Injusticias del Estado de Bienestar

TRABAJO BREVE nº3:

Injusticias del Estado de Bienestar

Injusticia 1

El Estado de Bienestar no es ni puede ser universalizable porque, en virtud de una redistribución de riqueza acumulada en una porción minoritaria del planeta llamada “primer mundo”, se crea un desequilibrio de compensación económica, ya que la riqueza que se genera viene de los países empobrecidos y ésta, a su vez, es expoliada.

Dentro de esta burbuja, los perceptores del beneficio son los países del primer mundo (los de la UE, China, EE. UU.…), cuyos habitantes también se benefician mientras que los de países del tercer mundo, de manera injusta, solo se llevan una pequeña parte del beneficio real.

Un claro ejemplo de esto es la importación y exportación de productos como materias primas o, simplemente, ropa.  Las empresas se aprovechan de la situación económica de habitantes de países empobrecidos y establecen sus fábricas allí, ya que el salario apercibido por los trabajadores de estos países es más bajo que lo que se pagaría a otros trabajadores que viviesen en un país del primer mundo.

Hablando generalmente, con otras palabras, se diría que las grandes corporaciones expoliadoras emplean buena parte del capital en las inversiones en los países del primer mundo, dinamizando su economía y el empleo. El dinero que tributan lo usan para mejorar los bienes y servicios que definen el Estado de Bienestar, de los que no pueden disfrutar los habitantes de los estados expoliados, los cuales experimentan los daños que tienen en su economía doméstica. Otro ejemplo clarificador sería la pesca de atún en las costas del Cuerno de África, lo que viene a decir que el Estado de Bienestar es el resultado de las peores dinámicas del sistema económico capitalista.

Injusticia 2

        La incapacidad de actuación y de ejecución de un gobierno, del que todos los habitantes de un país dependemos, merma la capacidad y el potencial nacional de desarrollo. En esta situación, un gobierno suele tender a lo establecido, en caso de no saber cómo llevar a cabo las medidas o las negociaciones en proceso a causa de una serie de reclamaciones y protestas provenientes de las masas sociales, todo esto dentro de un sistema capitalista y democrático en el que nos regimos por un sistema establecido varias décadas atrás, con poca chance de cambio.

Uno puede sentir impotencia al tener frente a sus ojos una manifestación de varias injusticias que, por culpa de un sistema rígido y dependiente de factores dependientes entre sí (p. ej.: sujetos a legislaciones o motivos económicos), no pueden ser resueltas de una forma fácil. En resumen, lo injusto parte de un sistema creado solo para los beneficios y los bienes y no para los perjuicios y los males.

...