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LAS PREGUNTAS DE LA VIDA CAPITULO IV Y V


Enviado por   •  5 de Febrero de 2017  •  Apuntes  •  749 Palabras (3 Páginas)  •  504 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

CATEDRA: INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFIA

 

LAS PREGUNTAS DE LA VIDA CAPITULO IV Y V

   

                                                                               

  Autor: María Fernanda Briceño

                                                                                  Laura Bustamante

                                                                                                     Marialfre García

Tutor: Profesor José Luis Adams

Caracas, Febrero del 2017

CAPITULO IV

Yo adentro, Yo afuera

¿Es indudable que «yo» existo o sólo es indudable la existencia de «algo», que podría ser impersonal y fragmentario?

 

No puede ser cuestionado ni puesto en duda de que yo existo, ya que soñamos y dudamos por lo tanto debemos existir para poder soñar y dudar. Notamos sensaciones, razonamos, calculamos, sentimos deseo y miedo, puede que sean ilusiones o ensoñaciones y como se refiere el filosofo Descartes que podríamos ser engañados por un extraterrestre burlón, pero nosotras “yo” existo con esas ilusiones y ensoñaciones, no hay nadie que pueda decirnos lo contrario mientras que nosotros sepamos que existimos y tener en constante la preposición dada por Descartes: yo soy, yo existo y su frase mejor dicha: pienso, luego existo.

¿Soy mi cuerpo o tengo un cuerpo?  

Servantes nos dice que somos nuestro cuerpo. De la misma forma que considero mía mi consciencia también considero que el cuerpo es mi cuerpo aunque sufra cambios, perdida dientes, uñas, órganos, cabello y miembros.  Si comparamos nuestro cuerpo infantil con nuestro cuerpo adulto a pesar de los cambios sigue teniendo una continuidad para nosotros ya que seguimos siendo nosotros mismos a pesar que hay mucha diferencia en mi espiritualidad y mi físico actual. Descartes decía que el alma es algo distinto del cuerpo pero Servantes refleja hasta por un poema de Jorge Gillen que el cuerpo es inseparable del alma, que si no tengo alma no tengo cuerpo. Lichtenberg expresa en una de sus declaraciones «mi cuerpo es la parte del mundo que mis pensamientos pueden cambiar» para Savater fue una idea muy ingeniosa una forma de ver que para hacer cualquier cosa se necesitaba de nuestro “mi” cuerpo.

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