LA CRUZADA EDUCATIVA

La Cruzada Educativa de José Vasconcelos

En aquella época pese a las adversidades y todas las dificultades que presenta la educación ha habido partes en las que se ha podido ayudar a mejorarla. José Vasconcelos fundó la Secretaria de Educación Publica, para que por medio de ella se informara las necesidades escolares. José Vasconcelos estaba, muy interesado en todo lo relacionado a la educación; se preocupaba por el alto nivel de analfabetismo que existía en el país. De cierta manera, la creación de la SEP se tuvo beneficios en especial a las comunidades marginadas que se fundaron escuelas públicas en donde además, Vasconcelos aportó mejoras para la educación.

A partir de entonces, emprendió la cruzada educativa, y se pudo realizar con la ayuda de un grupo de profesores que también estaban muy preocupados por el analfabetismo existente en el país. Al mismo tiempo la cruzada tenia que buscarle mecanismos para llevarlo a cabo, se empezó a crear un cuerpo de profesores honorarios de educación elemental para impartir enseñanza de la lectura y escritura de modo voluntario y gratuito y que mínimamente hayan culminado tercer grado de primaria.

Los profesores honorarios eran personas que cualquier lugar podía utilizar para enseñar, en su casa o en lugares locales y estaban obligados a dar por lo menos una clase semanaria de lectura y escritura a dos o mas personas, y de preferencia las clases las impartirían los domingos y los días festivos por la mañana; estás clases comenzarían hablándoles sobre el aseo, la respiración, el alimento, el vestido, el ejercicio entre otros. Poco después, Vasconcelos dirigía la misma llamada a las mujeres, en especial a las señoras y señoritas de toda la República que no tenían trabajo fuera de sus hogares, y las invitaba a que, dentro o fuera de ellos, dedicaran algunas horas a la enseñanza de niños, hombres y mujeres.

Posteriormente los alumnos eran llevados ante los profesores e inspectores oficiales para que los examinaran y les expidieran un diploma de que saben leer y escribir que les serviría para poder obtener un mejor trabajo y a la vez seguir enseñando a otras personas. El profesor honorario que hubiera presentado a examen con éxito a más de 100 alumnos, recibiría de la Universidad Nacional de México un diploma que certificara este hecho.

Los ejércitos infantiles se integraron los niños de 4°, 5° y 6° de escuelas públicas o privadas; la misión que estos tenían era enseña a leer y escribir a cinco analfabetas, y le otorgaban un diploma que reconocía como buenos mexicanos.

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