LA INTEGRACION A NIVEL UNIVERSAL Y REGIONAL
Enviado por • 17 de Junio de 2013 • 9.696 Palabras (39 Páginas) • 388 Visitas
INDICE
La Integración a nivel Universal y Regional
La integración a nivel Universa
1. Los modelos de integración en un mundo globalizado
1.2. Las Naciones Unidas
1.2.1 Fundamentos para su creación
1.2.2 La Carta de la ONU y su funcionamiento
1.2.3 Fracaso del modelo integrador en un contexto imperial y neoliberal
1.3. La Organización Mundial del Comercio
1.3.1 Fundamentos para su creación
1.3.2 Funcionamiento
1.3.3Triunfo del modelo desintegrador en un contexto imperial y neoliberal
La Integración a nivel Regional
2.1 El neoliberalismo como modelo de integración
2.1.2 La UE, sus instituciones y funcionamiento
2.1.3 Las instituciones Latinoamericanas de integración
2.1.3.1 MERCOSUR
2.1.3.2 CAN
2.1.3.3 Comunidad Sudamericana de Naciones.
INTRODUCCIÓN
En las últimos años hemos sido testigos de un conjunto de cambios económicos sociales y culturales, cuya vertiginosidad y complejidad no admite precedente y nuestro paìs no se encuentra ajeno a ello. Caen con gran rapidez cualquier tipo de muros y barreras entre las naciones, al mismo tiempo que se amplía la brecha en el nivel de desarrollo humano al que acceden los distintos pueblos.
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
En el mundo de hoy, es un hecho ineludible que repercute en la vida de todas las personas y promete llegar con más fuerza, por lo que provoca muchas reacciones, controversias y debates. El tiempo ha transcurrido, el problema se ha agravado y el nuevo modelo de desarrollo basado en: la apertura de mercados, la integración económica, la búsqueda de competitividad y la racionalización del papel del Estado; ha constituido más que una opción, una necesidad para la mayoría de los países en vías de desarrollo.
La Globalización, ha dado pie a que prácticamente todas las sociedades y Estados del planeta hayan sido afectados aceleradamente por una serie de transformaciones económicas, políticas y sociales, dando lugar a la configuración actual de un solo mundo como un todo en esencia. En este escenario la gran mayoría de intelectuales, dirigentes, políticos y funcionarios gubernamentales vuelven su atención a los planteamientos y promesas de la globalización.
La integración a nivel Universal:
Desde mediados del siglo XIX, hasta la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña en su carácter de gran potencia mundial, había sido el eje dominante del comercio internacional, que sin estar institucionalizado se hallaba basado en el libre cambio, debido a su economía fuertemente dependiente del comercio exterior, es decir, un sistema sin trabas comerciales y barreras arancelarias importantes, que no tenía tampoco obstáculos serios para el movimiento de los factores de la producción - trabajadores y capitales- y convertibilidad de las monedas al patrón oro, siendo la principal la libra esterlina.
Al terminar la Primera Gran Guerra, Gran Bretaña, a pesar de haber sido uno de los países triunfadores de la contienda bélica, a raíz de la pérdida de poder ocasionado por los esfuerzos de la guerra, empezó a dejar de ser el centro de la política internacional. Esto impactó en las relaciones económicas internacionales, diluyéndose gradualmente en líneas generales el sistema liberal del comercio internacional.
La Gran Depresión de 1929 y la crisis económica mundial que se desató con tal motivo, acentuó la decadencia del sistema comercial, por lo que los gobiernos ya sea por estrategias o para proteger sus economías internas de la recesión, se volcaron a un nacionalismo económico proteccionista, utilizando como instrumentos la elevación de los aranceles aduaneros y la fijación de limitaciones a la importación.
En 1930, Estados Unidos promulga la ley Smooth Hawley por la que se aumentan los aranceles de 900 artículos. Gran Bretaña a su vez, abandona el patrón oro en 1931 y en 1932 aprueba la Ley de Derechos de Importación, con lo que acaba con un siglo de libre comercio. El comercio internacional descendió de tal manera que a fines de 1932 el volumen del intercambio de manufacturas había bajado un 40 %.
Ante estas circunstancias, a partir de 1934, al ratificar la Ley de Acuerdos Comerciales Recíprocos, Estados Unidos -potencia ascendente- comienza a aplicar una política comercial basada en la negociación de acuerdos bilaterales de comercio con determinados países, que básicamente consistía en la apertura de los mercados mediante
la reducción de aranceles por productos, a cambio de un trato equivalente o recíproco, es decir, utilizando el principio de la reciprocidad.
Otro principio que re instauran los Estados Unidos en ese período, es el principio de la "Nación más favorecida", que provenía del siglo XVII y que significa que cualquier preferencia que otorgara un Estado contratante a un tercer país, es automáticamente extendido a las otras partes que firmaron el tratado con dicha cláusula.
El "bilateralismo" sustituye así al "libre cambio" como forma predominante de las relaciones económicas internacionales y se caracteriza por el aumento significativo de los aranceles aduaneros y el establecimiento de restricciones cuantitativas a los intercambios internacionales, fijándose topes a la importación de cada mercadería. Se instaura el monopolio estatal sobre el comercio exterior, el control de cambios y la no convertibilidad de las monedas nacionales, de suerte que si un Estado tenía un saldo acreedor al final del ejercicio respecto de otro, no podía emplearlo en la adquisición de productos o en saldar cuentas con terceros países. En una palabra, el comercio se realizaba en compartimentos estancos entre los Estados.
El "bilateralismo" subsistió hasta el termino
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