LOS PRESIDENTES DE MÉXICO: Orígenes, oficios, gobernabilidad y curiosidades

LOS PRESIDENTES DE MÉXICO:

Orígenes, oficios, gobernabilidad y curiosidades.

Por Iván Bielma Escobar.

La figura presidencial en el sistema político mexicano se erige, sin lugar a dudas, como la personalidad jurídica, política, económica y social de mayor trascendencia en nuestra Nación, y no obstante de que en la Constitución Federal y en la doctrina jurídica se pretende sustentar la idea de un supuesto equilibrio de poderes entre el Legislativo, Ejecutivo y Judicial, tal criterio teórico-legal continúa siendo una mera ilusión, un anhelo al que aspiran todas las sociedades que se jactan de tener gobiernos fundados en el principio republicano.

En México, como en cualquier otro país, ostentar la investidura presidencial no sólo implica alcanzar el más alto reconocimiento nacional al que puede hacerse merecedor un individuo, cuyas cualidades de liderazgo sobresalen por encima de los demás; sino más aún, significa ser depositario del mayor grado de poder reservado o confiado a una sola persona, por cuyo ejercicio puede convertirse en tirano, estulto e inverecundo, o por el contrario, en prócer y gloria de la Patria, teniendo, en ambos casos, ganado su lugar para la historia.

Dada la importancia que reviste en México la imagen presidencial, su estudio es beta inagotable de artículos periodísticos, novelas biográficas, ensayos jurídico-políticos y vastos tratados históricos, sociológicos y económicos que conforman obras completas en las que se refleja el irresistible atractivo hacia la crítica: destructiva, reflexiva, constructiva o simplemente ilustrativa escrita en torno al hombre^[1] que en su momento ejerció o ejerce las facultades presidenciales. Hurgando entre la extensa obra bibliográfica que versa sobre el Presidencialismo Mexicano, sobresalen los siguientes títulos: “La Democracia en México” (1965) de Pablo González Casanova, ensayo histórico-político en el que se aborda el tema que nos alude, mediante un análisis concienzudo e imparcial al régimen Porfirista y hasta la sucesión electorera de los gobiernos de 1911 a 1940; “El Presidencialismo en México” (1978), de Jorge Carpizo McGregor, recuento crítico reflexivo en el que el autor profundiza en el estudio del régimen presidencial instaurado en México, al cual atribuye el carácter de fenómeno social y que denomina como Imperio Sexenal; “Los Presidentes” (1986), de Julio Sherer García, memoria periodística que narra los encuentros y desencuentros del ex director del periódico Excélsior y fundador de la revista Proceso con cuatro ex Presidentes de la república, titulares del Ejecutivo entre los años comprendidos de 1964 a 1988 (a la sazón: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Alvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid Hurtado), y “La Herencia. Antropología del Poder” (1999), de Jorge Castañeda Gutman, obra que reúne cuatro entrevistas a igual número de ex Presidentes que gobernaron de los años 1970 a 1994 (en este caso se excluye de la anterior lista a Gustavo Díaz Ordaz y se incluye a Carlos Salinas de Gortari), y en las cuales se descubren los sabores y sinsabores; virtudes y debilidades; triunfos, frustraciones y decepciones de cuatro hombres que por seis años fueron ungidos con la omnipotencia terrenal del Presidenciado.

En el presente artículo, al igual que en los libros antes citados, pero sin pretender ser tan ambicioso y exhaustivo, está de manifiesto el deslumbrante interés que provoca el estudio de la envergadura presidencial; sin embargo, a diferencia de las referidas obras, en este breve bosquejo se ofrece al amable lector un recuento íntegro de todos los Presidentes de México, bajo la sistemática que el que escribe se impuso, atendiendo principalmente a los orígenes, es decir, al lugar de nacimiento de cada Presidente de México, ya que en lo personal, me resulta particularmente  atractivo  ofrecer  al  lector  la lista  de las entidades federativas de donde procede cada Presidente, por lo que bajo ese orden se enumeran los 64 Presidentes en ejercicio del Poder Ejecutivo, así como el Presidente Electo que próximamente asumirá y ejercerá dicho poder; y entre ellos un Emperador y cinco hombres que constituyeron el Triunvirato sustituto y el segundo Triunvirato.

El recuento cronológico-geográfico se inicia por el otrora Distrito Federal, hoy Ciudad de México, entidad federativa de la que procede el mayor número de Presidentes de México. Además, se añade a ese orden de origen geográfico, el oficio o profesión, el período en el año o años que cada mandatario ejerció el Poder Ejecutivo, y en la columna del extremo izquierdo se señala el número que le corresponde como Presidente, destacando en este caso los casos de los dos Triunviratos que se identifican con la letra T que para distinguir al Primer Triunvirato se utiliza la clave T1 y al Segundo Triunvirato la clave T2, distinguiendo a los integrantes del Triunvirato que sustituyeron a los designados en el Primer Triunvirato con la clave T1s. En el caso de Agustín de Iturbide, se distingue a éste con la letra E que significa Emperador, recordando que éste se auto designó con tal carácter.

DISTRITO FEDERAL:

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