LIBERTAD VS. LIBERTINAJE EN EL DERECHO AL ABORTO
Enviado por Liney Andrea Rios Lopez • 28 de Marzo de 2022 • Ensayo • 1.246 Palabras (5 Páginas) • 134 Visitas
ENSAYO
LIBERTAD VS. LIBERTINAJE EN EL DERECHO AL ABORTO
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DERECHO CONSTITUCIONAL COLOMBIANO
JESUS HERNANDEZ CALDAS
RÍOS LÓPEZ LINEY ANDREA
CÓDIGO: 0306575
MORENO MERCADO JULIETH CECILIA
CÓDIGO: 0306558
UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA
04 DE MARZO DE 2022
LIBERTAD VS. LIBERTINAJE EN EL DERECHO AL ABORTO.
Para abordar el tema del aborto y si existe correlación en la libertad y el libertinaje vamos hablar un poco en lo que se define como aborto. Éste se puede definir como la interrupción del proceso fisiológico del embarazo mediante un procedimiento quirúrgico o terapéutico vigilado por un profesional calificado, existen dos tipos de abortos uno de ellos es espontáneo e inducido.
El aborto espontáneo es entonces la pérdida del embarzo por múltiples causas, donde una de ellas es la alteraciones genéticas, o infecciones, causas anatómicas y patologias endocrinógenas, e inducido se refiere a cualquier sea el motivo mediante la cual se interrumpe el embarazo. Cuando hablamos de viabilidad fetal es cuando la edad gestacional de 20 semanas y el peso fetal debe estar igual o mayor a 500 gramos según la (OMS) éste concepto involucra la capacidad que tiene el equipo médico para afrontar la prematurez extrema y esto se refiere a la funcionalidad de los pulmones y las consecuencias neurológicas.
Ahora, después de haber abordado y de tener claro los conceptos de aborto, hablaremos de lo que es el naciturus. Éste es un término jurídico que se le asigna al ser humano desde el momento que fue concebido hasta el nacimiento donde se vuelve persona con derechos, lo que se puede decir el nasciturus tiene personalidad jurídica.
El aborto en colombia recientemente ha sido despenalizado hasta la semana 24, después de muchos procesos y debates se llego a esta condiccion y es ahi conde queremos abordar si existe libertad o libertinaje en el derecho al aborto.
Ante la imposibilidad de resolver un tema controversial con una resolución que deje satisfechas a todas las partes, y en el entendido de que el ejercicio de la libertad, que tanto y con tanta vehemencia se reclama debería llevar implícita, siempre, la responsabilidad, quizá la conclusión sea, “La mujer decide, la autoridad protege y la sociedad respeta”.
Al final de cuentas, la voluntad de procrear eleva y ennoblece al ser humano, aunque de sobra se sepa que algunos embarazos por consecuencia de violaciones, y que no pocos lo son del desenfreno en la conducta y el desdén por las normas, cada persona es un mundo. Todos hemos sido influenciados culturalmente por los contextos en los cuales crecimos. Esto, en colaboración con el combo genético que heredamos, determinó de alguna manera nuestros sueños, deseos, gustos y valores particulares; en definitiva, nuestra forma de ver las cosas y nuestra personalidad. El problema es que, cuando abres la puerta de tu ser y sales a la calle, el mundo es uno, y es el mismo de tus amigos, tu familia, etc. Ahí es cuando tenemos que ponernos a negociar entre nuestra realidad y la realidad de otros. En otras circunstancias, tenemos que sentarnos a resolver, si una chica tiene derecho a decidir sobre traer o no un ser humano al mundo.
Durante muchísimos años, las determinaciones en la sociedad se tomaban después de un larguísimo debate entre opinólogos intelectuales y, generalmente, con la intervención de la Iglesia. Pero desde el siglo XVI y XVII, la ciencia viene arremetiendo contra cada cuento de hadas que se le plantó enfrente. Tuvimos que ir adaptándonos a la no siempre agradable realidad que ella nos mostraba, o quedar como unos retrógrados o ignorantes. Nadie puede negar, por ejemplo, que los mapeos genéticos nos han revelado que todos los seres humanos somos una sola familia sin importar raza, nacionalidad, religión o preferencias sexuales; o que las mujeres tienen capacidades cognitivas equivalentes a las del hombre (diferentes pero igualmente complejas) y, por lo tanto, la misma capacidad de participación en la toma de decisiones en una sociedad.
Hay un hecho muy curioso en la gran mayoría de nosotros y es que tendemos a pensar positivamente sobre nuestra biología. Somos perfectos; la maravillosa máquina humana. Y de la misma forma concebimos nuestra manera de reproducirnos. Pero la ciencia nos demuestra una vez más que estamos sesgados y que la perpetuación de nuestra especie es un proceso bastante ineficiente.
Por otra parte,las células que permanentemente mueren en tu piel, tu nariz y tu intestino, no sienten dolor, no sufren. Imaginate que, de otra manera, todos deberíamos ir a juicio cada vez que nos escarbamos la nariz, nos rascamos el brazo, etc. ¿Cómo sabemos que no sienten dolor? Básicamente, porque no tienen sistema nervioso capaz de procesarlo. Al igual que una planta, una lombriz, las células de por sí (o el conjunto de ellas) no tienen un cerebro que procesa el dolor. Es importante aclarar que, ante un estímulo hostil, no es lo mismo el dolor consciente que el acto reflejo sin sintiencia.
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