LA DECADENCIA DE BARRANQUILLA
Enviado por eebustillor • 30 de Octubre de 2012 • 3.312 Palabras (14 Páginas) • 555 Visitas
La Decadencia de Barranquilla
Por Atenógenes Blanco Malabet
(1997)
Barranquilla fue llamada por el Presidente Mariano Ospina Pérez, “LA
PUERTA DE ORO DE COLOMBIA”. Esta deferencia es de las pocas que esta
ciudad ha recibido del Centralismo glotón, y también de las pocas que se le
han dado por parte de un político y menos siendo Presidente de la República.
Antes por el contrario, siempre que se piensa , desde el interior del país, en
Barranquilla, se despliega una imagen estereotipada, enquistada en la
mentalidad paramuna, como una ciudad en la que todo transcurre en medio
de una eterna rumba y cuyos dirigentes son “costeños”, sinónimo, según los
interioranos, de flojos, incumplidos y ladrones. Y estos conceptos, aunque
hoy no son del todo insultantes y gratuitos para la dirigencia de la ciudad, en
una época no lejana eran francamente calumniosos e irresponsables.
Barranquilla, desde su fundación, se caracterizó por ser un Oasis de
paz, “el mejor vividero del mundo”, como lo han llamado miles de personas
que por una u otra razón han pasado temporadas en esta ciudad pudiendo
medir el ambiente, la manera de ser de sus gentes y que han terminado
practicando la filosofía del barranquillero, descomplicada, sincera y servicial.
También se puede decir, sin temor a equivocación alguna, que
Barranquilla se fundó por necesidad de remanso, por ser sitio privilegiado
geográficamente, por tener el camino expedito de afuera hacia adentro y a la
inversa. Por eso fue llamada “Puerta”. Su sociedad se formó y se estratificó
naturalmente, sin precipitaciones, sin avalanchas sociales, ubicándose cada
núcleo formativo de la misma en capas sociales normales, en un
conglomerado con cultura hispánica, con arquetipos de conducta heredados
de tiempos inmemoriales y que eran parte esencial de la cultura de sus
fundadores pero que en ningún momento eran fruto de cataclismos sociales
ni de degeneraciones culturales por economías emergentes y mucho menos
por desplazamientos proletarios, por miserias ambientales o por plagas
sociales que imprimen caracteres fatales a conjuntos humanos en formación
o en desarrollos tempranos.
La ubicación de sus estratos humanos se hizo, por lo tanto, de forma
que pudiera denominarse “natural”. De esta manera, con el devenir de los
tiempos configuró y presentó a los ojos de propios y extraños, los defectos y
cualidades de toda urbe en crecimiento, pero siempre con un sello de
progreso, de pujanza y de civismo que hasta hace poco tiempo era
reconocido ampliamente y en todos los niveles nacionales e internacionales.
Estas características y muchas otras difíciles de puntualizar pero en ningún
caso gratuitas, fueron provocando la inmigración de gentes que llegaron con
otras culturas, con otros conocimientos y que se mezclaron con la gente
nativa irrigando con sangre y conocimientos nuevos el tronco de la sociedad
que se estaba configurando.
Comerciantes, profesionales, banqueros, maestros, literatos y muchos
más; seres humanos con cualidades personales excelsas fueron definiendo
una primera generación de fundadores, no de la ciudad, sino de la sociedad
barranquillera que mas adelante afianzaría todas las cualidades antes
mencionadas.
Sobre esta plataforma humana se fue edificando el desarrollo natural
de la urbe. De sus títulos políticos de Caserío, fue pasando al de Villa,
Municipio y Ciudad Capital de un Departamento de Colombia. Cada uno de
estos avances era celebrado por sus gentes como un verdadero premio a su
civismo, como un derecho natural por sus méritos y se procuraba que estas
efemérides quedasen para siempre brillando como estrellas en los himnos,
en los escudos, en los blasones de la ciudad. Cada barranquillero que nacía,
recibía de sus mayores, de una forma u otra, estos signos, estas tradiciones,
estas disposiciones oficiales, como parte de un bagaje espiritual que lo
acompañaría toda su vida y que debía atesorar, mejorar y traspasar a sus
descendientes sintiéndose así, parte de una cadena humana que aunque
desapareciese por la acción del tiempo, siempre estaría presente en sus
calles, en sus modestos monumentos, en sus fiestas tradicionales, en sus
alegrías y en sus éxitos.
Se podía decir que Barranquilla tenia su propia biocenosis, que su
sociedad se nutria de si misma y por si misma sin olvidar la importancia de lo
foráneo. Como si fuese un organismo biológico, sus desechos sociales
estaban en proporción inferior a sus aprovechamientos, su metabolismo
intelectual era selectivo y solo medraba en él lo que fuese positivo o aumentase el caudal de su acervo moral e intelectual; y lo que de alguna
manera era nocivo, la misma sociedad, sin violencia, sin aspavientos y muy
civilizadamente se encargaba de rechazarlo y desecharlo, colocándolo casi
caritativamente en su posición normal donde, o se quedaba para divertir a
los que también se quedaban rezagados en el desarrollo de la urbe o se
perdía en la noche de los tiempos recordándose apenas como antiguas
costumbres de la vieja Barranquilla que se consideraban ridículas o de mal
gusto.
Se podría decir, de acuerdo a lo anterior, que Barranquilla fue
estableciendo por la inercia propia de los procesos formativos en toda
sociedad, varias capas o estratos. Fue formando una clase dirigente creadora,
que dirigía y mejoraba al mismo tiempo a un cuerpo social sano, vigoroso, de
empuje, resistente a unas condiciones climáticas y ambientales, no siempre
las mejores, que por ser propias de una zona tropical eran y han sido siempre
exageradas, ubérrimas, gigantescas, que exigían una resistencia superior a la
normal; lluvias inclementes, calores agobiantes, tierras áridas, vientos
huracanados y humedad fuera de lo común. Sin embargo la ciudad
progresaba. Su trazado urbanístico llegó a ser uno de los mejores de Sur
América habiendo sido puesto de ejemplo en publicaciones especializadas
en el tema en otros países, como en Brasil, por ejemplo.
Su clase dirigente no se contentaba con el mercado y el comercio local,
se proyectaba al exterior y cubría todos los posibles campos desde donde se
formasen empresas, grandes negocios, ambiciosos proyectos. Por
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