LA VISION SOCIOLOGICA DE LA CIUDAD
Enviado por Jocelyn Espino • 15 de Junio de 2022 • Ensayo • 2.045 Palabras (9 Páginas) • 156 Visitas
INTRODUCCIÓN AL URBANISMO
La visión sociológica de la ciudad
Identificación de la ciudad con la sociedad que la habita. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, cuando aparecieron los primeros escritos de Karl Marx y Friedrich Engels. La teoría Marxista se reoriento hacia las consecuencias que es proceso productivo capitalista tenia en la vida cotidiana del propietario urbano. La ciudad se convirtió en el escenario de lucha de las clases y el pensamiento marxista redujo los hechos urbanos hacia la lucha de las clases. La ciudad fue denunciada como una “Superestructura”, es decir una interpretación ideológica del mundo que tendía a justificar el origen social capitalista y ocultar la realidad que imponía por sus condiciones de producción, el marxismo postulo que era necesario ejercer sobre ella una critica social para revelar su verdadera identidad. A partir de esto se desarrolló la visión sociológica de la ciudad. La identificación ciudad/capitalismo/injusticia social que do consagrada como eje de la visión sociológica para el resto del siglo XX. El nuevo objetivo que ha asumido la visión sociológica de la ciudad ha sido pensar las estrategias de producción y difusión tardocapitalista y hacerlo una doble escala: la internacional y la específicamente urbana. Manuel Castells, ha liberado y reorientado el debate hacia la globalización y el consumo de masas.
Tras la crisis del petróleo de 1973 se puso en marcha un proceso de reestructuración económica que fue emprendido a la vez por las empresas y gobierno y que puso fin a tres décadas del estado de Bienestar. De este periodo, Manuel Castells ha destacado dos características: la retirada del Estado de la economía y la expansión geográfica del sistema hacia una globalización que abarca al capital, la fuerza de trabajo y la producción, que no hubiera sido viable si, en aquellos mismos años no hubiese confluido con un modo de desarrollo denominado “informacional” cuya base eran las nuevas tecnologías: la informática, que revoluciono el procesamiento de información, y telecomunicaciones que permitieron la interconexión entre ordenadores y la creación de sistemas de información. El “tardocapitalismo” es el fruto de la confluencia e interacción de los procesos de reestructuración económica y el modo de desarrollo informacional. De esta síntesis histórica ha surgido una nueva espacialidad que se ha dado en llamar “el espacio de los flujos”. Es decir, un sistema integrado de producción y consumo, fuerza de trabajo y capital, cuya base son las redes de información. Ha afectado especialmente a tres sectores: la industria, donde la producción se ha transferido de los países avanzados a zonas menos desarrolladas, pero con salarios más bajos: el trabajo de oficina, que ha permitido la relocalización de las empresas en cualquier lugar del mundo; y el sector inanciero, en el cual gracias a un proceso precio de desregulaciones legales, también ha propulsado una expansión global. Esta reorganización ha transformado la geografía del productiva del planeta.
Joel Kotkin, defiende que hoy en día el emplazamiento es más importante que nunca, es decir, que la decisión acerca de donde instalar una empresa depende cada vez más de las características especificas de un determinado lugar. Este aspecto explica también que los triunfadores de la nueva geografía generada por el espacio de los flujos sean lugares bendecidos por climas benignos, paisajes atractivos, entornos históricos. A finales de la década de 1990, las zonas de más crecimiento tecnológico de Estados Unidos estaban situadas en estados tan poco urbanos. Esta eclosión económica ha ido acompañada de una explosión demográfica: entre 1990 y 1994, un 75% de las áreas rurales norteamericanas aumento su población. Tal como indica Kotkin, este fenómeno refleja la singularidad geográfica que caracteriza al espacio de los flujos: por primera vez en la historia se produce una emigración ciudad-campo cuyos protagonistas son los muy urbanistas White collar. Este fenómeno esta convirtiendo lo que antes fueran somnolientas aldeas en importantes centros financieros, de tecnología y de salud.
El hecho de que las nuevas mecas de este éxodo posurbano sean predominantemente blancas, ha hecho sospechar a más de un autor de la visión sociológica de la ciudad que tras esa “vuelta al campo” se oculta una nueva forma de segregación racial. La poderosa tendencia descentralizadora que caracteriza el espacio de los flujos es muy paradójica ya que aparece en sintonía con agudas vacaciones que apuntan en sentido contrario, Para Saskia Sassen, esta dicotomía centralización-descentralización obedece a una lógica interna del capital. La clave está, en primer lugar, en que la descentralización de las actividades económicas no ha ido acompañada de una descentralización paralela en la propiedad del capital. En segundo lugar, la dispersión territorial que caracteriza a las “cadena de montaje global” exige un control y una dirección de las plantas de producción que Volkswagen mantiene en México, Brasil, Nigeria y Republica Checa sería inviable si las decisiones no partieran del mismo lugar. Cuanto más se globaliza la economía, más se concentran las funciones centrales en unas cuantas áreas metropolitanas
Uno de los factores en la selección de las ciudades globales es la red de comunicaciones, una red que no es isótropa. Para rentabilizar las enormes inversiones que requiere su construcción es necesario garantizar que circulen por ellas una gran cantidad de flujos. La implantación de las redes de cables de fibra óptica ha seguido la misma lógica que la construcción de líneas de ferrocarril en el siglo XIX: conectar la metrópolis donde se encuentran los centros de poder. Este factor ha reactualizado el sistema urbano heredado del siglo XIX como red de ciudades globales, Manuel Castells reduce su número a tres: Londres, Nueva York y Tokio. Londres por ser el primer mercado financiero del mundo; Nueva York por ser el principal receptor de flujos de capital y exportador de servicios y Tokio por ser el mayor prestamista de capital y sede de los bancos mas importantes.
Es cierto que el primer sector productivo en abandonar la ciudad global fue la industria, a la que el espacio de los flujos asigno nueva ubicación en los países en vías de desarrollo. Allem J, Scott profesor de geografía, se opone a que aplique el término “posindustrial” a la ciudad global, pues está convencido de que la industria sigue siendo el motor de desarrollo del tardocapitalismo. Dos hechos lo demuestran que los servicios al productor sean, en gran parte, servicios industriales
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