LA EDUCACIÓN MORAL

La educación moral en primaria y secundaria.

Uno de los puntos vitales hoy en día acerca de la educación es la enseñanza de valores, la moral es uno de los valores más complejos y extensos, y si a esto le sumamos el grado de dificultad que adquiere al ponerlo en la enseñanza, se convierte en no solo un valor, si no también en una forma de vivir.

Primero que nada es preciso mencionar la clave de para poder comprender este tema es saber el significado de la educación moral en la escuela; este se refiere a la forma de enseñanza, interacción y comunicación alumno-maestro con un alto contenido en valores, esto conlleva a una educación franca y significativa.

La educación moral pretende colaborar con los jóvenes para facilitarles el desarrollo y la formación de todas las capacidades en donde ponga en juego el juicio y la acción moral a fin de que sean capaces de razonar y ser autónomo en aquellas situaciones que les planteen un conflicto en cuestión de valores.

Como es bien sabido, la labor del maestro es fundamental en el aula, puesto que es el modelo a seguir de los estudiantes. Es preciso saber que es el proceso de enseñanza aprendizaje, para que se realice de manera eficaz, el docente debe poner en juego un cúmulo de saberes, estrategias de enseñanza, material y recursos didácticos, sin olvidar la parte central de la temática: actitudes y valores que se fomentar y aplicar para el desarrollo de la clase.

Para el desarrollo de una educación integral donde se desarrollen las competencias para la vida, es necesario la puesta en juego de valores y actitudes por parte del profesor, pero, ¿Cómo lograrlo?, he aquí, cuando se entra en un dilema, acerca de cómo debe de actuar el profesor ante las actitudes y valores que se presentan. Es importante recordar, que los grupos de clase son heterogéneos, por ello debemos estar atentos para atender la diversidad de estos, satisfaciendo sus necesidades e intereses. Puesto que las actitudes y valores que se presentan en el salón de clase son un reflejo de la educación que poseen lo estudiantes adquiridos de los diversos contextos en donde estén inmersos los alumnos.

La actitud del docente ante este tipo de cuestiones, presenta dos actitudes básicas que pueden ser adoptadas ante los conflictos de valores o las cuestiones socialmente controvertidas, las llamaremos: neutralidad y beligerancia.

Como acabamos de decir, ante los conflictos de valores o las cuestiones socialmente controvertidas, el profesor, en términos muy generales, puede adoptar dos posiciones: la neutralidad y la beligerancia.

- Neutralidad: “Que no es ni de uno ni de otro, que no se inclina de un lado ni a otro”.

• neutralidad pasiva: obviar el tratamiento e clase de las cuestiones controvertidas.

• Neutralidad activa: introducir la discusión sobre las mismas,

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