LA VIDA COTIDIANA EN ROMA
Enviado por elizabeeth95 • 3 de Marzo de 2013 • 10.600 Palabras (43 Páginas) • 439 Visitas
LA VIDA COTIDIANA EN ROMA
La familia tradicional romana estaba constituida por el padre, su mujer, dos o tres hijos o hijas, los esclavos domésticos y los libertos. Se trata de una familia patriarcal donde el padre controla todo el poder sobre los demás miembros, así como la disponibilidad de los bienes que poseen; es el que organiza la economía, distribuye los recursos, tiene entidad jurídica, es el dueño de sus propias cosas y amo de todo lo que procede de su esposa.
El padre tiene también las prerrogativas religiosas de la familia, especialmente en lo relacionado con el culto doméstico, tres son los elementos que forman este culto:
el culto al hogar (constituido por Lares y Penates),
el culto al Genius (principio de la fertilidad), y
el culto a los Manes (los antepasados).
El papel principal que desempeñaban las mujeres en Roma era el de fiel y abnegada esposa ya que dependían en todo momento de su marido. Los enlaces matrimoniales solían ser concertados por las familias y el padre de la joven debía entregar una dote a la muchacha, si quedaba viuda, el padre, su hermano o su propio hijo mayor tenía potestad sobre la mujer, en el caso de mujeres con cuatro hijos varones podía disponer de sus bienes.
El papel de la mujer en las casas respetables de Roma es que las matronas mataban la mayor parte del tiempo en los trabajos relacionados con la costura y el tejido, paulatinamente la mujer irá ocupando un papel protagonista en la organización de la familia.
La omnipresencia de los esclavos en las vidas de las clases acomodadas romanas provocará que las infidelidades fueran públicas la mayor parte de los casos, los emperadores contaban con un amplio harén de concubinas en palacio, que solían ser mujeres libres.
Los hijos eran considerados aquellos niños y niñas nacidos del matrimonio que eran aceptados por el padre, si este era aceptado se integraba en la familia al octavo día del nacimiento cuando se le imponía el nombre individual y se le colgaba una pequeña cápsula de metal, rellena de sustancias que poseían propiedades favorable. Las criaturas mal formadas eran expuestas o ahogadas. Dada la elevada mortalidad infantil era bastante posible que la línea familiar se perdiera a la muerte del padre por carecer de herederos, para evitar esto se instituyó la adopción.
Diversas familias forman una gens, caracterizada por la posesión de elementos que la identifican como el ritual funerario o el culto a los antepasados comunes, esta es monógama y permite el divorcio siempre que se diera a uno de estos tres casos: adulterio femenino, que la esposa fuera alcahueta o se dedicara a violar tumbas.
Las familias solían vivir en casas que estaban construidas al azar mientras que las irregularidades del terreno habían motivado que las calles fueran serpenteantes y empinadas, con vías estrechas y tortuosas. La mayoría de ellas carecían de aceras y su anchura no pasaba de los cinco metros. También se encontraban pasadizos de dos o tres metros de anchura casi intransitables que formaban la red viaria de los barrios populosos, estaban construidas en madera y adobe siendo de diversas alturas, no había agua corriente en los domicilios, excepto algunos privilegiados, los acueductos llevaban el agua a las fuentes públicas y los baños. Las ventanas de las casas no tenían cristales, cerrándose con postigos de madera o rejas de piedra o terracota, siendo lo habitual hacer las necesidades en recipientes portátiles y arrojar su contenido por estas.
La vida era increíblemente barata, los alimentos más baratos que se vendían en las calles eran salchichas y garbanzos. Para evitar conflictos sociales, el Estado alimentaba a más de 150.000 familias ya que el alquiler de estas casas era tremendamente caro.
La base de la economía era el sector agrícola y ganadero, el cual sufrió un importante desarrollo del regadío, de los injertos o de la cría de animales para la ganadería. Los instrumentos básicos de trabajo serían las azadas, la palas, rudimentario arado, etc., distinguiéndose entre pequeñas y grandes explotaciones. Las explotaciones pequeñas adquieren un mayor auge en el momento de la conquista de Italia, cuando la mayoría de la ciudadanía se dedica a la agricultura. El olivo y la vid serán los productos más cultivados en Italia aunque no se dejó de lado el cereal. Las tierras formaban grandes unidades de explotación en las que se encontraba una casa, zonas de granero, de cultivo y de viviendas para los esclavos. La terra dominicata (tierra del señor) era trabajada por esclavos dirigidos por un delegado del señor. Existían otras posesiones que también eran del señor pero eran trabajadas por colonos que establecían un contacto con el señor. El desarrollo agrícola permitirá el aumento del sector servicios y de la ingente masa de desarrapados.
El engrandecimiento de Roma y el contacto cultural con Grecia hizo que la educación fuese cada vez más compleja. Por ello, la mayoría confiaba sus hijos a un maestro, generalmente griego, acompañados por un esclavo de confianza que les llevaba el material escolar. La enseñanza comprendía varios grados: en el primero, el niño aprendía a leer, escribir y hacer operaciones aritméticas. La lección se daba en una habitación alquilada y a veces en medio de un jardín. Se escribía sobre tablillas recubiertas de cera con un punzón, que tenía en el extremo opuesto una espátula para borrar. El sistema educativo se basaba generalmente en el lema «la letra con sangre entra».
El maestro era el ejecutor de los castigos corporales incluso por faltas cometidas fuera de la escuela. Terminados los estudios elementales, comenzaba la enseñanza que pudiera llamarse media, en casa, con un profesor griego o en una escuela pública.
Con el grammaticus aprendían la lengua y literatura de Grecia y Roma y Nociones de Historia, Geografía, Física, etc. Con el rhetor aprendían elocuencia y se preparaban para la vida pública.
La diversión del mundo romano es el circo o los juegos circenses. En el circo encontramos deporte, pasión e incluso ideas religiosas o políticas. El espectáculo fue ganando terreno al rito y se establecieron fechas fijas para su celebración, debiéndose sumar los espectáculos extraordinarios que habitualmente pagaba un pagaba un particular para ganarse al pueblo. Los juegos eran regulados por el Senado, estos solían durar entre seis y ocho días con algunas excepciones como los Ludi Romani que duraban dieciséis. Los magistrados locales debían responsabilizarse del espectáculo, sufragando los gastos de su propio bolsillo, a partes iguales con las arcas públicas. La gente se agolpaba en el recinto antes del amanecer para poder disponer de los mejores lugares, los altos dignatarios, con el sitio reservado, accedían al recinto
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