Igualdad de género

¨Tenías que ser mujer¨, una frase que nos hace pensar que ser mujer es causa de muchas cosas malas, entre ellas tener una sensibilidad por arriba de lo normal, tomarse las cosas muy a pecho, hablar demasiado, entre muchas otras cosas más. Pero me pregunto, ¿no todas las personas sin importar el género somos capaces de experimentar eso?

A las mujeres se nos ha asignado un rol desde que nacemos, debemos ser las hijas que cocinan y limpian la casa y no podemos opinar de esto, ya que estamos faltando a las responsabilidades que tenemos “como mujeres”, pero entendamos que no solo las mujeres debemos cocinar, limpiar y lavar; los hombres tienen la misma capacidad de realizar todas estas actividades como las mujeres.

Nos hemos criado en un mundo donde las mujeres no reciben las mismas oportunidades que los hombres, los prejuicios que la sociedad ha manejado dictan que los hombres siempre están por arriba de nosotras, que si competimos con un hombre siempre vamos a perder, en cualquier ámbito, que si queremos estudiar una carrera en donde la mayoría de los alumnos son hombres, tenemos que escoger otra, y así como estos ejemplos hay muchos más.

La histórica desigualdad entre hombres y mujeres se ha reducido en diferentes partes del mundo con la promulgación de leyes y la creación de instituciones que velan su cumplimiento. Sin embargo, son muchos los ámbitos en los que todavía existe una oportunidad de mejora, entre ellos el mundo del trabajo:

• Desempleo: de una tasa de 5.8% de desempleo global, el 6.2% pertenece al género femenino, mientras que el 5.5 pertenece al género masculino.

• Brecha salarial: A nivel mundial, las mujeres ganan solo 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres. La desigualdad de ingresos está presente durante toda la vida.

• Licencia parental: Solo el 28% de las mujeres de todo el mundo disfrutan de una licencia de maternidad remunerada.

• Violencia laboral: El 55% de las mujeres en la Unión Europea ha experimentado acoso sexual al menos una vez desde los 15 años. En estos casos, 32% ocurre en el lugar de trabajo.

• Trabajo no remunerado: Desde cocinar y limpiar hasta acarrear agua y leña o cuidar a los niños y ancianos, las mujeres soportan una carga desproporcionada de trabajo en todo el mundo.

Sin embargo, aunque esta es una situación muy delicada y difícil de tratar todavía, es necesario comenzar por pequeñas acciones y reflexiones diarias, cuestionarnos la parte de las responsabilidades “como mujeres”. Esto no va a cambiar si como sociedad no cambiamos el pensamiento de “si el problema no me afecta a mí no hago nada”. NO esto no puede seguir así. Todavía hay muchas cosas que hacer en materia de igualdad de género, faltan muchos derechos por ser garantizados, muchas acciones por realizar, todavía falta mucho. Gracias

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