LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL POBLAMIENTO
Enviado por segundo0890 • 24 de Octubre de 2013 • 3.768 Palabras (16 Páginas) • 2.191 Visitas
LA CONQUISTA DEL TERRITORIO Y EL POBLAMIENTO
El presente documento reúne en primera instancia, las características del proceso que se dio en la conquista y poblamiento del territorio y en un segundo aspecto una interpretación general del texto escrito por Juan Friede.
Los antecedentes.
• El cierre de la vía oriental hacia Asia impulso a España y Portugal a buscar esta vía, la occidental, al lejano oriente. A este empeño se deben los descubrimientos por Portugal de las azores del norte y de las islas del Cabo Verde en el sur y la ocupación de las Canarias por España; islas todas que sirvieron luego como puertos intermedios entre Europa y América.
• A la conquista de América contribuyeron pues el deseo de la burguesía peninsular de aprovechar el comercio con el oriente, la necesidad que tenía la corona de ofrecer a los “segundones” y militares desocupados un campo de acción y al proletariado rural y urbano, ocupación y sustento. Además del deseo natural de extender su poder político, incorporando nuevas tierras al Imperio.
• El ejército se encontraba en grave situación, se reunió el cabildo abierto y eligieron a Balboa como caudillo, a diferencia de otros conquistadores que erigían un coto de las tierras que descubrían, Balboa invitaba a los hambrientos vecinos de la gobernación de Nicuesa (veragua) a pasarse a vivir al pueblo fundado por él y juzgando por los documentos conocidos, fue el primer caudillo que pidió al Rey que las tierras bajo su mando no se poblaran con españoles recién llegados de España –los llamados después “chapetones”- sino con los procedentes de las islas antillanas “América para los americanos”, fue un hombre del pueblo, colono más que conquistador, hombre ya “americanizado” y que no anhelaba regresar enriquecido a España, quien recibió tan extraordinaria noticia.
• La noticia del descubrimiento del pacifico produjo gran impacto en España. Parecía que por fin se había logrado descubrir un paso directo y corto al Lejano Oriente, objeto de los viajes de colombinos y anhelo del comercio peninsular y mundial.
La gobernación de Cartagena.
• La afluencia de inmigrantes tras el señuelo del oro, provoco una superpoblación de Cartagena con gentes sin medios de subsistencia, lo que por otra parte, favoreció indirectamente el descubrimiento de nuevas tierras del interior.
A la conquista del Perú.
• La situación de Santa Marta era desesperada. No era posible sostener el numeroso ejército, aunque ya algo mermado por el hambre, las enfermedades, las luchas con los indígenas y el duro clima tropical. Esta circunstancia obligo al anciano gobernador García de Lerma a organizar a la buena ventura la expedición a la desconocida “tierra dentro”.
La conquista de la meseta chibcha.
• La expedición al interior constituyó una verdadera odisea. Es cierto que ni el ejército de tierra ni los bergantines, sufrieron ataques de los indígenas, pues tal hecho no se señala en los documentos. En cambio, hay constancia del hambre y las enfermedades sufridas en esa jornada. Un participante declaraba: “que en el dicho camino y descubrimiento, además de los dichos trabajos y peligros, se padeció por todos en general tanta hambre, que se comieron los caballos que traían y hierbas ponzoñosas y lagartos y murciélagos y ratones y otras tantas cosas semejantes.
El gobierno del licenciado Juan Díez de Armendáriz.
• La anarquía e improvisación que se observan en las primeras décadas de la ocupación española, se debía en gran parte a la dificultad que tenía el consejo de Indias para regir desde la lejana España las tierras descubiertas.
• Se buscó frenar las aspiraciones de los arrogantes conquistadores y encauzar la empresa americana por una vía definitivamente colonizadora, limitando sustancialmente los derechos de los “nuevos americanos”. Entre las reformas adoptadas de carácter administrativo, merecen señalarse las famosas “nuevas leyes de 1542” que reglamentaban de una manera definitiva las relaciones entre indios y españoles; leyes imbuidas del espíritu indigenista del famoso protector de indios Fray Bartolomé de las Casas, quien por entonces se encontraba en la corte. Con ellas se trató de abolir el “señorío” que de hecho ejercían los españoles americanos sobre la población indígena, impedir su esclavización, acabar las encomiendas a medida que fueran caducando y declarar a los indios personas libres, sujetos a las leyes que regían en España para la gente común: los “pecheros”. Los indios debían pagar tributos a la corona pero sin perder su libertad personal y si estar sujetos de manera alguna a los encomenderos.
• En los comienzos de la ocupación del continente, los llamados conquistadores se dividían en dos grupos antagónicos: conquistadores aventureros, ávidos del botín inmediato, los cuales proseguían la conquista haciéndose acompañar de los indios de las tribus sometidas; y el de los pobladores que buscaban medios estables de subsistencia, a base de la explotación de la abundante mano de obra indígena.
La primera Audiencia.
• La instalación de la real audiencia se efectuó en 1550 y se inició bajo adversos augurios, su presidente, el licenciado Gutiérrez de Mercado murió en Mompox antes de emprender su viaje al interior, sospechándose que fue envenenado.
• la tensa situación entre la autoridad civil y eclesiástica prosiguió durante gran parte de siglo XVI hasta cuando mucho después, en 1574, las nuevas leyes de patronato vinieron a reglamentar el alcance de ambos poderes. Aquellas limitaron el papel de la iglesia a la pura administración del culto a colonos e indios, asignando a los frailes la tarea de la conversión de las tribus a medida que se iban sometiendo, prohibiendo su intervención activa en la política indigenista de la corona, aunque sin lograr impedir las denuncias ante el consejo de Indias; por lo cual las fricciones entre el poder civil y eclesiástico recorren todo el siglo XVI.
La segunda Audiencia.
• La segunda audiencia no tuvo mejor suerte que la primera. En 1553 llegó a Santa Fe solamente un oidor: Juan de Montaño. El licenciado Tomás López señalado como su compañero tardo más de dos años en llegar desde Guatemala, por haberse extraviado su título de nombramiento. La audiencia quedó pues una vez más solamente en manos de dos oidores, Briceño y Montaño, y continúo sin presidente.
• Por otra parte, pese a que los oidores compartían la responsabilidad del gobierno hubo entre ellos, por razones que no se descubren fácilmente en la documentación, serias enemistades que contribuyeron a la anarquía.
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