LA DIRECCIÓN DE EMPRESAS O LA LUCHA PERMANENTE POR EL EQUILIBRIO
Enviado por borrachuy • 25 de Septiembre de 2013 • 868 Palabras (4 Páginas) • 374 Visitas
LA DIRECCIÓN DE EMPRESAS O LA LUCHA PERMANENTE POR EL EQUILIBRIO
El conocimiento, la innovación, la estrategia y el liderazgo son elementos que garantizan el éxito en la gestión humanista de la empresa del siglo XXI.
El equilibrio en medio de una sociedad de contradicciones será el argumento fundamental de las empresas y sus directivos, que reconocerán la exigencia legítima de responsabilidades éticas planteadas por la sociedad.
En una sociedad marcada por la aceleración del cambio y de la complejidad, las organizaciones necesitan ser dirigidas en concordancia con los nuevos retos que esta situación les plantea.
En este marco, entendemos que la tarea de pilotaje de las empresas ha de fundamentarse en tres pilares básicos: el sentido del equilibrio, el pensamiento estratégico y sistémico y la competencia para identificar y gestionar los recursos y capacidades realmente estratégicos, con relación a esos nuevos desafíos a los que ha de dar respuesta. Esto por considerar que el management contemporáneo puede ser definido como la capacidad de gestionar la paradoja y la diversidad hasta alcanzar una situación de equilibrio satisfactoria.
El manager ha de ser capaz de manejar lo aparentemente contradictorio y lo diverso, más que decidir sobre dilemas, tiene que procurar equilibrios entre fuerzas que pueden parecer en conflicto. Para ello, el dominio del pensamiento estratégico y sistémico resulta esencial: el primero para situar los problemas en la dimensión temporal adecuada, con una visión de futuro, de largo alcance; y el segundo para proporcionar esa perspectiva holística, integradora, globalizadora tan necesaria para abordar correctamente dichos problemas.
El buen manager:
Ha de tener decisión, coraje, valentía para tomar determinadas decisiones, sobre todo cuando éstas son de carácter estratégico; pero esa valentía es, precisamente, el punto de equilibrio entre la cobardía y la temeridad;
Ha de plantear objetivos retadores, sin caer en la utopía ni en la autocomplacencia, pero a la vez realista; y el realismo no es otra cosa que el punto de equilibrio entre el pesimismo y el optimismo;
Ha de ser un líder emprendedor, pero también un buen administrador de los recursos que le son confiados.
El management, en definitiva requiere del justo equilibrio entre técnica y creatividad (de cualidades adquiridas e innatas), pues de lo contrario, la concentración en la técnica nos conduciría a la impotencia.
El control es uno de los grandes retos actuales, que hay que afrontar de forma repetida, cada vez que cambia el entorno.
Junto a la gestión de lo aparentemente contradictorio nos encontramos con otro fenómeno que merece ser especialmente destacado: la gestión de lo diverso. La capacidad de integrar culturas diferentes (en los procesos de concentración, en las empresas multinacionales), tecnologías diferentes
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