LA FAMILIA TRADICIONAL O LA FAMILIA MODERNA

LA FAMILIA TRADICIONAL O LA FAMILIA MODERNA

La sociedad está pasando por un etapa difícil, el avance de la humanidad lamentablemente se ha estancado por la fuerte manipulación de los medios de comunicación masivos, han deformado a su antojo la conciencia popular y México fue víctima de éste fenómeno gracias a la globalización que se ha extendido rápidamente. La nueva conciencia popular se trata de un hedonismo moderno, todo aquello que genere un placer inmediato es bueno y basta con la consideración de consecuencias a corto y mediano plazo, con fe de que las futuras generaciones avanzarán lo suficiente para encargarse de aquellas a largo plazo. Pero esta nueva manera de actuar culminará con un catastrófico desorden a causa de la desaparición de la línea cada vez más difuminada del límite pues precisamente esto es lo que busca ésta ideología.

La familia es por mucho la institución más importante, empezando porque fue la primera y desde tiempos inmemorables ha sido corrompida como cualquier cosa en la que interviene ya sea directa o indirectamente el hombre. En la naturaleza no existe en realidad lo bueno o lo malo, estos son conceptos exclusivos de la abstracción humana, por ello sabemos que los fines de la interacción del hombre tienen uno u otro de éstos, pero ¿Qué es lo que pasa cuándo confundimos estos conceptos tan complejos? Nos arriesgamos a perturbar otros factores de nuestra sociedad a largo plazo, entonces ¿Por qué tomar ese riesgo tan grande?, y por qué poner a prueba algo tan elemental como lo es la institución más antigua de todas, podríamos asumir ésta responsabilidad como sociedad si contáramos con una conciencia analítica, pero evidentemente México no es el caso y no es necesario probarlo, basta la simple observación de las manifestaciones sociales que podemos apreciar en los noticieros e incluso nuestra propia comunidad.

¿Valdría la pena experimentar con la familia? Todo éste revuelo se ha generado a partir de pequeños grupos que cada vez se han hecho más numerosos, estas personas están dispuestas a retar la neutralidad de la naturaleza, pero porque dejar que estas ahora minorías pongan en riesgo a toda una sociedad, aquí es donde se encuentra la verdadera cuestión jurídica.

Debemos promover los valores y costumbres que nos brinden con certeza esta seguridad de que nos encaminan hacia el bien, más tarde habrá la oportunidad de experimentar cuidadosamente con la neutralidad de la naturaleza de algo tan delicado como lo es la familia, pero antes que esto suceda tenemos aún muchas cuestiones de mayor prioridad que atender en nuestra sociedad mexicana, por lo que lo mejor que podemos hacer es que antes de querer crear nuevos prototipos experimentales, primero promovamos y perfeccionemos aquellos con los que ya contamos, porque pareciera que queremos compensar la carencia de unos con la creación de otros y esto finalmente nos generará un descontrol del que nos arrepentiremos como ya sucede de costumbre en nuestra sociedad mexicana.

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