LA FAMILIA - Ensayo
Enviado por milkala • 16 de Octubre de 2016 • Ensayo • 548 Palabras (3 Páginas) • 190 Visitas
LA FAMILIA
Al hablar de familia podemos imaginar a un grupo de personas felices bajo un mismo techo y el lugar ideal para forjar los valores.
El valor de la familia va más allá de los encuentros habituales, los momentos de alegría y la solución a los problemas que cotidianamente se enfrentan. El valor nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el bienestar, desarrollo y felicidad de todos los demás.
Formar y llevar a la familia en un camino de superación constante no es una tarea fácil, por tanto, es necesario dar orden y prioridad a todas nuestras obligaciones y aprender a vivir con ellas.
Es necesario reflexionar que el valor de la familia se basa fundamentalmente en la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, haciendo un esfuerzo por cultivar los valores en la persona misma, y así estar en condiciones de transmitirlos y enseñarlos. Lo que hace ver la responsabilidad no como una carga, sino como una entrega gustosa en beneficio de nuestros seres más queridos y cercanos.
La generosidad nos hace superar el cansancio para escuchar esos problemas de niños (o jóvenes) que para los adultos tienen poca importancia; dedicar un tiempo especial para jugar, conversar o salir de paseo con todos el fin de semana; La unión familiar no se plasma en una fotografía, se va tejiendo todos los días con pequeños detalles de cariño y atención, sólo así demostramos un auténtico interés por cada una de las personas que viven con nosotros.
En casa todos somos importantes, no existen logros pequeños, nadie es mejor o superior; participamos de las alegrías y fracasos, porque sentirse apreciado, respetado y comprendido, favorece a la autoestima, mejora la convivencia y fomenta el espíritu de servicio.
Es importante recalcar que los valores se viven en casa y se transmiten a los demás como una forma natural de vida, es decir, dando ejemplo. Para esto es fundamental la acción de los padres, pero los niños y jóvenes -con ese sentido común tan característico- pueden dar verdaderas lecciones de cómo vivirlos en los más mínimos detalles.
Las familias encontramos en la religión una guía y un soporte para elevar nuestra calidad de vida, tomando a Dios cómo ejemplo. Por tanto, en la fe se encuentra un motivo más elevado para formar, cuidar y proteger a la familia.
Las relaciones serían más cordiales si los seres humanos nos preocupáramos por cultivar los valores en familia. Cada miembro, según su edad y circunstancias personales sería un verdadero ejemplo, capaz de comprender y enseñar a los demás la importancia y trascendencia que tiene para sus vidas la vivencia de los valores, los buenos hábitos y las costumbres.
Para que una familia sea feliz no hace falta calcular el número de personas necesarias e indispensables para lograrlo, mientras en ella todos participen, compartan gustos y aficiones y se interesen unos por otros.
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