¿Juan Manuel Santos Logrará estampar la firma para la paz de Colombia?

¿Juan Manuel Santos Logrará estampar la firma para la paz de Colombia?

Ensayo

• Por: Diego Fernando López Fernández
• Cód. 25441513 – Ingeniería eléctrica.

El pasado 18 de octubre de 2012, se dio inicio formal al proceso de paz entre el Gobierno Santos y las Farc. El nuevo intento por lograr dar término a la guerra en Colombia, se convirtió quizás en la noticia más importante de los últimos años, causando revuelo en los medios de comunicación del país y obviamente, despertó un sentimiento de fe y esperanza a cada habitante del territorio nacional por alcanzar de una vez por todas la tan anhelada paz.

Históricamente, en Colombia ya hubo fallidas aspiraciones por acabar con la guerra entre el Gobierno y los grupos armados. Primero fue Belisario Betancourt, quien llegó al poder con base en una propuesta de paz para las guerrillas. Sin embargo, fueron pocos los logros en ese proceso pacificador, todo quedó en veremos, las intenciones de dialogo jamás se concretaron.

Luego entró en escena Andrés Pastrana Arango con su lema “Cambio para construir la paz” y consiguió que el país pusiera sus ojos y sus esperanzas en un proceso que acabara por fin con el conflicto que había cobrado tantas víctimas. Sin embargo, la desilusión fue grande, al ver como las Farc burlaron aquella concesión de garantías brindada por la presidencia, hecho que desencadenó en la nula obtención de resultados favorables para una estabilidad política y social de la Nación. Por el contrario, lo que lo se consiguió fue afianzar el poderío armado de este grupo insurgente que aprovechó la ocasión para propagar sus acciones de secuestro, extorsión, muertes selectivas, reclutamiento de menores y extensión en sus cultivos ilícitos.  

Continúo Álvaro Uribe Vélez, quien con sus 8 largos años de Gobierno, quiso alcanzar la paz por medio de las armas.  Con su discurso de “seguridad democrática”, logró acabar con la vida de algunos miembros del secretariado. No obstante, su mandato estuvo rodeado de numerosos escándalos vinculados con la corrupción y la desaparición de personas.

Ahora bien, con Juan Manuel Santos y su gabinete presidencial, llegó una nueva oportunidad, la cual fue presentada ante 45 millones de Colombianos, exponiendo como claro objetivo dejar atrás el absurdo conflicto bélico que ha soportado el país y entablar diálogos con los grupos al margen de la ley para que dejen a un lado sus armas, se reintegren a la vida social y permitan ponerle punto final a las infamias que han ocurrido durante casi seis largas décadas.

Fue así como, La Habana, Cuba, fue delegada como sede central para los diálogos de paz; allí se han llevado a cabo varias reuniones de ambas partes, donde cada una da a conocer sus criterios y argumentos que consideran necesarios para conseguir una paz estable y duradera. En total fueron cinco aspectos a tener en cuenta para consolidación del proceso: La política de desarrollo rural, la participación política,  el fin del conflicto,  las drogas ilícitas y  las víctimas del conflicto.

Indudablemente, los diálogos iniciaron con el  firme propósito de concluir el conflicto armado y firmar de una vez por todas un acuerdo de paz. Hay que tener en cuenta, que la actual negociación no soluciona en su totalidad  el sin número de conflictos que afronta nuestra nación, pero si puede llegar a convertirse en el primer paso para la construcción de un país más justo, democrático e incluyente, sin olvidar la imperiosa necesidad de realizar un acercamiento con otros grupos insurgentes que también hacen parte de esta lamentable que afronta Colombia.

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