LA ESCUELA SECUNDARIA PROBLEMÁTICAS ACTUALES
Enviado por 2008Julia • 12 de Abril de 2017 • Trabajo • 2.264 Palabras (10 Páginas) • 587 Visitas
LA ESCUELA SECUNDARIA PROBLEMÁTICAS ACTUALES
En una nota del Diario Clarín realizada a Guillermina Tiramonti por la periodista Liliana Moreno 27 de agosto de 2006 expresa, que la escuela media argentina tal como fue pensada a principios del siglo XX y en su versión actualizada de Polimodal, no sólo no enseña sino que genera desigualdades. Una escuela media que estuvo pensada para seleccionar y excluir no puede dar respuestas a las exigencias actuales de inclusión a “todos” los adolescentes ni a los nuevos saberes. “Las estadísticas son elocuentes en relación a la capacidad expulsora del nivel. Sólo el 31% de los alumnos que ingresan en primer grado termina la secundaria. De acuerdo a los resultados del análisis de las trayectorias educativas, el núcleo de la expulsión se encuentra en el nivel medio."[1] La tasa de abandono en la provincia de Santa Fé durante el año 2006 fue de un 24,8%[2] Parafraseando a la Sra. Diana Gonçalves Vidal (clase 1) esta modificación de la función social de la institución escolar y fundamentalmente el nivel medio ha sido el resultado de modificaciones en la sociedad y en sus sistemas de representación. Hoy le pedimos a la escuela secundaria que además de enseñar a leer y escribir nos alfabetice digital y audiovisualmente.
Nosotros somos protagonistas en la actualidad de la puesta en vigencia de la ley de educación promulgada en el año 2006. Si lo pensamos, estamos en el proceso instituyente del intento de modificación de la cultura escolar. Modificar ese universo de sentido de producción propia y original, que nos atraviesa a todos los sujetos que participamos activamente de la misma, es un gran desafío para todos.
¿Cómo logramos que la escuela media sea realmente incluyente sin que genere como lo ha hecho circuitos diferentes para grupos sociales diferentes? ¿Puede la sola modificación del curriculum prescripto modificar la cultura escolar en el nivel secundario para que este sea verdaderamente inclusivo? ¿Cómo modificamos la cultura escolar del nivel medio?
Sabemos que en la historia reciente ha habido dos momentos de cambio en el cual la cuestión curricular ha tomado un primer plano. En la década del 80 “se desarrollaron una serie de renovaciones en los diseños curriculares como intento de promover los valores democráticos y recuperar la transmisión de conocimientos significativos en las escuelas."[3] Con la vuelta a la democracia había una urgencia en la democratización de la educación, se sostenía el vaciamiento de contenidos llevados a cabo por la última dictadura militar y “…por el supuesto de que la función social de la escuela consistía en la distribución de “conocimientos socialmente relevantes”, o “socialmente significativos”.”[4]En la medida que continúan las investigaciones a finales de los 80 “La noción del curriculum se amplía entonces al incorporar a los libros de texto como factor determinante y a la formación de los profesores.”[5], es decir no es pensado ya sólo desde la perspectiva normativa. Se delinea el reconocimiento de lo que más tarde se llamará “cultura escolar”, una producción propia y original de la misma escuela.
En la siguiente década, en toda América Latina, y por supuesto en la Argentina también se realizaron modificaciones en las instituciones del Estado bajo la luz de una nueva perspectiva ideológica llamada neoliberalismo, en la cual también se encuadró la reforma educativa. Recordemos que es en esta década que termina la transferencia de las escuelas a las provincias. La sanción en 1993 de la Ley Federal de Educación reforzó la tradición disciplinar. Esta modificación no sólo se realizó en los textos curriculares sino que se le sumó la modificación de la organización estructural escolar. Aparece el EGB o 3er ciclo y el polimodal, destituyendo la organización secundaria tradicional. Esto generó alteraciones en la gramática escolar vigente hasta el momento y conflictos en la cultura material. Entraron en conflicto dos culturas escolares diferentes: el nivel primario con una acción más contenedora y el secundario más selectivo en cuanto a cumplir el programa y la responsabilidad del alumno por el aprendizaje.
Ambas modificaciones estuvieron apoyadas en la lógica del conocimiento y la legitimación académica. Dejando a los profesores en el caso de la educación secundaria en destinatarios y lectores de saberes autorizados y legitimados por otros. Nunca se puso en tensión la gramática escolar naturalizada y los cambios culturales.
Fundamentalmente con la modificación de los 90 y su forma “…de elaboración curricular presupone que los documentos pueden determinar las prácticas institucionales y de aula, …” desconociendo las complejas resignificaciones que se producen entre las prescripciones y su materialización a nivel tanto institucional como áulico. En la investigación llevada a cabo por Sandra Zeiger “Los docentes y la Política curricular Argentina en los Años 90” (2001) publicado en
Cuadernos de Pesquisa en el año 2008, destaca las dificultades entre dos legitimidades diferentes. Por un lado la de los especialistas que basan su legitimidad en la lógica de los conocimientos académicos, y por otro lado los docentes que se apoyan en saberes y teorías derivadas de su propia práctica. Todo esto produjo la “profundización de los factores de desigualdad social ocurrida en los últimos años del siglo XX. Este fenómeno parece haber ocurrido muy rápidamente, generando una suerte de hiato entre las representaciones que los actores escolares con mayor antigüedad sostienen y las características de los alumnos que recibe.”[6]
La autora además destaca en la misma obra, “La tendencia a la conservación de las metáforas previas y la estabilidad de la gramática de la escuela (Tyack, Tobin, 1994) constituyen límites que acotan la posibilidad de generar cambios en las instituciones y en sus actores.” Entonces para pensar un cambio en el curriculum real, hay que tener en cuenta además de las modificaciones de carácter documental, las resignificaciones que se producen de manos de las instituciones y los sujetos que producen y recrean la cultura escolar. “… cabría plantear a futuro el interrogante y la discusión acerca de los requerimientos necesarios para estructurar la práctica curricular por parte de los docentes.”[7]
“Un estudio realizado para la OCDE en 2003(Levin cit. Por Azebedo,2010) afirma que los recorridos escolares más integrados y flexibles combinados con un alto nivel de apoyo individualizado de los docentes, parecen desembocar en mejores resultado y en una mejor distribución de las oportunidades educativas.”[8] Esto vuelve a poner de manifiesto el lugar de mediador del docente así como también una nueva configuración cultural que puede constituirse en la trasformación de la cultura escolar para generar un espacio capaz de procesar de modo no exclusor las diferencias culturales de los alumnos y a la vez transformarse en el sitio adecuado para incorporar el conjunto de saberes, conocimientos y habilidades que se requieren para dialogar con la cultura contemporánea (Tiramonti 2011)
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