LA POBREZA EN COLOMBIA

Pobreza e indigencia

Una cruel realidad: Todos los días cuando salgo en el carro o cuando voy en el bus, no se me es indiferente ver a todas las personas que viven en las calles, que luchan y trabajan en ellas para ganar el pan de cada día que les permite sobrevivir en una ciudad tan insensible por la gente más vulnerable, los que están presos de una verdadera situación de indefensión y de riesgo permanente: los indigentes. Todo lo que pasa y todo lo que vemos es el reflejo de un gobierno despreocupado por brindar las necesidades básicas a un sector tan frágil que no tiene las suficientes capacidades, habilidades o medios para salir adelante, a lo que nos hace pensar o preguntar ¿qué es lo que está pasando?, ¿por qué cada vez hay más gente en las calles?, ¿dónde está el gobierno?, ¿será que no hay alguien que pueda velar por los derechos de estas personas y los saquen de esa vida tan indigna en que se encuentran y que no merecen?. Esta es la ciudad en que vivimos, nuestra linda y desordenada ciudad: Santiago de Cali.

¿Qué es la pobreza y qué es la indigencia?... Son dos valores o conceptos relativos que hacen referencia a que algunas personas viven en una situación de pobreza o marginación social que puede ser causado por una situación de abandono, desempleo, soledad, discriminación racial o incapacidad mental o física. Estas personas carecen de los ingresos suficientes para acceder a los niveles mínimos de atención médica, vivienda, vestido y educación. Los pobres y la pobreza en su grado extremo son propulsores de grandes y profundos temas en los que se han inspirado filósofos, economistas, novelistas, poetas, etc., ha sido el tema que con más insistencia se ha presentado en el transcurso de la historia, no es de ahora que están de moda, tampoco es de ahora que existen y menos es de ahora que estén pasando no sólo hambre, sino toda clase de carencia e infelicidades.

Durante las entrevistas que se realizaron para obtener nuestro proyecto se llegó a la conclusión de que las causas principales de la pobreza e indigencia en nuestra sociedad es producto del desempleo que vive el país. La falta de oportunidades educativas es otra fuente de pobreza, ya que una formación insuficiente conlleva a menos oportunidades de empleo y el bajo nivel de desarrollo económico aumenta también la pobreza. Los índices de pobreza no hacen más que reflejar una distribución desigual de las oportunidades de acceso a los satisfactores de las necesidades individuales y colectivas.

“En los últimos años es indudable que la pobreza ha ido aumento,

ha ganado terreno hasta el punto que ha retrasado el progreso

social de los pueblos y por ende profundizando la miseria de los mismos”.

Vemos en cada semáforo personas desplazadas, familias compuestas por cuatro, cinco y hasta seis integrantes, donde la mayoría son menores de edad que se acercan a pedir una limosna. En la mayoría de las esquinas abundan los niños haciendo malabares en busca de cualquier moneda para comprarse un pan o tomarse una bolsa de agua, pero ¿qué está haciendo el gobierno para sanar este problema?. Mucho antes se escuchó a un político diciendo que el desempleo se curaría si se hicieran mas semáforos en las vías ¿cree que esto es una buena solución para la gente de la calle?, con esto estamos colaborando a que esta gente se acostumbre a pedir limosnas y no haga un esfuerzo por conseguir el dinero necesario para sus necesidades. Según estudios, Cali es la ciudad que mas da limosnas, en promedio cada uno de los indigentes obtiene ingresos diarios entre 25000 y 30000 pesos y es por eso que Cali esta lleno de indigentes, por que somos condescendientes con ellos.

Santiago de Cali, llamada por muchos la sucursal de los indigentes, es uno de los centros urbanos del sur-occidente colombiano que alberga mayor número de población victima del desplazamiento forzado a causa del conflicto armado. En su mayoría, son personas que llegan en búsqueda de oportunidades y huyendo de la violencia. La continua llegada de población desplazada a Cali, la convierte en una ciudad receptora, sin que se cuenten con políticas y programas adecuados y suficientes para hacer frente a esta difícil problemática. La mayoría, han sido obligadas a abandonar su lugar de procedencia y dejar su hogar, todas sus pertenencias, sus bienes tangibles e intangibles; lo que implica a la vez, dejar su estilo de vida, sus costumbres, su forma de

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