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LA DISCRIMINACIÓN HACIA LOS HOMOSEXUALES EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA


Enviado por   •  15 de Febrero de 2016  •  Ensayo  •  2.673 Palabras (11 Páginas)  •  262 Visitas

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LA DISCRIMINACIÓN HACIA LOS HOMOSEXUALES EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA

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a homosexualidad no es un tema nuevo, sin embargo su aceptación y comprensión se ha venido desarrollando a lo largo de los años en el mundo contemporáneo. No compete simplemente al hecho de una confusión, las personas que se consideran de esta manera poseen una mentalidad amplia y consciente sobre su condición, aunque el uso de calificativos no se encuentre en una predisposición de afectar en cierto modo a los mismos, únicamente el hecho de denominarlos de alguna manera. Es necesario enfocar la temática dentro del contexto que nos rodea para lograr comprender la trascendencia que la homosexualidad posee dentro de nuestra sociedad. En El Salvador la discriminación juega un papel importante en torno a la verdadera realidad social, el racismo, peso y altura, entre otros factores, sin dejar de mencionar la cuestión abordada, la cual se enfrenta a una serie de adversidades de dicho tipo, que pueden irrumpir contra la dignidad del individuo. Por tal razón es posible mencionar que la discriminación hacia los homosexuales es aquella que afecta considerablemente al país en la actualidad, es decir, sí bien el gobierno no ejerce castigo o condena alguna frente a estos casos, el respaldo que las personas denominadas “homosexuales” poseen, no es muy considerable en materia de derechos, lo cual nos permite establecer comparación con respecto al desarrollo de la misma dentro de otros países, cuyo porcentaje se ha elevado a una máxima de aceptación.

Ahora bien, ante lo establecido anteriormente, retomando el tema sobre los derechos humanos, según el artículo 32 de la Constitución de la República, cada una de las personas que conforman la sociedad salvadoreña son iguales ante la ley, por ende el disfrute de tales derechos no debe restringirse por factores como nacionalidad, sexo, raza o religión, por lo tanto es posible inferir que sin importar la condición del individuo el mismo debe poseer el respaldo de la sociedad, independientemente de su inclinación sexual; es imprescindible hacer énfasis en que los derechos a los homosexuales se les debe de adjudicar de la misma manera que a una persona heterosexual. Sin embargo se genera una cuestión a continuación, bajo un análisis con respecto a lo que expresa la constitución en comparación al Código de Familia, el artículo 11 dicta específicamente que el matrimonio debe propiciarse entre un hombre y una mujer, la unión entre los mismos permite la “permanente comunidad de vida”; entonces, tomando de referencia lo expuesto en este, es necesario destacar que la sociedad efectivamente genera discriminación ante personas con una inclinación sexual distinta, así mismo es notable la contradicción que poseen ambos artículos mencionados con anterioridad, puesto que mientras en la constitución se mantiene la tendencia de una sociedad con derechos y leyes igualitarias, independientemente de la orientación sexual, en el Código de Familia se presenta intrínsecamente que las personas homosexuales no poseen el fácil acceso para el establecimiento de una familia, derecho expresado básicamente en la Constitución de la República.

Es a partir de tales observaciones, que podemos llegar a formularnos diversas interrogantes, entre ellas destaca el por qué dos hombres o mujeres no pueden tener una familia, sí bien ambos individuos han de pertenecer a un mismo sexo, no debe competer restricción alguna para el goce de determinado derecho, no obstante tales factores no son elementales para inferir que dichas personas no tendrán la capacidad de brindarle amor a su hijo, independiente y conscientemente del hecho que el mismo no podrá nacer mediante un embarazo o proceso natural, lo que lleva a que los individuos mencionados opten por opciones como la adopción, lo que nos dirige a que es imposible dejar de mencionar la cantidad de menores que son abandonados en orfanatos desde el momento en que ven la luz, mediante padres irresponsables que no poseen el conocimiento o madurez necesaria para afrontar tal responsabilidad de tener un hijo a cargo. Es de tal manera, que podemos inclinarnos al hecho que para que todas las personas, tal y como la constitución lo expresa, sean plenamente iguales ante la ley, es necesario admitir el matrimonio entre dos individuos del mismo sexo.

Diversas pruebas han mostrado que la presencia de dos padres del mismo sexo no posee influencia alguna para que los menores adopten este tipo de condiciones, un niño puede ser correctamente educado sin la necesaria presencia de una pareja heterosexual, puesto que son los valores y principios los factores que determinarán el correcto desarrollo del infante. Ahora bien, retomando la temática principal, es importante reconocer como desde una temprana edad se nos condiciona a la elección de determinadas cosas u objetos dependiendo de nuestro sexo, asignando incluso colores con los cuales identificarnos, de tal forma que se nos enseña que el rosado es para niñas y el azul para niños, dichos factores forman parte importante en nuestra cultura, puesto que es en base a esto que surgen los denominados estereotipos de género y se encuentran reflejados en la gran mayoría de la población salvadoreña. Normalmente y como se mencionaba con anterioridad, la sociedad estereotipa diversas cuestiones, por ejemplo, el que una mujer sea lesbiana no determina que la misma deba vestirse de una manera poco femenina, o que deba fingir su voz a una más grave y masculina, o viceversa con los denominados homosexuales, sí bien se presentan este tipo de tendencias, no sucede en todos los casos.

En El Salvador, debido a nuestra cultura es común “tachar” o señalar como malo a todo aquello que discierne de la norma, dicha mención incluye a las personas homosexuales, por lo que para ellos desempeñarse en un campo laboral, independientemente del sexual, es casi imposible en la sociedad actual, por las mismas ataduras y discriminación hacia estos individuos. Al entrevistar a “Pamela”, una travesti que se desempeña como trabajadora sexual, expresó lo siguiente: "Yo iba a la farmacia y me decían que no, en mi trabajo anterior en un almacén de ropa yo aparecía vestida femenina, me decían que no, que me quitara eso". Mayormente y con frecuencia, personas como Pamela se enfrentan a la necesidad de destacarse como trabajadoras sexuales, para poder subsistir y satisfacer sus necesidades básicas, debido a la escaza oportunidad de empleo que presenta el país para ellas, lo cual representa un aspecto verdaderamente preocupante y riesgoso, puesto que cualquier “cliente” podría transmitir una crítica enfermedad a estas personas. Así mismo, son discriminadas dentro de su propio núcleo familiar, al preguntarle sobre la reacción que presentó su madre al momento de enterarse de su orientación sexual, respondió: "Mi madre es cristiana, entonces me dijo que me fuera de la casa y que no me aceptaba así, que terminaría en el infierno", es este tipo de reacciones que obtienen con frecuencia y normalmente las personas que deciden declararse como homosexuales ante su familia, y es por esta misma razón que surge el miedo de poder expresar lo que verdaderamente son a las personas que los vieron crecer, el temor a ser discriminados, marginados y la falta de respeto que puede provenir de las personas más allegadas a ellos.

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