Krakens En La Costa Sur
Enviado por gust12gsg • 25 de Febrero de 2014 • 1.306 Palabras (6 Páginas) • 286 Visitas
se han visto ya varias historias de los "krakens", pero, ¿en verda existen?
Claro que si, son reales y estan en el mar cerca del cabo de hornos en el sur
EL MEJOR TERAPEUTA DEL MUNDO
El lunes por la mañana, el día después de que los Eagles ganasen a los Texans, sucede algo extraño. Estoy en el sótano haciendo ejercicio cuando mi padre baja por primera vez desde que he vuelto a casa. —¿Pat? —dice. Dejo de hacer estiramientos, me levanto y lo miro. Está en el último escalón, como si no se atreviera a poner ni un pie en mi territorio. —¿Papá? —Realmente tienes un buen equipamiento aquí. No digo nada, ya que sé que probablemente está enfadado con mamá por comprarme casi un gimnasio entero. —Hay mucha información sobre los Eagles en la prensa de hoy —dice mientras me ofrece la sección de deportes de los periódicos The Courier Post y The Philadelphia Inquirer—. Me he levantado pronto y he terminado de leer los artículos para que tú pudieses leerlos y estar al día con el equipo. Por tus comentarios de ayer durante el partido me he dado cuenta de que no conoces a todos los jugadores y he pensado que ahora que estás en casa te gustaría seguir al equipo esta temporada y... Bueno, a partir de ahora te dejaré la prensa todos los días en el primer escalón. Estoy demasiado sorprendido para hablar o moverme, pues mi padre siempre se ha llevado la sección de deportes al trabajo, desde que Jake y yo éramos pequeños. Jake solía discutir con papá por eso y le pedía que al menos trajera la sección de deportes cuando volviese de trabajar para que pudiésemos leer los artículos cuando acabáramos nuestros deberes. Pero papá siempre se llevaba los periódicos antes de que nos levantásemos y nunca traía de vuelta a casa la sección de deportes; decía que se le había olvidado o que la había perdido. Jake finalmente se suscribió a estos periódicos cuando tuvo su primer trabajo cargando cajas en Big Foods y así empezamos a leer los deportes juntos cada mañana antes de ir al cole. Él tenía doce años y yo trece. Hago trescientos abdominales con la ayuda del Stomach Master 6000 antes de permitirme ir al escalón a recoger la prensa. El estómago me arde, y mientras la cojo tengo miedo de que mi padre me haya gastado una broma y que solo haya dejado la sección de comida o de entretenimiento, pero descubro aliviado que papá realmente me ha traído la sección de deportes de ambos periódicos. A la hora de tomarme las pastillas de las mañanas encuentro a mamá en la cocina haciendo huevos revueltos. Mi plato está preparado en la barra para desayunar y las cinco pastillas que debo tomarme están en fila sobre mi servilleta. —Mira —le digo al tiempo que le muestro lo que me ha dado mi padre. —La sección de deportes, ¿eh? —dice mamá mientras hace los huevos. —Sí —digo. Me siento y me meto las cinco pastillas en la boca, decidiendo cuántas
me tomaré hoy—. ¿Por qué? Mamá coloca los huevos revueltos en mi plato con la ayuda de una espátula y dice: —Tu padre lo está intentando, Pat. Pero si yo fuera tú, no haría demasiadas preguntas. Toma lo que te dé y sé feliz, eso es lo que hacemos, ¿no? Ella me sonríe esperanzada y en ese instante decido tomarme las cinco pastillas, así que doy un sorbo de agua y lo hago. Cada día de la semana oigo que se abre la puerta del sótano y luego se cierra. Cuando miro el escalón de arriba encuentro las secciones de deportes, que leo de principio a fin mientras desayuno con mamá. La gran noticia es el partido contra los Giants, el partido que todos creen que será la clave para ganar la NFC Este, especialmente porque
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