JALISCO EN LA REVOLUCION MEXICANA
Enviado por yomerolandia • 3 de Diciembre de 2013 • 441 Palabras (2 Páginas) • 611 Visitas
Jalisco fue uno de los primeros Estados donde las elecciones de 1910 agitaron la estructura del país. Se apoyó con gran fuerza al general Bernardo Reyes, nacido en Guadalajara y primo hermano de Ignacio L. Vallarta, para la vicepresidencia del país.
El centro de ese movimiento reyista fue el Partido Nacionalista Democrático que mucha guerra dio en su momento. Al final, tuvo una fuerza que llegó a ser temida por el gobierno local. En esos años se dan vaivenes políticos innumerables en los que los gobernantes de todos los niveles suben y bajan, entran y salen.
Entre 1911 y 1914, aunque las fuentes tienen variantes, destacan los alcaldes tapatíos Octavio Lobato, Luis Alatorrre, Mauro H. González Álvarez, Nazario Coronado y José María Iguíniz.
Vendría una segunda época, que comenzó con el Plan de Guadalupe de Venustiano Carranza, lanzándose éste en contra de Victoriano Huerta. La revolución terminó al proclamarse la Constitución el 5 de febrero de 1917, que es la que actualmente rige al país.
A este período corresponde el único suceso revolucionario en Guadalajara: la entrada del Ejército Constitucionalista a la ciudad, el 8 de julio de 1914, en tanto ese levantamiento prácticamente no cundió en la ciudad porque aquí tuvo una connotación más social que militar. Existían, entre varias facciones, dos grupos muy fuertes: el de Venustiano Carranza y el de Pancho Villa (Doroteo Arango, su nombre verdadero) quien, cuando llegó a Guadalajara, despertó simpatía y dejó como gobernante a Julián Medina, en contra de Manuel M. Diéguez.
Este último había salido para Tzapotlan (Zapotlán). Medina no tardó en ser vencido en las inmediaciones de los cerros de El Cuatro y de El Gachupín (hoy parte de la conurbación de Guadalajara) tras un sangriento encuentro entre villistas y carrancistas que duró varias horas. Cuando Carranza convocó en 1916 al Congreso Constituyente de Querétaro, Diéguez comisionó desde Guadalajara al diputado Luis Manuel Rojas, quien presidió la asamblea hasta la promulgación de la Constitución del 5 de febrero de 1917.
El arzobispo don Francisco Orozco y Jiménez, quien gobernó la arquidiócesis jalisciense de 1913 a 1936, padecería una etapa llena de problemas, que culminaría en las desavenencias con el gobernador José Guadalupe Zuno.
Esas graves dificultades no llegaron a la guerra, porque al mismo tiempo se había desatado otra contra Álvaro Obregón, una vez que éste buscaba imponer a Plutarco Elías Calles como su sucesor, cosa que al final se realizó, entre los años de 1924 y 1928.
El gobierno de Zuno (1923–1926), expidió leyes del Trabajo, Expropiación y Hacienda; intensificó el reparto agrario y reabrió la antigua universidad, misma que el 12 de octubre de 1925, se reinaugura solemnemente con el nombre de Universidad de Guadalajara.
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