales establecidas en la economía global, para garantizar el éxito de las empresas ante sus competidores es de suma importancia que su operación sea lo más eficaz y eficiente posible, por lo que se requiere la implementación de medidas, acciones y decisiones orientadas a que sus productos y servicios sean de alta calidad y cuenten con valores agregados diferenciadores. Para esto es necesario que sus sistemas y activos operen de manera eficiente, consiguiendo así que sus clientes y usuarios estén satisfechos, los riesgos e incidentes ambientales sean mínimos y los costos de fabricación y operación sean óptimos.

En la consecución de este objetivo, la gestión de activos es una herramienta que si es bien aplicada permite alcanzar el objetivo de operar los sistemas de manera eficaz y eficiente, uniendo conceptos como disponibilidad, rentabilidad, cumplimiento de estándares de calidad, seguridad y medio amiente.

Existen diversas estrategias o procedimientos para la planeación y ejecución del mantenimiento, y se destacan dos que son el Mantenimiento Productivo Total (TPM) y el Mantenimiento Centrado en Confiabilidad (RCM). El TPM está orientado a la productividad y busca que en los procesos haya cero pérdidas, cero accidentes, cero defectos de calidad y cero averías, y el RCM busca que los equipos y sistemas continúen haciendo lo que los usuarios requieren que hagan en su contexto operacional el mayor tiempo posible. Ambas metodologías sirven de complemento entre sí y existen más similitudes que diferencias, como son que implementan equipos multidisciplinarios, involucran en el mantenimiento a los operadores, se desarrolla una gestión del conocimiento de los activos y se desarrollan políticas para la ejecución de acciones proactivas ante las fallas.

Con base en el estudio del caso práctico, en donde se combinaron los planteamientos del TPM y del RCM en una planta de piezas de automóvil se observa que los resultados obtenidos mediante el uso de equipos de trabajo compuestos por personas de diferentes secciones de la compañía permitieron identificar aspectos mediante los cuales los operadores pueden evitar, minimizar o detectar el desarrollo de fallas en etapas tempranas, lo cual conlleva a que los requerimientos de mantenimiento se reduzcan. Adicionalmente, les permitió jerarquizar y priorizar los sistemas o elementos a intervenir, manejando más eficientemente los recursos disponibles para atender dichos requerimientos. Por otra parte, les permitió tener mayor disponibilidad de los activos para atender los procesos productivos de la compañía, disminuyendo las paradas no previstas por fallas, las órdenes de trabajo por mantenimiento a ejecutar y los costos asociados a estas actividades.

Los planteamientos del TPM y el RCM se pueden aplicar en la operación de Leasing Optirent de Banco Itaú, mediante el cual se da una figura de arrendamiento operativo de vehículos y maquinaria. Mediante este esquema el banco suscribe contratos con empresas para el suministro de un número determinado de vehículos y equipos durante un periodo establecido, realizando el cobro mensual de un canon, el cual incluye la ejecución de los mantenimientos preventivos y correctivos recomendados por los fabricantes, los gastos de matrícula, pago de impuestos, pólizas de seguros y revisiones técnico-mecánicas. En la mayoría de los casos se estipulan sanciones por el incumplimiento de los compromisos consignados en las cláusulas de los contratos en donde se establecen disponibilidades mínimas mensuales de vehículos en operación, el cumplimiento de la ejecución de los mantenimientos, suministro de información, etc.

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