LAS RELACIONES ENTRE LA PRODUCCIÓN Y LA CAPITAL
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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y
ECONÓMICAS
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ESCUELA DE ECONOMÍA
TEORIA DE CRECIMIENTO ECONOMICO
PARALELO:
4TO “A”
TEMA 1 UNIDAD 3:
LAS RELACIONES ENTRE LA PRODUCCION Y LA CAPITAL
ESTUDIANTE:
SOLORZANO ARAUZ MICHELLE ESTEFANIA
DOCENTE:
ECON. BERNARDO VELEZ JOSÉ LUIS
PORTOVIEJO, OCTUBRE 2022 – FEBRERO 2023
LAS RELACIONES ENTRE LA PRODUCCIÓN Y LA CAPITAL
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo versa sobre la interpretación que realiza la economía sobre las relaciones de producción y el conflicto capital-trabajo, con el objeto de conectarlas con el estudio social y político de la realidad económica.
En economía, el capital se entiende como el componente material de la producción, constituido principalmente por máquinas, herramientas o instalaciones, que, combinados con otros factores como el trabajo, las materias primas y los productos intermedios, pueden crear bienes de consumo; el capital son las herramientas utilizadas para producir bienes y servicios, Instrumentos, maquinaria, edificios y otras estructuras.
En sentido contable, se concreta en bienes y derechos (elementos patrimoniales de los bienes) menos las deudas y obligaciones de los propietarios capitalistas (pasivos). Así, se dice que el capital se capitaliza o aumenta cuando aumentan sus activos o disminuyen sus pasivos o cuando se consolidan nuevas aportaciones de los socios o disminuyen los pasivos frente a terceros. Cuando los pasivos son mayores que los activos, la unidad económica se encuentra en una posición de capital negativa.
El capital debe distinguirse analíticamente de la empresa en sí y de la gerencia, aunque en muchos casos los papeles sociales de capitalista o empresario y gerente se puedan dar simultáneamente en una misma persona, como suele suceder en las unidades productivas más pequeñas.
Igualmente debe diferenciarse el interés que obtiene el prestamista de la ganancia que se obtiene por una exitosa actividad empresarial en el mercado, así como del salario que se recibe por el trabajo.
En todos los períodos históricos, el conocimiento ha sido un elemento a priori del progreso social, y los descubrimientos científicos a lo largo del tiempo han contribuido al desarrollo de las fuerzas productivas y, en consecuencia, a grandes incrementos en el nivel y diversidad de las sociedades en lo que ha sido producción. Sin embargo, la velocidad a la que se ha difundido el conocimiento y su alcance global han adquirido especial relevancia en los procesos de producción de las últimas décadas, y el conocimiento producido en las sociedades no puede analizarse independientemente de las relaciones sociales y las que se inserta, las correspondientes al modo de producción capitalista.
DESARROLLO
En áreas con el concepto de funciones de producción en la enseñanza de la economía neoclásica, los precios relativos de los factores de producción, dado el estado de los conocimientos tecnológicos, se muestran en función de las razones para utilizarlos, lo que lleva a un debilitamiento y en el tratamiento y desarrollo del tema como en efecto perjudicial, porque el énfasis en el problema de las proporciones de los factores distrae la atención de cuestiones más difíciles pero importantes, como las causas y consecuencias de los cambios que afectan el conocimiento técnico de la oferta de factores.
La relación entre el trabajo y los medios de producción es el hecho objetivo de carácter histórico que constituye el trabajo asalariado como el modo social predominante en el capitalismo y, por ende, configura la estructura de clases que producen más riquezas de las que consumen y que para producir este excedente, ellas establecen «modos de producción» que estructuran a los actores, cuya colaboración y conflictos son esenciales.
En el modo de producción capitalista, el establecimiento de las relaciones sociales se considera a partir de un proceso de separación de las esferas económica, política y social, que permite la presentación de relaciones de producción despolitizadas, sin intereses reales y contradicciones, ya no entendidas como productos de explotación de fuerza de trabajo por el capital o la lucha de clases, sino como una relación natural.
Esta naturalización o despolitización de las relaciones sociales es una de las grandes ganancias del capitalismo y, “la base productiva en sí misma existe sobre el aspecto de formas políticas, sociales y jurídicas, en particular, formas de propiedad y dominación" según (Wood, 2011), en donde la economía política burguesa se considera la sociedad como una abstracción, la producción como parte de leyes eternas de la naturaleza e independientes de la historia, las relaciones burguesas como naturales e inviolables, la economía política burguesa habiendo logrado su objetivo ideológico, el modo de producción no es un fenómeno económico, sino una relación social en la que los fenómenos económicos establecen las relaciones necesarias para mantener el control sobre la producción y la apropiación.
Esta relación se configura por la legislación social como mediadora de la relación capital -producción como contenedora de las contradicciones propias de las desigualdades de clase-. (Mandel, 1985), promueve en el Estado social, que no es una redistribución de la renta sino un reformismo funcional a la economía capitalista:
Todas las ilusiones subsecuentes relativas a un "Estado social" se basan en una extrapolación arbitraria de la tendencia en la falsa creencia de una redistribución creciente de la renta nacional, que tiraría del capital para dar al trabajo [...] las ilusiones en cuanto a la posibilidad de socialización a través de la redistribución no pasan, típicamente, de estadios preliminares de desarrollo de un reformismo cuyo fin lógico es un programa completo para la estabilización efectiva de la economía capitalista y de sus niveles de lucro.
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