“LA REALIDAD DE LOS PARTIDOS POLITICOS A LO LARGO DEL TIEMPO”
Enviado por iterisck • 5 de Diciembre de 2015 • Ensayo • 3.435 Palabras (14 Páginas) • 197 Visitas
“LA REALIDAD DE LOS PARTIDOS POLITICOS A LO LARGO DEL TIEMPO”
INTRODUCCION
En primer lugar este es un ensayo en el cual hablaremos de la Realidad de los Partidos Políticos a lo largo del Tiempo, tomando como base la obra “Horas de Lucha” del escritor peruano Manuel Gonzales Prada, quien habla de las distintas agrupaciones políticas y de sus gobernantes.
La realidad por la que viene atravesando nuestro Perú nos es un problema que se viene originando hoy en día, la verdad de las cosas es que este problema se viene suscitando desde épocas mucho más antes, y ¿cuál es el problema central de todo esto? La respuesta está en nuestras autoridades; es decir, en los líderes que gobiernan nuestro país.
¿Y por qué decimos que los responsables directos son nuestros gobernantes? Es tan fácil y sencillo de entender, puesto que los gobernantes solo piensas en sus propios intereses y dejan de lado los intereses del pueblo, como también lo dice Manuel Gonzales Prada: “¿Qué fueron por lo general nuestros partidos en los últimos año? Sindicatos de ambiciones malsanas, clubs eleccionarios o sociedades mercantiles[1]”.
Contrastando la realidad con el pasado podemos darnos cuenta que la similitud de gobernantes es la misma, ya que en ambas circunstancias lo que más interesa a los gobernantes son sus propios intereses, mas no de los demás.
Partiendo de una actitud republicana, nacionalista, laica, de raíz racionalista y positivista, González Prada participó en 1891 en la fundación del "Partido Radical-Unión Nacional". Sin embargo, durante su viaje a Europa, iniciado por razones familiares meses después y prolongado hasta 1898, evolucionó ideológicamente llegando al anarquismo, corriente en auge entonces en Francia y España[2].
Como podemos darnos cuenta Manuel Gonzales Prada, formo parte de un partido político, pero este no estaba conforme con los demás partidos políticos, por ende criticó a los diferentes gobernantes del entonces por sus incapacidades y sus distintas irregularidades.
Nosotros no calificamos a los individuos en republicanos o monárquicos, radicales o conservadores, anarquistas o autoritarios, sino en electores de un aspirante a la Presidencia. Al agruparnos formamos partidos que degeneran en clubs eleccionarios, o mejor dicho, establecemos clubs eleccionarios que se arrogan el nombre de partidos. Verdad, las ideas encarnan en los hombres; pero verdad también que desde hace muchos años, ninguno de nuestros hombres públicos represento ni siquiera la falsificación de una idea. Veamos hoy mismo. ¿Qué grupos se denominan partidos? ¿Quiénes se levantan con ínfulas de jefes?[3] .
Para Gonzales Prada y para la mayoría de la población peruana, no existe aún un líder político que tenga ideas de cambio para nuestro país, esto causa gran preocupación puesto que algunos líderes políticos actuales disten mucho de pensar en el bien común.
A la luz de los acontecimientos públicos recientes, se puede afirmar que el panorama político de hoy es poco alentador: congresistas que juran “por Dios y por la plata” o que contratan trabajadores fantasmas, alcaldes que construyen monumentos innecesarios o lo que es peor a sí mismos, ministros de Estado que favorecen a ciertas empresas en contratos millonarios.
Después de ver algunos aspectos importantes de los políticos a lo largo del tiempo, nos damos cuenta que de que el Perú fue gobernado por personas a las cuales les interesaba muy poco el desarrollo integral como nación.
DESARROLLO
Sobre el Civilismo gravita una responsabilidad menos eludible que la bancarrota; dándose un nombre que implicaba el reto a una clase social, partiendo en guerra con los militares, olvidó que si las capas inferiores de la tierra descansan en el granito, las sociedades nuevas se apoyan en el hierro. Este olvido contribuyo eficazmente a nuestro descalabro en la última guerra del exterior. Chile tuvo la inmensa ventaja de combatir, en el mar contra buques viejos y mal artillados, en tierra contra pelotones de reclutas a órdenes de militares bisoños, cuando no de comerciantes, doctores o hacendados[4].
Sobre este partido político y sobre todo a Pardo se le responsabiliza de una mala decisión en cuanto a la coyuntura que estaba pasando el Perú de ese entonces, por ejemplo Pardo prefirió las alianzas dudosas y problemáticas con Bolivia y la República Argentina, que al problema bélico que se le venía a Perú.
En su obra Horas de Lucha, Manuel Gonzales Prada manifiesta que Ramón Castilla, un soldado sin educación ni saber, pero inteligente y avisado comprendió que al Perú le convenía ser una potencia marítima, por eso decía que mientras Chile construyera un navío, el Perú tendría que haber construido el doble y así tener una diferencia abismal sobre ellos, pero Pardo no entendió, he hizo cosas que al Perú no lo beneficiaria en nada y dejaría de lado lo concerniente a la guerra con Chile.
Y lo peor de todo es que los recursos del Estado Peruano lo despilfarraban en conflictos con otro político como lo es Piérola, en la actualidad es aún peor, los políticos en lugar de buscar una solución para lograr un Perú unificado y mejorado, lo único que les interesa es destruirse los unos a los otros, sin pensar en una nación que clama a gritos un cambio social. Los problemas que viene atravesando la sociedad hoy en día son muchos, pero a nuestros gobernantes lo único que les interesa es atacarse entre ellos, en lugar de unirse y dar una salida o solución a tales problemas sociales.
Lo que debió hacer Pardo era mejorar nuestra Marina de Guerra y comprar armamento para estar a la vanguardia, y así hacerle frente a los problemas bélicos que se pudiesen dar.
Hubiese sido diferente si los Peruanos desde un principio estuviéramos bien armados, pero la realidad fue otra y es la que conocemos, lamentablemente por gobernantes incapaces es que se dan los fracasos, lo que el Perú necesita es la unión entre Peruanos, mas no la rivalidad ni la envidia.
Pardo también incurrió en graves problemas económicos, por ejemplo, renovó el sistema de empréstitos y adelantos sobre el huano, un sistema que el mismo había luchado para combatirlo.
La Unión Cívica o propiamente hablando, camarilla parlamentaria, que pretendió surgir como panacea cuando como vino como nuevo caso patológico. Nació con varias cabezas y, como todas las monstruosidades, vivió poco y miserablemente, aunque duró lo necesario para servir de puente decoroso entre el Civilismo y el Pierolismo, pues muchos hombres que no habrían tenido el descaro de saltar violentamente desde civilistas hasta demócratas, se deslizaron suavemente de civilistas a cívicos, de cívicos a coalicionistas y de coalicionistas a demócratas[5].
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