LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN DE LAS PALABRAS

LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN DE LAS PALABRAS:

LENGUAJE, POLÍTICA Y ÉTICA

Una de las principales preocupaciones que se tiene en la escuela es mejorar la comprensión de lectura y escritura en los niños; sin embargo las diversas técnicas implementadas han fracasado. Esto es porque existen muchos tipos de lectura y escritura que no son aprovechadas para para mejorar la compresión y producción lectora.

La escuela asume equivocadamente que solo se lee la escritura alfabética, sin embargo el niño antes que acceda a la escuela, ya “lee” su entorno y este tipo de lectura es la que determinará la calidad de la lectura alfabética.

La oralidad de la comunicación se encuentra arraigada en la cultura peruana inclusive desde la época incaica. En tiempos modernos, vemos esta oralidad con los talk shows, los programas de chismes, los cómicos ambulantes; inclusive en la forma de saludar: “habla”.

A raíz del poema del Mío Cid, muchos investigadores debaten que el mismo no puede haber empezado con esta frase: “de los sois oios, tan fuerte mientre lorando” puesto que todo debe tener un inicio y un fin. Concluyen que el manuscrito es una versión corrupta de algo perfecto perdido en el tiempo y cuya existencia no puede ser verificada.

Con el autor Homero sucedía lo mismo, al tratar de encuadrar a La Ilíada (una obra oral) en categorías escriturales.

A través de la imprenta, otro libro meramente oral como la Biblia, pudo ser plasmado en un sistema escritural y con ello se le dio el sello divino que actualmente conocemos.

En la actualidad, tenemos arraigado el tema de la escritura, como por ejemplo tenemos a ese político que ante una irregularidad clamaba a los cuatro vientos que “papelito manda”.

La forma de enseñanza actual, casi obliga a los alumnos a copiar, plagiar puesto que el sistema escritural demanda la memorización de los textos otorgando un estímulo y una recompensa.

Inclusive las universidades reclaman a las escuelas la pobre comprensión de lectura en los alumnos, sin embargo poco ha hecho para mejorar este tema.

Se ha instaurado la cultura de marcar con aspas la respuesta correcta. Es por eso que al trasladar esta cultura de marcar a la política, se ha reducido la democracia a marcar aspas cada cierto tiempo para elegir a las autoridades.

El discurso político ha expropiado otros liderazgos, se puede cambiar de canal de televisión o comprar distintos periódicos pero siempre se ven las mimas caras dando los mismos discursos. Discursos políticos mezclados con noticias de farándula hacen difícil diferenciar si efectivamente la política se ha convertido o no en un circo.

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