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LSD Droga Acida


Enviado por   •  13 de Junio de 2013  •  4.559 Palabras (19 Páginas)  •  567 Visitas

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Ácidos (LSD)

La sustancia alucinógena fue descubierta en los laboratorios de Basilea por el químico suizo Albert Hofmann.Su aparición originó el nacimiento del movimiento sicodélico en la década de los años 60.El 16 de abril de 1943, en Basilea, el químico suizo Albert Hofmann descubrió los efectos alucinógenos de la droga que tendría gran influencia en el llamado “movimiento hippie” o “poder de las flores” en el mundo entero.Como en los grandes hallazgos, Albert Hofmann descubrió esas propiedades de la sustancia por mera casualidad. En efecto, mientras estudiaba en los laboratorios farmacéuticos de Sandoz los alcaloides del cornezuelo del centeno, descubrió el compuesto N° 25: dietilamida del ácido lisérgico, (LSD).Los ensayos sobre animales no habían dado hasta entonces ningún resultado.

Médicos y farmacólogos abandonaron la sustancia, pero Albert Hofmann seguía convencido de que el LSD podía tener propiedades interesantes.

El primer viaje ácido El 16 de abril de 1943, el químico suizo realizó su primer viaje ácido. Mientras se encontraba manipulando el LSD, una gota del producto le cayó en la mano. De inmediato comenzó a sentir asombrosas sensaciones que le invadieron el cuerpo entero.El químico suizo, nacido en Baden en 1906, comenzó a sentir angustias, vértigos, visiones sobrenaturales, felicidad absoluta, y se encontró en un estado de gracia nunca antes experimentado.Tres días después decide de volver a ensayar el LSD.

Los mismos efectos volvieron a repetirse. Pero en ese tiempo Albert Hofmann no imaginó que su descubrimiento sería glorificado años más tarde por millones de personas, como el mismo escribió en su libro “LSD: mi hijo terrible”

Durante muchos años, la dietilalamida del ácido lisérgico o LSD, tan solo era conocida por un pequeño número de psiquiatras o psicoterapeuticas, que encontraron cierta utilidad de la misma en el estudio de algunas enfermedades mentales. Sin embargo, en la década de los sesenta, debido a la propaganda realizada sobre el hecho de que el LSD podía aportar un "mayor conocimiento del propio interior", el abuso de la droga se extendió con rapidez. Sin embargo, el consumo de esta droga ha disminuido de forma considerable hoy día, aunque todavía la emplean con asiduidad algunos jóvenes.

El LSD puro es un poco insípido y sin color, que se obtiene de un hongo, el cornezuelo del centeno. Una vez sintetizado, se diluye miles de veces con agua, mezclándose pequeñas cantidades de la disolución del LSD con agua, junto con una base inerte formando tabletas coloreadas o pastillas de formas poco frecuentes, o bien porque se ponen unas gotas en terrenos de azúcar para su consumo.

El cornezuelo es el micelio de un hongo, el Claviceps purpurea, que se desarrolla sobre ciertas gramíneas, especialmente sobre el centeno. La contaminación de la planta se realiza por el estigma en el momento de la floración, y el hongo crece en el ovario donde forma un voluminoso esclerocio, o cornezuelo negro, que reemplaza a la semilla y que contiene diversas sustancias del tipo de los alcaloides, entre las que destaca la ergotoxina y la ergotamina.

Riesgos

El LSD actúa alterando la forma en la que los mensajes son transmitidos entre las diversas células cerebrales. Algunas vías nerviosas cerebrales se sobreexcitan. Los mensajes sensitivos o sensoriales de los ojos, oídos y otros sentidos, no reciben ningún tipo de filtración, liberándose torrentes de información hacía las áreas conscientes del cerebro. Aquellas ideas o conceptos, que normalmente se almacenarían en el cerebro por separado, se conectan, produciendo especies de asociaciones mentales fantásticas. Asimismo, memorias olvidadas en el inconsciente pueden reaparecer con suma lucidez y claridad en la mente del individuo.

Desde el punto de vista físico, la droga puede producir náuseas, vértigos, temblores, faltas de coordinación, así como midriasis o agrandamiento de las pupilas de los ojos de las personas que lo han dirigido de forma continua.

Durante todo el período de realización del trabajo nos hemos dando cuenta de los pros y los contras de la utilización de la LSD en psicoterapia, así como todo lo que conlleva una experiencia con esta sustancia. Realmente he encontrado más información a favor del ácido lisérgico. En gran parte de la literatura sobre el tema, tratan la LSD como una sustancia muy prometedora y con un potencial increíble, al menos, para el gran espectro de enfermedades psicosomáticas y trastornos que ya hemos expuesto.

¿Por qué no se sigue investigando para aplicar la LSD de forma correcta? Cuando me hice esta pregunta pude obtener muchas respuestas de diferentes fuentes, y para entenderlo mejor, primero tenemos que hacer un análisis de la psicología convencional. El modelo de psicología mayoritario es el cognitivo-conductual. Este sistema se introdujo primero en Estados Unidos después de las Guerras Mundiales, por la necesidad que tenía el estado de mejorar la vida de los soldados que volvían a casa y que estaban muy perturbados, y del mismo modo en España, tras la Guerra Civil. Este modelo en sí mismo no busca, por tanto, la solución final de sus pacientes, sino ayudarles a acostumbrarse a vivir con su problema, lo que pudimos corroborar con la entrevista con Esther.

Desde mi punto de vista, se ha producido un error muy grave, puede ser debido a los intereses económicos, y es que se ha mantenido este modelo para tratar a los soldados perturbados, que quizá funcionaba específicamente, también para tratar a todos los enfermos, sea cual sea su problema.

Dentro de este marco en que nos encontramos, es impensable que la psicología transpersonal gane terreno al modelo cognitivo-conductual, porque ni siquiera la psicología humanista, de alguna manera una antecesora, goza de la representación que debería tener. Parte de la responsabilidad la tiene el otro bando: los pacientes. Nos hemos acostumbrado a que el médico o el psiquiatra nos recete un medicamento que deberá actuar en contra de nuestra anomalía, y que no tendremos que sufrir mucho (sólo los posibles efectos secundarios) ni hacer ningún esfuerzo personal para curarnos.

Este es otro pilar del modelo convencional: El "no provocarle dolor o ansiedad en el paciente", como también nos recordaba Esther. Y con este precepto se anula automáticamente la idea de psicoterapia con LSD o con cualquier otro método experiencial, ya que normalmente hay fases en el tratamiento dolorosas, tanto física como emocionalmente.

Creo que la sociedad, primero, antes de reconocer, en caso de que sea viable algún día, la psicología transpersonal y todos los valores con que esta está representada, debería mentalizarse de que para curar, a veces hay que sufrir,

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