LA SOCIOLOGÍA COMO SOCIO-ANÁLISIS
Enviado por RebiVillegas • 8 de Diciembre de 2013 • 606 Palabras (3 Páginas) • 390 Visitas
Introducción
Bourdieu habla sobre la objetivación científica y el trabajo que cuesta hacer esta labor, dando a conocer su éxito y fracaso que tiene esta “teoría”, que no sólo le ve desde el punto sociológico, sino también un poco desde la psicología igual que la Escuela de Chicago.
Menciona un libro que se llama “Homo academicus” que es un instrumento de auto-análisis que acompaña al trabajo ordinario requerido por la objetivación científica de un trabajo sobre un sujeto de la objetivación.
Trata de explicar y comprender la especificad de los filósofos franceses en la escena intelectual mundial tan extraña de transformar una necesidad en una virtud intelectual, de convertir el destino colectivo de una generación en una operación electiva.
El objetivar es el criticar objetivamente sin estar del otro lado del análisis, en posición, disposición y predisposición ya que si no crearían distorsiones.
El problema de la sociología del ambiente intelectual, es que los actores son sociólogos espontáneos con habilidad de objetivar a otros y puedan hacer sociología científica.
“Una ciencia social que (toma) por objeto formas sociales y formalismos sociales desde reproducir en la presentación de sus resultados la operación de desacralización que le permitió producirlos. Aquí encontramos la que sin duda es una de las especifidades de la ciencia social alcanzados por encima y en contra de los mecanismos sociales de disimulación, sus logros pueden conformar una práctica individual o colectiva sólo si a las leyes que regulan todo discurso sobre el mundo social […]
La ciencia social no sólo debe demostrar sino también designar y exhibir”.
La objetivación tiene una oportunidad de ser exitosa sólo cuando implica la objetivación del punto de vista del cual procede. En suma, solo las alternativas acostumbradas de la “observación participante”, está inmersión necesariamente mistificada y el objetivismo de la mirada absoluta nos impide perseguir la posibilidad y la necesidad de la objetivación completa.
Una sociología completamente reflexiva debe precaverse constantemente contra este epistemocentrismo, o este “etnocentrismo del científico”, que consiste en ignorar todo lo que el analista inocula en su percepción del objeto al que observa desde lejos y de arriba.
La falacia intelectualista y teoricista será la tentación por excelencia para alguien que siendo sociólogo y por ende parte de la continua lucha sobre la verdad, se pone a decir la verdad acerca de este mundo, del cual es parte y de las perspectivas opuestas que en él se afirman. Esta tentación de aplastar a los propios rivales objetivándolos, que él se afirman estuvo presente en cada instante de la fase objetivista de esta investigación, está en las raíces de graves errores técnicos.
La
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