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Justicia al desnudo


Enviado por   •  22 de Marzo de 2023  •  Documentos de Investigación  •  1.118 Palabras (5 Páginas)  •  76 Visitas

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JUSTICIA AL DESNUDO…

Por: Jorge Enrique Sastoque Hidalgo

Nunca antes, a pesar de los monumentales y argumentados alegatos de tan común ocurrencia,  en el seno del sistema jurídico del antiguo tribunal del Areópago griego,[2] situado allá en la Colina de Ares en el monte de la Acrópolis de Atenas, donde  los arcontes, areopagitas o jueces al resolver en erguido derecho los conflictos suscitados entre los ciudadanos o, entre éstos y el Estado, jamás discutieron en tan inmaculados lares de la Dicea o justicia humana[3] nada que tuviese que tratar con la prístina intimidad de Temis la diosa de la Ius Titia.[4] Todos los testimonios, acusaciones y defensas que soportaban los demorados y esperados fallos judiciales que profería a los cuatro vientos de Parnasos, Olympus y umbrales de la terráquea Gea nada tuvieron que ver con eisangelias,[5] controversias judiciales o litigios que presentaran alegatos en cuanto a su corpórea divinidad y majestad.

Esa mañana judicial como era de común usanza. Temis la diosa de la justicia, se debatía entre el acervo dialectico del plenario judicial con toda la carga del debido proceso, las pruebas y el contradictorio que era lo natural del sistema acusatorio. Todo cambió. Nada hacía prever que encontrándose en adelanto de su ius judicata la observarían en el estado corporal que exhibía en forma de patética efigie con mirada adormilada, desgreñada, medio empelota y, p’a colmo e’ males fumando cigarrillo en adelanto del ritual procesal. Estando en tal pose, exhaló una bocanada de humo que se diluyó por entre el delineado de su libidino cuerpo de mujer para permanecer por toda una eternidad graficada en la pose que exhibía su prístina desnudez a medio togar.  

Temis la diosa de la justicia no se percató en ningún momento que era observada a través del llamado metaverso que la ponía de pies a cabeza a la vista de cuanta historia transmitían los rapsodas griegos que a la manera de algunos modernos paparazzi y periodistas que fotografiaban la intimidad y pontificaban sobre el diario acontecer, divulgando según su parecer, al vaivén del uso desmedido de sus bífidas lenguas viperinas. Razón de más para que este inusitado acontecimiento no escapara a la memoria chismográfica y misogínica de muchos de los pasmados y escandalizados atenienses de su tiempo.  Todo ocurrió entre el atosigo judicial al ser sorprendida en tamaño estado de desnudez corporal por un areopagita que de inmediato emprendió una exorbitada, dura y publicitada eisangelia[6] con el fin de expulsarla del Areópago sin mediar recurso o apelación alguna; este magistrado apoyaba sus predicas, alegatos y acusaciones espetándole e increpándole su atrevido, irreverente e irrespetuoso comportamiento recusándola por haber dejado de cuerpo entero y de cama caída la “majestad” de la justicia: ¿Cómo era posible que Temis, la diosa, administrara justicia empelota y sin colgarse la consabida majestad de la toga?  

Las pieles de su historia le jugaban esa mala pasada. La verdad es que siendo justos, en lo acorde con la verdad jurídica como se sabe por las costumbres de su tiempo y siendo exactos en derecho, Temis la diosa de la Ius Titia, siempre anduvo semitogada o semidesnuda exhibiendo su corpórea divinidad balanza y espada en mano usando como a manera de toga tan solo una venda de trapo sobre sus ojos con el fin de no despertar dudas o sospechas respecto de su buen juicio e imparcialidad al administrar justicia guiada por su tridimensional atisbo de lechuza noctambula. Su sabiduría dejaba boquiabiertas a todas las deidades y mortales que asistían al Areópago en abiertos pleitos a propósito de la ocurrencia de  delitos y negociados de diversa laya pública y privada.

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