¿LIBERALISMO O PROTECCIONISMO ECONÓMICO?

¿LIBERALISMO O PROTECCIONISMO ECONÓMICO?

Alumno: Becerra Soto, Carlos Giaccomo Salvador

Curso: Derecho del Comercio Internacional

Respecto a la consigna de elegir encontrarse a favor del liberalismo o proteccionismo económico, me inclino hacia el primero. A continuación pasaré a ampliar mi posición.

El liberalismo o libre comercio, consiste en la ausencia de barreras comerciales, es decir, estamos ante el intercambio comercial no intervenido. Partiendo de este punto, podemos desarrollar y llevar a la práctica el concepto de la ventaja comparativa. En ese sentido, si un país produce bienes y servicios en los que no tiene ventaja comparativa, se estaría derrochando recursos, debido a que estos mismos bienes y servicios podrían ser obtenidos a menor precio en el mercado internacional.

Del liberalismo, podemos obtener diversas características favorables en la economía, como lo es la eficiencia máxima de los llamados recursos productivos a través de la especialización de producción de bienes y servicios en los que se tiene ventaja comparativa.

También tenemos como ventaja el incremento y fomento de la libre competencia, debido a que si un país que tiene una economía liberal, este permitirá que nuevos agentes económicos ingresen a su mercado nacional y exigirá instantáneamente a las empresas nacionales a mejorar sus ánimos de volverse más eficientes.

Asimismo, habrá un mayor flujo e ingreso de mercancías y servicios transables, ya que el mercado se ampliará y habrá mayor acceso a los bienes y servicios que inicialmente no se encuentra en dicho país.

Por último, tenemos como ventaja la meta de las economías de escala, la cual plantea que cuanto mayor sea los niveles de producción se reducirán más los costos. Esto último permitirá a las empresas que busquen entrar en mercados de otros países y lograr un nivel de producción suficiente para obtener economías de escalas.

En conclusión, estas ideas desarrolladas, permiten que el país en vías de liberación comercial, obtenga los mayores insumos para la circulación de bienes y servicios. De tal forma que el Estado debe garantizar que se dé bajo los parámetros de la libre competencia y una economía social de mercado, dejando de lado las prohibiciones innecesarias asumiendo erróneamente que son incentivos o desincentivos en el actuar de la población. Dichas medidas deberán ser tomadas en concordancia con los valores económicos y marcos legales.

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